Capítulo 26

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Tanto tiempo había pasado y el corazón de Hanagaki seguía latiendo como el primer día en que la vió, seguía amandolo pero se sentía tan... Extraño al respecto por que también amaba a Mikey pero su mientras su cerebro le dictaba una cosa, su corazón le dictaba otra y él nunca fue alguien que prestará atención a sus sentimientos ni emociones.

— No la amo. — confesó Takemichi cohibido contra la pared, observando el suelo tan intenso que parecía querer traspasarlo.

— ¿Entonces por qué tus ojos se aguadan cuándo la recuerdas?. — Le Cuestionó Manjiro con voz firme. — Crees que no la amas pero no puedes negar lo que sientes ahí. — Dijo el más bajo tocando el pecho de Takemichi, justo en la zona del corazón. — No lo entiendo es confuso Takemichi.

La voz de Mikey se comenzaba a resquebrajar, se sentía tan lastimado.

— No lo sé Mikey, hace años que pasó, no veo lógico que...

— ¿La sigas amando? Takemichi yo te amé todo este tiempo, nunca lo dudé, pero no puedo obligarte a amarme, el corazón siempre vuelve a donde fue feliz. — Manjiro intentaba ser sensato pero no podía, no podía por que amaba tanto a Takemichi pero a la vez era tan ambiguo.

Aveces Takemichi no sabía lo que quería y eso lo lastimaba por que no entendía como funcionaba el razonamiento de la persona que amaba. Por otro lado Hanagaki estaba cansado, le dolía la cabeza pero no podía pasar la vida evitando tener conflictos.

Siempre llegará un momento donde tu feliz vida se va al caño, las cosas buenas no son para siempre y las cosas malas suelen durar más que las buenas.

— La adoro pero no creo amarla, por que Mikey yo te amo a tí. — Takemichi comenzaba a sentir el frío del clima corriendo por su cuerpo, su nariz estaba helada, parecía haber desarrollado un sexto sentido y ahora estaba más alerta, lo sentía todo y estaba al tanto de lo que lo rodeaba.

Como un animal en peligro que busca una salida.

Como un pecador que busca redención.

— Takemichi. — Mikey suspiró soltando el suspiro más largo de toda su vida junto la mirada más triste que Takemichi habría llegado a ver por parte de un ser humano. — Hay estudios, hay uno en específico. — Manjiro se alejó del pequeño cuerpo encorvado de Takemichi contra la pared. — que dicta sobre las emociones de las personas y que confirma que uno es capaz de amar a dos o más al mismo tiempo.

— Eso es insensato. — Le respondí Takemichi observando como el mal teñido se dirigía a la sala de la casa para tomar asiento en uno de los sofás.

Draken y Emma habían salido a comprar ropa para la bebé, el abuelo había salido con otros señores y Shinichiro a una noche de bingo en el centro e Izana se encontraba en el patio trasero fumando.

Takemichi agradecía a los cielos que no hubiera mucha gente en la casa de los Sano, no le gustaba cuándo otras personas opinaban de su relación con Mikey y mucho menos que los vieran u escucharán pelear.

— Es algo biológico, cuándo te enamoras creas oxitonina, la cuál coexiste con la dopamina y la adrenalina. — Takemichi se sentía en una clase de ciencias, no pensaba que Mikey fuera a responder con algo así. — Quiero decir. — Dijo Mikey notando la confusión en el rostro de Takemichi. — Que hay algunos componentes químicos en nuestro cuerpo que nos permiten amar a dos o más personas al mismo tiempo... Por eso existe el poliamor.

Esa palabra, no era algo que Takemichi desconociera pero no estaba muy acostumbrado a la idea.

En Saitama había tenido algunos encuentros y tenido citas casuales con personas, le habían propuesto incluso estar en una relación poli amorosa de dos chicas y un chico, pero Takemichi no estaba seguro de acceder... Simplemente no las amaba más allá de una amistad honesta y ellas aceptaron, entendían que encontrar a alguien más para este tipo de relaciones no era trabajo fácil.

El concepto no era ajeno, pero la práctica sí y Takemichi no estaba seguro de que estuviera enamorado de ambas personas a la vez... Debía haber algo más que eso.

— Mikey, no creo que sea mi caso. — Le confesó Takemichi detrás del sofá, observando la pálida nuca de Sano.

— Como podría yo saberlo, no puedo saber lo que sientes. — Respondió el ojo oscuro tomando un libro que estaba sobre la mesita de té. — Ve y habla con Hina, independientemente de lo que sientas hace mucho no se ven, si tu corazón sigue latiendo como antes entonces tendrás tu respuesta.

La voz de Mikey sonaba triste, molesta y parecía haber una terrible ira escondida en su voz, pero no podía impedirle a Takemichi salir y conocer gente, él no era el dueño de la vida de Hanagaki... Mucho menos el dueño de su corazón.

— Volveré pronto.

Takemichi tomó su chaqueta y salió de la residencia, sus ojos picaban y una ansiedad le domaba el alma.

Él siempre fue parte de Hina y Hina siempre fue parte de Takemichi. Mucho antes de que Manjiro existiera en la vida de estos jóvenes, Hinata Tachibana y Takemichi Hanagaki ya tenían una historia de amor escrita por Dios.

Robo con Plot Twist.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora