Capítulo 12: El silencio llena la tumba vacía

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Después de que Inuyasha se marchará y de la pelea que había tenido con Kikyou, Kagome caminaba por el bosque que rodeaba a la aldea de los Exterminadores, intentaba hacerse a la idea de que probablemente Inuyasha si tenía algo que ver con la masacre que había ocurrido. Todas las evidencias eran demasiado claras... pero había algo que simplemente no le cuadraba, pero no sabía que era... Si el había hecho la masacre en la aldea ¿Para qué quería que fueran en primer lugar? Pero, tenían que recordar que el poder de una sacerdotisa venía de su estado de ánimo, quizás quería que existiera una confusión en su cabeza para que sean más fáciles de vencer. Eso tenía sentido, pero había algo... algo más...

-Parece bastante perdida en sus pensamientos, señorita.- un joven apareció frente a ella.

-¡¡!!.- Kagome dio un salto y se puso en guardia.

-No vengo a pelear con usted lamentó haberla asustado, soy sólo un viajero que paso y la vi aquí.- sonrió de manera amable.

-...-Kagome le dedicó una mirada confundida, al ver que ella no bajaba la guardia, simplemente suspiró.

-Soy un amigo de Inuyasha, sin querer escuché la pelea que tuvo con su hermana. Es una lástima que no le hayan creído.- Kagome apretó los puños.

-¿Si es verdad que es su amigo...?

-Por su puesto que sí. Por eso puedo decirle que jamás le había visto con esa mirada en el rostro con otra persona. Él siempre tiene mal humor y se la pasa peleando por cualquier cosa, el Señor Inu No Taisho, consideraba que era muy bueno peleando, pero si se dejaba dominar por su mal carácter, no podía explotar todo su potencial.

Después de lo que le dijo, Kagome dejo de sospechar de él, hablaba como si lo conociera de toda la vida. Pero para estar más segura, le hizo otra pregunta.

-Seguramente conoce al bicho que lo acompaña, es muy agradable y parece quererlo mucho... aaah olvide como se llama.

-Jajaja.- el joven rió ante el comentario de Kagome.- el Anciano Myoga es alguien muy sabio, sirvió durante mucho tiempo al Señor, y no es cualquier bicho, es una pulga. Tiene suerte que haya sido yo el que la escuchará ¡No se la acabaría con el si se entera de como lo llamó!

-Jajajaja tiene razón.- sonrió Kagome, si sabía todo eso acerca del anciano Myoga, seguramente si era amigo de la familia.

Al parecer me he ganado su confianza... eso era lo que me hacía falta. La pena de sentir un amor imposible...

-Pero permítame decirle algo, usted también se nota muy enamorada del joven Inuyasha.- le dio unos codazos leves a Kagome, ella se sonrojo un poco y enseguida agachó la cabeza.

-¡P-por supuesto que no! Sólo somos...- conforme iba hablando, su tono de voz fue disminuyendo hasta volverse un susurro.

-Señorita, si en verdad siente algo por él, no debería de reprimirlo, considero que todos se merecen una oportunidad para amar con todo su ser. El señor Inuyasha al parecer tiene interés en usted, definitivamente el sentimiento es mutuo. Se parece tanto a su padre, tenía la misma mirada cuando iba a ver a escondidas a la señorita Izayoi... sienten un amor tan profundo e intenso que lo desbordan por la mirada.

-...- Kagome parpadeo un par de veces y asintió.- tengo que luchar por ese amor correspondido. Ya que mi maestra no pudo estar con la persona a la que más amo...

-Si, así es. Debería de luchar por ello, aunque la señorita Kikyou se oponga. Si en verdad ella quiere su felicidad, no debería por que interponerse entre ustedes.- Kagome asintió con la cabeza, se dio media vuelta y le hizo señas con la mano a aquel joven para despedirse de él, el le devolvió el gesto pero gritó antes de perderla de vista.- ¡pero no mencioné que se encontró conmigo!

Sagrada MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora