Sáterix I: La guerra de las tres clases

Capítulo XII

A lo que iba, Nev y Kell iban por el bosque en busca de una casa abandonada donde poder dormir. Encontraron una de donde saliía humos, se acercaron a ella y tocaron a la puerta. Les abrió un muchacho de piel oscura que debía de ser de la edad de Aqles.

-¿Les puedo ayudar en algo?- preguntó él.

-¿Podemos pasar una noche aquí?- dijo Nev.

-Si por supuesto.

Los dejó pasar a la casa. Los guió hasta la sala donde estaba la chimenea para que entraran en calor, allí estaban dos jóvenes unos también de piel oscura y el otro alto con el pelirrojo. Los tres debían de tener la misma edad. Cuando el pelirrojo se dio la vulta Kell gritó.

-Aqles.

-Kell, ¿dónde está Lia?

-Pensaba que se había juntado contigo y Luar. Por cierto, ¿dónde está Luar?

-Lo cogieron cuando huíamos de los guardias.

-Si a mi tambié me atraparon. Pero ya ves estoy aquí de nuevo.

Aqles se dio cuenta de la presencia de Nev y se petrificó con solo verlo. Nev agachó la cabeza, como queriendo que no se le viera la cara.

-Un prícipe no debería agachar la cabeza.

-Yo no soy un príncipe, ya no.

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Llevaron a Bas atado hasta una cueva. Lia entró detrás de Liam. Allí las guerreras ya habían atado a Bas en una silla y estaban todas en círculo rodeándolo. Liam se puso en frente de él y se agachó a su altura. Le agarró del mentón para que le mirase a los ojos, en ellos había rabia. Lian soltó su mentón y se levantó. Cogió un cuchillo que le tendió una guerrera y se la puso en la garganta a Bas.

-No deberías haber venido, soldado.

Ahí fue cuando Lia lo entendió.

-No.- gritó y paró a Liam antes de que matara a Bas.

-¿Por qué no? Él tampoco te trató muy bien.

Lia se sentía rara. Era extraño que no dejara matar a alguien, la primera vez que intervenía antes de que mataran a alguien.

-Por qué no unís fuerzas.- todos la miraron deconcertados- Los soldados y las guerreras uniros y ayudad a cambiar la sociedad, porque tengo el presentimiento de que va a haber una guerra, y vamos a necesitar ayuda.

Liam miró a las guerreras, ella tenía el mando era la que tenía que tomar la decisión. Asintió con la cabeza, después Lia miró a Bas esperando su aprobación. Él también asintió. Liam mandó a una guerrera desatarlo.

Cuando vas ya estaba libre miró a todas las guerreras.

-Vamos al castillo, allí están los demás soldados.

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Vesta estaba afilando su cuchillo cuando Griff entró por la puerta detrás de él venái también Aspen. Vesta dejó de afilar su cuchillo y fue a su encuentro, no había llegado ninguno de los niños aún.

-Tenemos que salir a buscarlos.

-Sabes que si salímos estarémos todos en peligro.- le dijo Aspen.

-Y qué quieres, que los dejemos morir ahí fuera. No me vengas con que se saben defender, porque puede que sea verdad, pero son cuatro adolescentes separados en grupos de dos. Y si les atacn demasiados.- gritó Vesta- No me extraña que tu hija te odie, hiciste que su hermana muriera y ahora vas a hacer que todos ellos lo hagan.

Vesta salió de la cueva toda enfurecida.

-Vesta espera.-le dijo Griff, y él salió también.

Astigar por el ruido salió de la habitación de mapas para ver que pasaba. Se encontró a Aspen de pie en medio de la habitación. Se acercó a él y le puso una mano en su hombro.Aspen apoyó su frente en ella intentando contener las lágrimas. Astigar lo notó y le dio un abrazo.

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-Yo... me tengo que ir.- dijo Lia.

-¿No vienes con nosotros?-le preguntó a Bas.

-Tengo que ir a ver a Luar, no me voy a creer que está muerto hasta que lo vea con mis propios ojos.

-Te voy a echar de menos.

-Nos veremos en la guerra.

Lia se despidió de Bas y Liam y se fue. Se había quitado el vestido y se puso una armadura de color marrón.

Llegó hasta donde los guardias de los reinos suelen retener a los delicuentes. Mató a todo guardia que se interponía en su camino y así llegó a las mazmorras. Cuando estuvo allí buscó por todas las celdas hasta encontrar una donde había un muchacho acurrucado es una esquina. Ella se acercó a los barrotes y se puso de cuclillas

-Luar.

El muchacho cuando oyó su voz se arrastró hasta los barrote. Lia le pudo ver bien la cara, si, era Luar. Ella sonrió al verle, cosa rara en ella. Ambos se levantaron, Lia fue a coger las llaves de la celda. En cuanto la abrió le dio un abrazo a Luar y no lo soltó.

-Tranquila, estoy bien.

-Lo sé, lo sé.

Al separarse Luar fue a por sus cosas y ambos salieron de las mazmorras sin ser visto, bueno en verdad si que los vieron pero Lia los mató a todos.

Los dos corrieron hacia el bosque, una vez allí vieron que de algún lugar salía humo. Fueron hasta la casa de donde salía, se acercaron a la ventana y vieron a Aqles y a Kell. Se alegraron y le dieron unos golpecitos a la ventana. Todos los que estaban en la sala se giraron hacia ella. Kell y Aqles cuando los vieron salieron corriendo de la casa. Ellos dos los abrazaron tan fuerte que los acabaron tirando al suelo. Cuando se levantaron Lia y Luar se fijaron en Nev, Fax y Ren.

-Si puede ser nos los matéis aún.- dijo Ren mientras se acercaba a ellos- Hola, soy Ren, y ellos son Fax y Nev.

-Encantados.- dijeron los dos al unísono.

-Nosotros somos Luar y Lia.- dijo Luar.

-Ya saben quienes sois.- dijos Kell- Creo que deberíamos ir a la cueva para que sepan que estamos bien.

-Si...- dijo Lia y se giró para mirar a Fax, Ren y Nev- ¿Conocéis al rey Bas y su reinos?- los tres asintieron- Pues id allí y alludadlos a a resolver sus problemas con las guerreras para poder unirse.

-Vale, pero, ¿cuando os volveremos a ver?- preguntó Nev.

-En la guerra.- dijeron Luar, Lia, Aqles y Kell al mismo tiempo.

Los tres habían pensado lo mismo, iba a ver una guerra y tendrían que preparase.