Capítulo III

5 2 0
                                    

Al día siguiente, Lia, Luar y Kell se despertaron en la casa de piedra. Empezaron a caminar por el bosque para volver a la academia, una vez allí, una niña de la primera clase los vio entrar y fue corriendo a decirle a la directora que los tres muchachos habían vuelto. Ellos habían visto a la niña ir corriendo al despacho, pero no les importó, la directora se enteraría tarde o temprano de su llegada. Cuando ya estaban todos levantado y esperaban en los pasillos para entrar a sus clase, la directora llegó y se dirigió a Luar, Lia y Kell.

-A mi despacho, ahora.- les dijo.

Ellos no replicaron, y se fueron al despacho de la directora a oír como les reñía y les ponía otro castigo, pero a ellos les daba igual. Al llegar lo primero que les dijo era que se sentaran.

-Luar y Kell, vosotros os habéis escapado de un castigo, pero como solo habéis tenido uno, solo os voy a poner otro castigos. Una semana recogiendo la basura.

Ellos no replicaron, luego la directora se dirigió a Lia.

-Tú ya has tenido dos castigos y de los dos te has escapado. Te has metido en muchos problemas, y no llevas ni una semana, eso te podría llegar a expulsar. Y a vosotros dos por el haberos escapado del castigo de ayer también.

-Losiento.- dijeron Luar y Kell al unísono.

-Meda igual que me expulsen.- afirmó Lia, los tres la miraron sorprendidos.- Yo no quería venir aquí, usted me trajo a la fuerza. A si que adiós.

Lia salió del despacho y se fue por los pasillos.

-Nosotros también nos vamos.- afirmó Kell.

Cogió a Luar del brazo y ambos siguieron a Lia por los pasillos. Cuando iban a salir de la academia, unos guerreros entraron armados con espadas. Lia empujó a sus amigos hacia una habitación vacía, los guerreros nos los vieron. Desde esa habitación pudieron ver a los dela segunda clase enfrentarse a los guerreros, por lo menos sus clases de combate habían dado sus frutos.

-Tenemos que salir de aquí.- dijo Lia

-Y dejarlos solos.- exclamó Luar.

-Si nos quedamos los guerreros nunca se irán, si nos vamos, nos perseguirán.

-¿Porqué?- preguntó Kell

-Porque vamos a cambiar la sociedad.- dijo Lia mientras salía de la habitación directa a la puerta.

Luar y Kell la siguieron. Un guerrero los vio salir e informó a los demás, los tres jóvenes se dieron cuenta y echaron a correr para el interior del bosque, porque lo conocían muy bien, y acabaron en un descampado. Se hizo de noche y encendieron una hoguera. Ninguno de ellos pudo pegar ojo en toda la noche. Al día siguiente, recogieron los troncos de la hoguera y llenaron de hierva el hueco quemado.

-¿Qué hacemos ahora?- preguntó Luar

-Ir al castillo del rey o reina que haya mandado a esos guerreros.- le respondió Lia

-Y, ¿cuáles?

-Creo que esos guerreros los mando el rey Eric, no pudo ser su esposa porque no suele estar por allí.- informó Kell

Se encaminaron por el bosque para encontrar aquel castillo, en medio del camino se encontraron un reino. En la entrada había muchos guerreros preguntando por tres muchachos, y justamente eran ellos, se escondieron detrás de unos árboles para escuchar la conversación.

-Tenemos que encontrar a esos tres jóvenes o nos caerá una buena.- había dicho uno de ellos.

-No me gusta mucho la idea de tener que perseguir a tres muchachos que no han echo absolutamente nada.- dijo otro.

Sáterix I: La guerra de las tres clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora