¿Todo acabó?

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Me encuentro en el hospital, echado en la camilla de la habitación mientras miro un punto fijo en el techo. No he podido pensar en nada, solo quiero desaparecer y liberarme de todo.

Llegué hace 2 horas y no he podido pensar en nada. Solo me encuentro respirando.

Tengo mi tobillo vendado, no puedo moverlo bien, siento que se me va a salir si lo hago.

Los doctores dijeron que la sobrecarga y el peso recibido en mi pie hizo que se me inflamaran los tendones, tendré que llevar rehabilitación y muchas medicinas para el dolor.

La peor noticia que pude recibir es que tendré que sumarle 2 meses más a mi regreso al fútbol, algo que me quito las esperanzas por completo.

Este año cumplo 18, ya tendría que haber tenido alguna beca deportiva en una universidad. Pero todo fue mi culpa y creo que ya no tengo nada.

Mi sueño se rompió aquel día del accidente, pero termino de desvanecerse hoy. Solo queda empezar desde 0 y saber que cosa estudiar, aunque no anhele nada de eso.

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Al llegar a casa del hospital, lo primero que hago es sentarme en el sofá y tirar a un lado las malditas muletas, tengo que usarlas durante 1 mes. Eso significa que no tendré que asistir a la escuela.

El entrenador acepto toda la culpa y tendrán consideración con mis notas, pero serán solo aprobatorias y no destacables. Significa que no me alcanza para solicitar alguna beca.

- Hijo.

La voz de mi madre me saca de mis pensamientos.

- ¿Qué pasó? - respondo, tranquilo.

Por más que sienta irá, frustración y tristeza no significa que deba hablarle mal a mi madre.

- Voy a preparar la cena. ¿Quieres que te ayude a subir a tu habitación?. - pregunta mi madre con una voz melodiosa.

A veces me pregunto que he hecho para tener a una madre como ella, es totalmente perfecta.

- Sí, por favor. Solo quiero descansar, hoy fue mal día.

- Bien, vamos.

Me apoyo en su hombro y subimos las escaleras lentamente, nos demoramos una eternidad, pero al fin llegamos a mi habitación.

Me echo en la cama y suelto una gran cantidad de aire para disipar la tristeza.

Decido dar una pequeña siesta, pero escucho que tocan mi puerta. Doy la orden de que pase quien quiera que sea, porque no puedo pararme.

Al abrir la puerta veo a Adam con los ojos llorosos, me pregunto que habrá pasado. Mi sentido de alarma se enciende y me siento en la cama rápidamente

- Adam ¿Qué pasó? - pregunto preocupado

- Mi mamá... - siento que se le quiebra la voz y no puede seguir.

- Cuéntame, hermano. ¿Qué le pasó a tu mamá?

Toma una gran bocanada de aire y creo que está listo para contarme.

- Mi mamá tiene un tumor, Bastian.

No puede ser, está noticia me llegó como un balde de agua fría.
Antes de decidir jugar en la escuela, ví que en mi teléfono tenía 5 llamadas perdidas de Adam, justo no había venido a la escuela. Así que pensé que quería mis apuntes, por eso decidí ignorarlo por un rato.

- Pe- Pero ¿Cómo? - es lo único que logra salir de mi boca.

- El día de la fiesta, mi madre se desmayo y rodó por la mitad de las escaleras , los doctores dijeron que el golpe causo que el tumor se creara.

- Pero, ¿Estará bien? ¿Qué pasará con el bebé?

No puedo quitarme de la cabeza aquella idea de que Adam pueda perder a su mamá y al bebé.

- No lo sé, mañana nos dirán si el tumor es benigno o maligno. - dice mi amigo con los ojos cristalizados.

-  Ven aquí.

Le pido que se acerque y lo abrazo. Adam ha estado en mi peores momentos y nunca me ha abandonado, es hora de que yo haga lo mismo.

- Llora si quieres, hermanito. - le digo mientras doy pequeñas palmas en su espalda

Entonces comienza a llorar y se quiebra por completo, siento su dolor y angustia.

Me pongo a pensar en todo lo que nos pasó, el puede que pierda a su mamá y yo quizá pierda mi futuro.

Sin duda alguna este no es un gran año, tuve un accidente, casi destrozo mi pierna, tal vez pierda mi futuro, mi amigo está roto. Entonces me pregunto ¿Todo acabó? ¿Ya todo lo malo se acabó?

¿Que más nos tiene deparado el futuro?

Me quedo abrazando a Adam durante un largo rato, recuerdo cuando yo lloré por la partida de mi perrito y él se quedó conmigo esa noche. Yo lloraba desconsoladamente y el solo me tenía abrazado.

En pocas palabras Adam llegó a convertirse en mi hermano y ahora necesita todo mi apoyo.

En pocas palabras Adam llegó a convertirse en mi hermano y ahora necesita todo mi apoyo

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Nunca es tarde (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora