Robo con Plot Twist.

Capítulo 27.

💫

Takemichi se marchó dejando a Mikey procesando todo lo que pasaba a su alrededor y de forma inesperada lágrimas comenzaron a desbordarse de los ojos de Manjiro, en una mezcla entre desesperación, frustración y celos, Manjiro no sabía realmente lo que sentía en ese momento pero sentía que ya no podía más.

Estaba cansado de sentirse así, de no saber lo que quería o de no saber lo que Takemichi quería ¿era su culpa por no saber amar? Sus sentimientos eran muy ambiguos, sentía que no era capaz de sentir como Takemichi lo hacía, pero también lo amaba tanto.

Que le dolía en el alma, en el corazón  y su pecho ardía de rabia por no comprender sus emociones, estaba tan enfermo de él mismo; tan enfermo y cansado de su existencia.

Y lloró tan desgarradoramente que su garganta ardió por que odiaba no comprender a las personas que lo rodeaban por que sus emociones eran un problema inmenso y solo queria ser un chico común como los demás, sentir como los demás, amar de forma común y corriente, ser capaz de ser amado y corresponder las emociones de quienes lo aman.

Pero Manjiro Sano no era capaz, por que no podía destapar sus emociones, muchas veces sintió que no era capaz de tener sentimientos y se sentía frustrado por que era igual que un robot, tenía celos y envidia de Emma por ser tan bellamente sentimental, por amar, por cuidar y defender sus sentimientos, por llorar sin sentirse culpable y de demostrar su cariño sin sentir vergüenza.

Quería vomitar.

Por qué tenía que enamorarse, no debería ser capaz de hacerlo, ni siquiera se sentía capaz de tener sentimientos así... Pero Takemichi le sacaba suspiros y le hacia sentir en casa, pero aveces deseaba nunca haberlo conocido en su vida.

Por que era tan extraño, se sentía que lo amaba pero no como amas a una pareja, se sentía como el amor de un mejor amigo o de un hermano... Entonces las dudas e inseguridades crecían en la mente de Manjiro.

¿Hinata siempre fue el amor de la vida de Takemichi y Manjiro solo había sido un juguete?

Se sentía horrible y mientras Mikey se hundía en su depresión, Izana entraba a la sala, intentando hacer el menor de los ruidos, escuchando los desesperados sollozos de Manjiro.

Se tragó su orgullo y caminó al sofá, tomando asiento al lado del más bajo, lo observó en silencio y sintió como el corazón se le quebraba. Mikey no era su hermano favorito, pero tampoco le gustaba verlo mal, así que suspiró y lo atrajo a su cuerpo, abrazándolo con extrañeza, no estaba acostumbrado a tener este tipo de cercanías con Mikey pero al sentir la presión del más bajo, la forma desesperada en la que se aferraba a su cuerpo y el frustrado sentimiento de pánico en sus llantos.

Solo hicieron que Izana lo abrazará con fuerza y acariciará su mal teñido cabello, notando las puntas abiertas y el mal estado del cabello de su "hermano".

— Cuándo te calmes voy a arreglar tu cabello, tu rostro puede verse horrible llorando, pero ten la dignidad de que al menos tu cabello se vea bien. — Suspiró Izana con voz ronca debido al cigarro y al sentimiento que le dió ver a Mikey llorando.

El de aspecto más joven solo asintió acunandose más en los brazos del albino.

— Estoy aquí, siempre estaré para lo que necesites... Idiota.

Y con aquello Izana solo arrulló a Mikey hasta que se quedaron dormidos.

Luego se pelearian por que Mikey manchó la ropa de Izana con sus lágrimas.