Capítulo VII

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Lia corría por el bosque todo lo rápido que podía, que no era mucho por culpa del vestido. Llegó a campo abierto, dio vueltas sobre sí misma para orientarse, pero se había perdido. Miró al horizonte y le vino un recuerdo a la cabeza.

"Lia estaba sentada en un tronco frente a un riachuelo. Recordaba que le encantaba ir allí a ver como la luz se reflejaba en él. Pero en esa ocasión no estaba mirando al riachuelo, estaba mirando al horizonte. Su hermana llegó y se sentó junto a ella, siguió la dirección de su mirada, sonrió y le abrazó con un brazo.

-Siempre que mires al horizonte encontrarás tu hogar.- le dijo.

-¿Cómo es eso posible?- le preguntó la Lia de hace años.

-Porque en el horizonte está el bosque, y el bosque es tu hogar. Puede que no lo conozcas entero, pero lo sientes y eso es lo importante.

-No lo entiendo.

-Tranquila. Cuando llegue el momento lo entenderás."

Lia volvió a la realidad y pensó una y otra vez en las palabras que le dijo su hermana hace años. Dio un paso para delante para seguir caminando pero no pudo dar más porque la tiraron al suelo. Su cabeza dio contra el suelo y no pudo oír ni ver nada, todo se volvió oscuro.

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Aqles paró de correr cuando creyó que ya no lo seguían. Se perdió como es normal en el por el bosque. Si se hubiera ido con Mia hace años puede que aprendiera a orientarse por el bosque, pero como no quería dejar el reino se quedó. Que estúpido se sentía al no haber ido con ella. 

No tuvo mucho tiempo para pensar algo más porque empezó a oir a los soldados por el bosque. Volvió a echar a correr. Pisó unas ramas y el pie se le quedó enganchado a una cuerda y ahora se encontraba colgando boca aboajo agarrado del pie. Vio como los guardias llegaban hasta él. Se empezó a marear de estar tanto boca abajo hasta que cerró los ojos.

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Mientras en la cueva estaban todos esperando a que aparecieran Luar, Aqles, Kell y Lia. Pero ninguno pasó por esa puerta.

Sáterix I: La guerra de las tres clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora