Quizás debería de estar agonizando o quizás su cabeza le estaba jugando una broma, pero cuál fuera el caso, por su mente surgieron miles de imágenes coloridas de diferentes personas y de diferentes etapas de su vida.
Los recuerdos maravillosos que había vivido con esa persona tan especial para ella... ¿Fueron reales? Tan si quiera, ¿Pasaron en algún momento? ¿Esa persona aún la recordaba a ella? ¿Cuáles eran los sentimientos que él tenía por ella...? Aunque el tiempo fue relativamente corto, su relación era demasiado sencilla. Con sólo una mirada o un simple gesto, podían entenderse a la perfección. Soltó un suspiro al recordar su reflejo en esos hermosos ojos dorados de los que se había enamorado, o ver esas adorables orejitas moverse cuando él se sentía incómodo o no sabía cómo pedirle algo, o quizás, al recordar ver como el sol bañaba ese hermoso cabello color plata, que parecía brillar con una intensidad maravillosa.
Con una sonrisa en el rostro, su cabeza le enseñó otros recuerdos maravillosos en los que estaban otras personas importantes en su vida.
Esos recuerdos, eran los que tiene de sus amigas inseparables que llegaron a convertirse en sus hermanas... ¿Fueron siempre tan radiantes? ¿Porque todos los recuerdos que tenía con ellas estaban pintados de luz y calidez, pero al mismo tiempo, le parecían tan irreales y lejanos? Todas las imágenes que aparecían en esos recuerdos eran algo borrosas y dudaba de que ella haya estado ahí, era cómo si las estuviera viendo a través de un vaso con agua turbia. Al verlos, no pudo evitar que una lágrima rodará sobre su mejilla.
La escena cambió, como si su cabeza quisiera revivir todos los momentos felices que pasó al lado de todas las personas importantes en su vida.
También pudo ver a su familia antes de morir en aquel ataque causado por un demonio. Aun recordaba a su abuelo, a su hermano menor y a su madre, quienes le llamaban de manera cariñosa al levantarla en las mañanas o cuando la comida ya estaba lista para juntarse a comer. Su familia la cuidaba tanto, era tan feliz al lado de ellos. Antes de su vida en el templo, de sus amigas y de su maestra, tuvo una vida completamente normal y feliz. Según sus recuerdos borrosos, ella era la hija mayor de una pequeña familia compuesta de 5 integrantes, era la más alegre y a todos les sacaba una sonrisa. En la aldea, todos le decían que era la más hermosa e inteligente de las demás jóvenes, que podría lograr muchas cosas, todos la querían y le trataban con cariño. Su aldea, aunque era una muy humilde, al menos tenían para comer y aún las guerras no llegaban hasta ellos, ninguna desgracia ocurría ahí.
Mientras ese montón de recuerdos de su infancia inundaban su mente como si fuera un río que arrasa con toda la tristeza a su paso, sentía una desesperante sensación de estar flotando en la más absoluta oscuridad, como si estuviera en el fondo del mar, como si estuviera en el espacio... sin nada que ver, sentir, tocar, oler o escuchar.
Quizás estaba agonizando o quizás su cabeza le estaba jugando una broma... Era como si toda su vida estuviera pasando por sus delante de sus ojos.
Podía recordar levemente lo que había pasado antes de caer en ese estado. Recordaba que iba caminando junto a su grupo en dirección a donde se encontraba el villano que había robado la perla de Shikon, cuando de repente había caído por un abismo a causa de una fuerte corriente de aire y ahora, de repente, se encontraba encerrada dentro de la perla de Shikon, se estremeció al recordarlo.
¿Cómo sabía que se encontraba dentro de la perla de Shikon? Su instinto se lo decía.
Era como si estuviera agonizando o su cabeza le estaba jugando una broma... Aunque sentía que lo más acertado era la primera opción.
Para evitar verse sobrepasada por toda esa infinita oscuridad y dolor, intentó aferrarse con todas sus fuerzas a esos cálidos recuerdos que eran muestra de su existencia. Se negaba a dejarlos de lado, se negaba a soltarlos porque ellos eran la prueba de su paso por este mundo, se negaba a aceptar que se había caído en ese risco y que ahora se encontraba dentro de la perla de Shikon y que había sido separada de sus hermanas. Aunque sintiera que no le pertenecían esos hermosos recuerdos, los abrazó con esperanza.
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Sagrada Maldición
FanfictionUna maldición milenaria aqueja a un viejo templo. Cuando muere su antecesora, las tres jóvenes sacerdotisas, Kikyou, Kagome y Rin, siguen sus enseñanzas e intentan cumplir su deber como protectoras de la legendaria perla de Shikon, pero ¿Cual es esa...