Capítulo XVII

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Todo el mundo empezó a celebrar la victoria. Lia corrió a buscar a Luar, cuando lo encontró, él estaba de espaldas a ella.

-Luar, ganamos.- le dijo contenta.

Cuando el muchacho se giró se podía ver como tenía la mano en su abdomen que estaba sangrando.

-No...- Lia corrió hacia él y lo cogió antes de que se cayera.

Kell, Aqles, Nev y los demás, excepto Aspen, Astigar, Vesta y Griff, al ver que Lia corría se acercaron a ver que pasaba. Kell pudo ver como Lia tenía a Luar en sus brazos mientras ella lloraba. Se le empezaron a indundar los ojos de lágrimas y Nev tuvo que cogerla por detrás mientras caía de rodillas. 

-No me dejes Luar, por favor no me dejes.- le suplicaba Lia.

-Le diré a tu hermana y a tu madre que ganamos, que lo conseguimos.- dijo él mientras cerraba los ojos.

Aqles se acercó por detrás y se agachó detrás de Lia. La abrazó mientras él veía el cuerpo sin vida de su amigo y se le escapaban las lágrimas.

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Aspen fue a buscar a Astigar, Vesta y Griff, pero no la encontraba por ningún lado. Se encontró con Vesta, ella también los estaba buscando pero no los encontraba. Siguieron buscando hasta que se encontraron con un guerrero que estaba herido en el suelo.

-Están muertos.- les dijo.

-No.- se negó a creerlo Vesta.

-Yo mismo los maté, primero al hombre y luego la mujer lo fue a defender y también la maté.

-No.- dijo Vesta mientras le clavaba la espada proporcionándole la muerte inmediata.

Aspen se acercó por atrás y ambos se abrazaron, Vesta rompió en llanto mientras Aspen intantaba o hacerlo para que Vesta no lo viera. Luego se acercaron corriendo hacia los chicos.

-Donde está Luar.

-Donde está mi tía.

Dijeron Vesta y Lia al mismo tiempo, al ver que ninguna contestaba y poder ver que las dos habían estado llorando hace poco y querían hacerlo ahora lo entendieron. Lia apartó la cabeza hacia otro lado, su padre iba a abrazarla pero ella se apartó y se alejó hacia el bosque.

-Déjala sola.- le dijo Vesta sintiendo un dolor parecido al de Lia.

Unas semanas más tarde, todos los supervivientes a la guerra le hizieron un funeral a los caídos. Habían hecho un cementerio solamente para ellos, los guerreros de la libertad caídos en combate. Después todos cogierón un arco y una flecha, a la flecha le prendieron fuego y la lanzaron al aire, así era como se sabía que algún guerrero había caído en batalla.

Lexus y Harry después del funeral se habían alejado un poco del resto del grupo.

-Tuve una especie de déjà vu cuando vi como Lia sostenía a Luar.

Harry lo comprendía, Lexus había tenido en sus brazos a su hermano mientras moría y él se había acercado por atrás para abrazarla.

Lia recogió sus cosas de la academia, sacó la caja de debajo de su cama y sacó los dos libros que su hermana y ella se habían comprado hace unos años y los metió en el zurrón. Al salir de la habitación, vio a Aqles apoyado en la pared esperándola. Los dos se dieron un abrazo y al separarse le dio un beso en la frente como despedida. Él sabía lo que Lia iba a hacer y sabía que su hermana, su madre, Luar y su tía Astigar. Lia fue hacia el jardín donde se encontraban Bas, Aish, Mila, Liam, Nev, Fax y Ren. Bas le puso una mano en su hombro y la acercó al grupo.

-Me prometéis no meteros en problemas mientras yo no esté.- les dijo.

-Lo intentarémos.- dijo Liam.

Ese grupo se había unido bastante y a Lia le alegraba, aunque ya no sonriera. Se abrazaron todos y luego Lia fue a buscar a Aspen y a Vesta. Nev se acordó de que le tenía que decir algo a Kell y se fue corriendo hacia su habitación.

Lia pudo encontrar a su padre y a Vesta en el despacho de la directora cogiendo cosas para quemar, entre los dos iban a cambiar completamente la academia. Cuando ella se acercó a ellos los tres se quedaron mirando los unos a los otros. Vesta se acercó a Lia y le dio un abrazo, cuando se separaron, Vesta le dijo.

-Prometeme que te vas a cuidar y no te vas a poner en peligro.

-Eso es difícil de prometer, pero lo intentaré.

Vesta le dio una pequeña sonrisa y se apartó para que Aspen pudiera hablar con ella. Lia se acercó y le dio un abrazo, aunque Aspen estaba sorprendido por aquel gesto, le correspondió al abrazo. Cuando Lia llegó a la puerta, se paró y le dijo a Aspen.

-Te perdono papá.

Nev corrió hasta la habitación de Kell, ella aún seguía allí y la verdad es que el muchacho lo agradecía, había corrido demasiado, no le apetecia volver a correr tanto. Kell estaba guardando los dos cuchillos de Luar en una caja que después guardó en un zurrón. Kell le había pedido a Lia si podía ir a la casa de piedra unos días para despejarse y ella había accedido sin pensarlo dos veces.

-Kell.- dijo Nev con la voz agitada de tanto correr- recuerdas cuando te dije que había dejado que me capturado los guardias para salvar a mi hermana.

-Si, ¿por?

-Vale, porque quiero que sepas quien es mi hermana.- Kell lo miró con cara de extrañada, que a ella le gustaría mucho conocer a la hermana de su amigo pero le parecía extraño la manera en que lo decía- Mi hermana está delante mía hablando ahora mismo conmigo.

Kell se quedó sin habla, ella no sabía que tenía un hermano. Se acercó a Nev y él le explicó por qué nnunca se había visto. "Kell y Nev eran mellizos, pero Kell había nacido unos minutos antes que él, a si que sería ella la que llevaría la corona. La reina no quería entonces otro hijo, para qué, pensaba, si ya tenía una descendiente, a si que a Nev lo dejó con unos aldeanos. Él averiguó quien era su hermana porque sus padres adoptivos se lo dijeron. De ahí que el día que lo había encerrado en la mazmorras y Kell había bajado con su madre a decidir que hacer, al muchacho le había dolido que Kell no hiciera nada por él. Nev sabía perfectamente que Kell no sabía de la existencia de ningún hermano, pero él sabía que ella no era así, si no que la habían obligado a ser así."

Lia salió fuera de la academia y allí se encontró a Lexus y a Harry, esos dos les habían ayudado mucho en la guerra y siempre le estarían agradecidos. Lia se acercó a ellos y les preguntó.

-¿Qué váis a hacer ahora?

Ambos se miraron si saber muy bien que hacer.

-No lo sabesmos exactamente, pero nos vamos a quedar por aquí por si alguien necesita ayuda.

Lia se despidió de ellos mientras los veía alejarse por el camino. Por detrás de ella se acercó Kell sigilosamente, pero no asustó a la muchacha. Lia se dio la vuelta y las dos quedaron una frente a la otra, se dirijieron una sonrisa y Lia le dio un puñetazo suave a Kell en le hombro, después se abrazaron, era un abrazo tan cariñoso que ninguna de las dos quería que se rompiera. Cuando se separaron, Lia le dio una última sonrisa y se alejó.

-Lia- la llamó Kell, ella se giró-, te quiero.

-Y yo a ti Kell.

Sáterix I: La guerra de las tres clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora