-¡Ah!.- no le dio tiempo de gritar, solamente se limitó a ver como la imagen de sus hermanas y sus gritos se iban alejando y una terrible sensación se apoderaba de su cuerpo. Poco a poco la luz se fue apagando.
-Kagome se ha vuelto un magnífico ejemplar. Definitivamente ella se volverá en un gran abono para la perla de Shikon.- Naraku sonreía al ver la escena a través del espejo de Kanna. Estaba disfrutando del espejismo perfecto que había creado para Kagome para corromper su alma.
-Ughh.- su cuerpo le dolía mucho y su cabeza le daba vueltas. Al abrir sus ojos color avellana, tardó un poco en acostumbrarse a la luminosa luz y darse cuenta que se encontraba de nuevo en el viejo templo, algo estaba mal, recordaba estar en otro lugar y haber caído de un puente... ¿Fue un sueño?
-¡Kagome! ¡Kagome!.- alguien la llamo desde la ventana y se asomó a su habitación, el rostro de aquel muchacho se le hacía muy conocido y no pudo evitar susurrar su nombre:
-Inuyasha...- abrió los ojos como platos. En apariencia era el, pero en su forma humana. El chico ladeo la cabeza y le dedicó una sonrisa inocente.
-¿De qué hablas mi dulce esposa? Yo me llamo Ryusaki.
-Ah...- de repente, a su memoria llegaron miles de recuerdos, parecían ser de ella pero, algo en su corazón le decían que eran falsos. Recordó que Ryusaki, era el hijo de la señorita Izayoi.- Hola buenos días.
-Jejeje parece que aún andas dormida.- entró a su habitación y se arrodilló frente a ella.- ¿Como estás? ¿Cómo está mi bebé?
-¿Eh?.- se llevó la mano al vientre instintivamente y se dio cuenta que estaba abultado.- ¡¡¿¿¿???!!
-¿Ya has pensado en un nombre?
-...- la pregunta la tomó por sorpresa y después de pensarlo un poco, dijo lentamente.- yo... siempre quise una hija que se llamará Moroha.
-Moroha... es un nombre precioso, me gusta ¿Y si es niño?.- le preguntó con entusiasmo el chico frente a ella.
-... No lo sé. Aún no lo decido.
-¿Y si se llama igual que yo?.- se apuntó con el dedo, sonriendo de oreja a oreja.
Kagome rió ante su gestó infantil y asintió con la cabeza.
Después de platicar un poco más, "Ryusaki" la tomó de la mano y salieron del cuarto para ir a desayunar con los demás. Justo cuando iban saliendo, vio a Rin corriendo hacia ella, con un vientre aún más grande que el de ella.
-¡Rin!
-Hola hermana ¿Cómo amaneciste?.- su sonrisa era inocente y cargada de emoción, Kagome estaba sorprendida.
-Bien...
-¿A poco no es genial que estemos embarazadas al mismo tiempo? ¡Así nuestros hijos estarán muy felices de jugar juntos!.- podía ver la felicidad en su rostro y no pudo evitar ser contagiado por ese entusiasmo.
-Rin, no deberías de correr tanto mientras estés embarazada.- un hombre se acercó a ella al igual que a "Ryusaki" a el también lo conocía por otro nombre.
-Asukai, no te preocupes. Estaré bien, la maestra no me ha dicho nada acerca de correr. Además, puedo sentir cómo Setsuna y Towa se sienten felices al ver a su tía y a su prima.- se acarició el vientre con ternura y mucho cariño.
Los recuerdos nuevamente se colaron a su cabeza. Asukai, era un joven soldado que había llegado mal herido, producto de una feroz batalla. El amor entre Rin y el, fue casi de inmediato.
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Sagrada Maldición
FanfictionUna maldición milenaria aqueja a un viejo templo. Cuando muere su antecesora, las tres jóvenes sacerdotisas, Kikyou, Kagome y Rin, siguen sus enseñanzas e intentan cumplir su deber como protectoras de la legendaria perla de Shikon, pero ¿Cual es esa...