🏳️🌈Las luces de Shibuya iluminando las calles que comenzaban a verse oscuras debido a la ausencia del sol, era uno de mis espectáculos favoritos, me recordaba a muchos sucesos buenos de mi vida, como mi primer beso con Hina, cuándo gané un proyecto de ciencias de la escuela en un festival nocturno o...
Cuándo besé a Mike.
Mi rostro debió de inyectarse de sangre por que entonces no me explico que Draken me revisará la temperatura al voltearse a verme. Emma solo rió ante esto.
Ambos hacían una pareja muy bonita, se notaba el amor a leguas, Draken tomaba la mano de Emma y verificaba que fuera seguro pasar, era obvio que era muy sobre protector con ella. Me hacia recordar a cuándo Hina y yo éramos pareja.
Habíamos llegado, luego de un no tan largo viaje a pié, la imponente residencia Sano se alzaba orgullosa sobre la acera, era una casa rústica de madera y bamboo, parecía llevar en pie bastante tiempo pero se veía tan bien cuidada y brillante como si la hubieran terminado de construir apenas ayer.
Emma abrió la puerta del portón de la entrada con calma dejándolos pasar, había un jardín seco muy bien cuidado, con algunas piedras blancas y macetas repletas de plantas que se encontrarían en ambientes áridos. Aún si era seco parecía estar muy vivo lo cuál le llamaba la atención al ahora pelinegro.
Caminaron por un camino de piedras y llegaron a la entrada, un hombre mayor se encontraba sentado leyendo un libro en una mecedora y cuándo Emma se acercó para abrazarlo y plantearle un beso en la mejilla, el hombre dejó todo lo que hacía para devolverle el dulce gesto.
Tenía un rostro amable marcado por la esas, ojos que parecían estar entre cerrados siempre, su piel quizá se había tostado por el tiempo que habría vivido bajo el sol, pero ahora se jactaba de una calmada y plácida vida viviendo de sus esfuerzos durante toda su vida joven.
— Abuelo, él es Takemichi, es un viejo amigo de Manjiro, acaba de volver de su estancia en Kiyose y quería pasar a saludar a Manjiro.— Le explicó Emma volviendo al lado de Draken.
El anciano lo examinó de pies a cabeza y luego le sonrió.
— Cualquier persona que haya hecho tan feliz a un miembro de mi casa, es bienvenido. — Dijo el hombre volviendo su mirada a la lectura. — Adelante, pero les pido que si van a comer algo no usen los platos caros, esos son para fin de año. — Dijo desviando su atención completamente.
Emma asintió y luego de que los tres se despidiera con una pequeña pero educada reverencia hacia el hombre mayor, entraron a la casa.
El ambiente dentro de la casa era acogedor y elegante, Takemichi estaba seguro de que podría pasar toda su vida ahí y sería feliz.
El piso era de madera oscura con una gran alfombra con diseños negros y antiguos, de color blanca, sobre la alfombra una mesa negra de madera con un juego de té usado. Entonces Emma suspiró.
— ¡MIKEY TE HE DICHO QUÉ LAVES LOS PLATOS LUEGO DE USARLOS!. — Gritó Emma desde la sala juntando los platos para ir a dejarlos a la cocina. — Lo siento Takemichi, aveces Mikey es algo desordenado.
Draken caminó a una de las ventanas de la sala y abrió las cortinas para luego abrir la parte corrediza.
— El abuelo tiene una lechuza, la deja libre durante el día y parte de la noche, siempre deja abierta esta ventana para que entre cuándo quiera, pero a Mikey se le olvida abrirla aveces. — Le explicó Draken suspirando cansado.
Takemichi estaba algo ansioso por ver a Mikey, hace mucho tiempo que no lo veía y no sabía cuál sería la reacción luego de verlo después de tanto.
— Ya lo iba a recoger, estaba buscando unas galletas pero no las encontré, así que subí a mi cuarto a ver si no me la había lleva... — Se defendió Mikey llegando a la sala desde las escaleras.
Entonces una corriente fría probablemente proviniente de la ventana, entró a la habitación.
Manjiro se quedó de pié, observando al chico de cabello negro que estaba en medio de la sala, lo miraba como quién no creía lo que pasaba. Emma había vuelto de la cocina y observó a Draken, regañandolo en silencio haciendo gestos con su rostro indicando que la acompañará.
Draken quién era inteligente pero algo lento asintió rápido y corrió por la sala, fue chistoso ver como se capeaba la mesita de madera y el como casi se tropieza con la alfombra, sin olvidar que al pasar al lado de Mikey se golpeó una pierna con el brazo de un sillón.
— Esto parece un campo minado.— Se quejó el mayor llegado al lado de Emma, siendo tomando de la mano para ser guiado a las escaleras.
— Eres torpe cariño. — Se rió Emma a la distancia, una vez ambos subieron las escaleras todo se quedó en completo silencio.
— Hola Mikey. — Fue lo único que logró decir Takemichi, fue increíble poniendo en cuenta que su aire escapó cuál bala de sus pulmones.
Sin embargo Mikey nunca dijo nada, lejos de eso le terminó lanzando la bolsita de galletas a la cara.
¿Era un regalo o estaba enfadado?.
— ¡IDIOTA!. — Exclamó Manjiro corriendo directo a Takemichi, el chico se dió cuenta de que estaba enojado por la furia interna mostrada en su mirada, Takemichi sólo acató a salir corriendo fuera de su alcance.
No conocía la casa así que sólo corría como liebre loca a cualquier lugar que viera libre de obstáculos, después de todo era una casa grande.
— ¡MIKEY TE PUEDO EXPLICAR!. — Gritó aterrado Takemichi sin saber lo que decía ¿qué le iba a explicar? Ni el sabía sólo estaba muy asustado, nunca había sido fan de que lo correteran le daba una sensación de pánico increíble.
Al igual que el contorcionismo, Takemichi le tenía pavor a la gente que podía desprender su cuerpo de esa forma y terminar cuál lombriz en el piso o en el aire, debido al acto que se presentará.
— NOS ABANDONASTE A HINA Y A MÍ. — Takemichi dió un grito ahogado al caer al piso luego de que Manjiro le lanzará un almohadón que encontró en uno de los sillones de la sala.
— FUE SIN QUERER, TENÍA OBLIGACIONES EN CASA Y... — Takemichi se sintió amenazado al ser jalado por Mikey, lo había volteado para que le diera la cara y aún seguían en el piso, al parecer habían llegado a una especie de oficina, el piso ahora era de baldosa blanca, las paredes se dividían de la mitad para abajo de madera y la mitad para arriba de concreto, había una gran ventana corrediza con marco de madera y un escritorio de estudio con muchos libros y una silla reclinable.
— Dejaste de comunicarte. — Le arrojó Manjiro con voz rota, ahora se encontraba sobre él, sosteniendo ambos brazos de Takemichi por la muñeca, sobre el frío piso.
— No fue mi intención, un día ya no pude comunicarme con ustedes, solo pude seguir en contacto con Chifuyu, pero nunca fue mi intención lo juro. — La necesidad de explicar hasta su existencia ante Mikey, era obligatoria, en estos momentos Takemichi se sentía diminuto ante el rubio.
Ahora que se daba cuenta Manjiro había descuidado bastante su tinte, parecía desgastado como si hubiera intentado mantenerlo de mala gana y ahora su cabello lucia más largo que antes.
De hecho todo en Mikey daba un aspecto desaseado, pero no olía mal.
Parecía que se bañaba sólo por que alguien lo obligaba, quizá Emma o Draken influían en eso.
— Te extrañé mucho Michi.— Cuándo Mikey dijo aquello, con aquella voz dulce y triste, a Takemichi se le comenzó a inundar el corazón de sangre debido al rápido palpitar de este.
Si no se calmaba le iba a dar un paro.
— Yo también te extrañé mucho Mikey.
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Robo con Plot Twist.
FanfictionDonde Mikey le roba el celular a Hina y Takemichi le roba el corazón. Suena a chiste pero es un Au serio Tokyo Revengers pertenece a Wakui.