Emma se veía tan preciosa, se notaba el cansancio pero el rostro de una madre al observar a su criatura era posible combustible para obras de culto y la mirada que Emma le daba a su niña podría fácilmente convertirse en la joya de la corona para un artista plástico.Draken las miraba con ternura mientras acariciaba el cabello de Emma y se inclinaba para besar a la niña. Era una bebé hermosa, tenía los grandes y tiernos ojos dorados de su madre y el cabello tan negro como el de su padre, era una mezcla de genes perfectos, indiscutidamente era idéntica a ambos padres y Draken... No, Ken Ryuji no podía estar más feliz y orgulloso de su pequeña familia.
El abuelo había entrado para saludar y abrazó a Ryuji con fuerza, algo que sorprendió al más joven quién creía que no sé había ganado el favor del anciano, por otro lado besó la frente de su Emma y luego tuvo la oportunidad de alzar a la niña.
El hombre quería llorar, la bebé tenía una sonrisa tan bella, estaba callada mirando con sorpresa el mundo que la rodeaba, no tenía conciencia de lo que hacía o de lo que pasaba pero la conexión que el abuelo y la bebé habían creado en esos minutos era obvia. Entonces Izana se acercó temeroso de la reacción de la niña, pero tan pronto como este se aproximó los inmensos ojos de la pequeña lo miraron y sin más extendió los bracitos directo a su rostro, cosa que claramente tomó por sorpresa a los presentes.
- No yo... - Izana se quiso hacer a un lado cuándo el abuelo se la quiso pasar. - ¿y si se me cae?. - Emma lanzó una pequeña carcajada entre los brazos de Draken, Sintiéndose amada debido a los besitos que el mayor dejaba en su cabeza.
- No la vas a dejar caer y sí eso pasa me voy a encargar de que no puedas tener hijos. - Le dijo Emma con una sonrisa simpática en su rostro.
- Eso no me calma. - Le contestó Izana con voz algo molesta mientras tomaba a la niña quién rápidamente dejó sus manitas en en las mejillas del moreno.
- Creo que le gustas. - Le dijo Mikey acercándose por atrás, dejando caer su barbilla en el hombro de Izana para sonreirle a la pequeña. - Hola princesa.
La pequeña estornudó directo en el rostro del más alto, este no se molestó con la niña, por otro lado le metió un codazo a Mikey.
- Tu colonia es fuerte le has de haber quemado la nariz.
La pequeña reunión se tuvo que ver forzada a acabarse debido a que Emma tenía que descansar, Draken quería pasar un rato más con la bebé a sola, así que el abuelo decidió ir a comer algo con sus nietos y Takemichi.
Mikey estaba bastante emocionado hablando de como la niña tendría un gran futuro en las artes marciales y lo feliz que sería por tener unos padres tan espectaculares.
Fue entonces que se le encendió el foco.
- Shinichiro.- Dijo deteniendo su andar llamando la atención de los tres individuos frente a él. - Él aún no sabe que ya es tío.
- Acaba de despertar ¿que pasará si la impresión lo mata?. - Le dijo Izana con su típica voz socarrona.
- No lo va a matar, se va a sorprender pero no creo que se muera. - Mikey caminó a tomar la mano de Takemichi para irse a buscar a Shinichiro.
La pareja se iba a la sala de terapia donde muy probablemente se encontraría el mayor de la familia Sano.
- ¿No vas a ir?. - Le interrogó el abuelo al moreno mientras este se quedaba pensando su respuesta.
- No, luego tendré tiempo para ponerme al día, vamos a comer y a llevarte a casa. - Izana tomó al abuelo del hombro y comenzó a caminar a su lado, saliendo del hospital.
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La pareja corría por los pasillos del hospital cuidando no tropezar con nadie, Mikey guiaba a Takemichi hacia la sala de terapia y cuidando de entrar callados a dónde debería de estar Shinichiro, Takemichi estaba algo pálido debido a que no sabía cómo iba a reaccionar el mayor de los hermanos.
Entonces Mikey apretó un poco el brazo de Takemichi y su mirada fue directa a donde se encontraba el pelinegro.
Una enfermera le ayudaba con los ejercicios de pierna y mientras él intenta mover los brazos. Como Mikey se había ocultado detrás de unas colchonetas no podrían verlos, y era ahora que comenzaba a preguntarse si estuvo bien venir.
Recuerda a Shinichiro como una persona valiente y determinada que no se daba por vencido, pero verlo haciendo fuerza, con aquel rostro afligido al borde del llanto.
- Shinichiro. - Soltó un Mikey angustiado al ver que el pelinegro se dejó caer en los colchones. - Tú puedes.
Takemichi observó cómo las enfermeras lo miraron agotadas y se levantaron, dijeron algo y luego se marcharon, el pelinegro observó como estas iban lejos y corrió a donde se encontraba Shinichiro, Mikey entró en pánico al verlo llegar al lado de su hermano.
- ¿Sano Shinichiro?. - Al escuchar su nombre el mayor levantó la cabeza para observar los curiosos pero decididos orbes azules de Takemichi. - Soy Hanagaki...
- ¡Takemichi!. - Le llamó Mikey con voz irritada llegando al encuentro.
- Seré tu entrenador personal desde ahora. - Takemichi le extendió el brazo mientras le regalaba una sonrisa a lo que Shinichiro se quedó en blanco, pero de igual forma aceptó, tomando a como podía la mano del menor quién a su vez intentó ayudarlo a levantarse. - Sé que eres capaz, tu cuerpo solo está dormido Shinichiro.
Mikey tomó la silla de ruedas más cercana pero Shinichiro solo le sonrió mientras se sostenían de Takemichi.
- voy por mi cuenta. - Esa pequeña frase se quedó gravada en Mikey a quema ropa. Hace años no escuchaba la voz de su hermano, ahora sonaba ronca y forzosa pero con el tiempo podría volver a hablar con normalidad.
Shinichiro estaba de vuelta y verlo así de bien era una fiesta que deseaba jamás terminará.
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Robo con Plot Twist.
Fiksi PenggemarDonde Mikey le roba el celular a Hina y Takemichi le roba el corazón. Suena a chiste pero es un Au serio Tokyo Revengers pertenece a Wakui.