¿Tímida parlanchina?

33 4 0
                                    

Luego de haberme dado una extensa explicación de cómo Ladybug puede ser descubierta por sus amigos, pero el guión es un poco absurdo, llegamos a una heladería.

Es la primera vez que veo este lugar y me pregunto ¿Cómo es que Adam lo conoce? Jamás hemos venido aquí.
Supongo que habrá tenido algunas citas, después de todo él es el más hablador de los dos.

Nos acercamos a la joven que esta en la ventanilla para pedir nuestros helados.
Yo, cómo siempre, elijo mi helado de menta con chispas de chocolate y Jane se ordena un helado de chocolate.

Al tener nuestros helados nos vamos a sentar a una mesa.
Ella había pedido uno de chocolate y yo de menta con chispas de chocolate.

Mi mente está tratando de pensar en miles de temas de conversación, para no quedar como un chico que no sabe socializar, pero creo que en realidad no se hacerlo.

Que triste.

Tú puedes, Basti.

¿Acaso me estas apoyando?

Sí, obvio.

Tú nunca lo haces, Remi.

Sí, llamo a mi propia conciencia de esa manera. Remi es un nombre que se me ocurrió ponerle luego de haber visto Ratatouille.

Me ofendes. Pero admito que esta vez lo estoy haciendo, porque esta chica me da buenas vibras.

Sí, a mí también. Gracias.

Un placer, Romeo junior.

- Cuéntame ¿Cómo llegaste a este humilde sitio?

Creo que esa pregunta no fue tan buena, pero algo es algo.

- Un chico me invitó un helado. - menciona riéndose.

- ¿Qué? -Pasan algunos segundos hasta que logro captar su broma, pero que lento soy para esto.

Solo me limito a reír, más por mi lentitud que por su broma.

- Me refiero a ¿Cómo es que llegaste a esta ciudad?

- Fue por el trabajo de mi madre. - responde mientras muerde la punta inferior de su cono.

- ¿Ya has hecho amigos?

Muy sutil, campeón.

- No, solo tengo a mi mejor amiga. La conozco desde que era una niña, a veces viajaba hasta Francia solo para verme.

- Si la conocías desde niña, eso quiere decir que tú vivías aquí antes ¿Cierto?

- Sí, hasta los 5 años.

- Entonces se puede decir que ella es como una hermana tuya.

- Sí, es lo más atinado. - me mira unos segundos antes de hablar. - ¿Cómo conociste a tu mejor amigo?.

Esa es una buena pregunta para sacar un tema de conversación.

Cállate.

- Lo conozco desde que éramos niños, no íbamos a la misma escuela, pero sí al mismo parque.
Todas las tardes siempre lo veía en los columpios, creí que tenía amigos con los que jugar. Pero luego de días me dí cuenta de que era como yo, solitario y tímido.

- ¿Me estás diciendo que el chico de hace un rato era tímido? - su rostro es de completa confusión.

- Sí, aún que no lo creas - respondo entre una pequeña risa. - La verdad es que ni yo recuerdo cuando se volvió tan hablador.

- ¿Y que pasó después? ¿Cómo se hicieron amigos? - pregunta muy curiosa.

- Pues me senté en el columpio del costado y le hice toda pregunta que un niño, de 6 años, hace para tener amigos.

Nunca es tarde (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora