Prólogo.

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Mi nombre es Hanagaki Takemichi y soy un estupido miedoso llorón, que terminó en un gran problema a causa de creerse un héroe.

Yo, la persona más desconfiada y miedosa del cosmos iba a enfrentarme a un matón. ¿La única razón por la que pondría en peligro mi vida?  Por alguien más importante que yo... Mi novia, y ahora ese día que me tenia tan ansioso ha llegado, mi alma será recibida por Dios y mi cuerpo terminará en la morgue por que "don héroe" no se podía quedar con las manos cruzadas ante el robo del celular de su amorcito. solo deseo que Hina no se sienta culpable.

Soy estúpido y no pienso.

Me gustaría que mi ataúd sea de peluche rojo, para irme con todo el Flow.

Y realmente me gustaria que Chifuyu encontrará mi contraseña de club penguin entre toda mi mierda, no pagué esa membresía en vano. Mierda voy a morir joven y ni siquiera hice testamento, ¿será que Chifuyu se pelea con Hina por toda mi basura?

Fui Hanagaki Takemichi, un atractivo hombre que dio su vida por su amada.

Frente a mí, con un aura demoniaca, se encontraba el ladrón del celular de Hina, sentado sobre unas escaleras de piedra, con las piernas abiertas demostrando que este era su territorio y yo solo era un viajero en tierras extrañas. mirándome con esa aura aterradora, como la serpiente que examina a su presa antes de engullirla. 

Y justo cuándo pensé que iba a morir, el tipo rubio levemente más bajito que yo, con cara de estreñimiento, me entregó  aquél preciado objeto.

"Dios me has visto a los ojos."

— No es gratis.

"Y estabas llorando".

— Quiero tu número. — Ese tipo se levantó de la escalera de piedra en la que estaba sentado y se acercó demasiado a mi rostro, podía respirar el aroma que emanaba de su cuerpo, no usaba colonia, era un olor a jabón frutal cítrico con una mezcla a dulce, parecia que acababa de comerse un doriyaki, podía sentir el calor de su respiración sobre mis labios. "¿iba a besarme?" .

— Bien... — Solté nervioso mientras sacaba de mi pantalón un marcador que había traído en caso de que necesitar algo con que defenderme, mi idea era ir directo a los ojos. Tragué saliva con fuerza sintiendo como mi estómago se revolvía. - ¿Tienes papel?. — Le pregunté con voz temblorosa, él se subió la manga de la sudadera y me miró firme, claro que sabía lo que quería, tomé el brazo con delicadeza y comencé a escribir mi número, era un brazo largo y delgado, probablemente tenía una buena defensa en el combate cuerpo a cuerpo.

— No intentes darme uno equivocado, por que créeme cuando te digo que me daré cuenta. —Habló con un tono amenazante. Aquél matón me miraba desde arriba, como intentando demostrar que era superior a mi persona, examinándome por completo lo cual hizo que mis piernas comenzaran a temblar.

— Puedes verificarlo. —Le respondí a secas.

"Dios es que para ser bestia no se estudia."

El rubio sacó su celular y apuntó el número para llamarme en ese instante y en efecto "I'm a little butterfly" comenzó a reproducirse llamando la atención de uno que otro transeúnte. Entonces un silencio de muerte se presentó para que al poco tiempo, el más bajo se explotará con una sonora carcajada.

— ¡JAJAJA!. — Se reía estruendosamente con la maldad recorriendo su existencia y luego tomó mi hombro con fuerza haciendo que me agachará levemente. — Espera mi mensaje niño bonito.

Desde ese día me convertí en la perra del diablo.

Robo con Plot Twist.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora