El examen

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-¡Bastian!

Sí, esa es mi madre llamándome para que baje a desayunar.
El día de hoy tengo un examen y le pedí que me despertara temprano para no llegar tarde a la escuela.
Es viernes, así que llevo en mi mente que hoy es el último día de la semana.

-¡Ya voy! - le grito desde mi habitación.

-Vas a llegar tarde, cariño - dice mi madre entrando a mi habitación.

- Tranquila, ma. Aún me quedan 30 minutos - Le digo mientras me acomodo la mochila en la espalda

Bajo las escaleras camino a la cocina, ingiero todos mis alimentos en 5 minutos y me dirijo a la escuela. No sin antes darle un beso en la frente a mi madre.

Me adentro al auto y emprendo mi rumbo.

Al llegar a la escuela me doy cuenta que me sobran 9 minutos. Esta vez sí llegué temprano.
Al entrar me voy directamente a las canchas de fútbol y empiezo a hacer mi ritual de la suerte. En 2 días tengo un partido muy importante que definirá mi futuro.

Vuelvo adentro y llegó a mi salón, me siento al medio de la clase, porque tengo miopía y me rehusó a usar gafas.
Mi madre siempre me dice: Algún día tendrás que aceptar que debes ponerte gafas, nunca es tarde para usarlos.

- Bien, alumnos. El examen durará 45 minutos, luego de ese tiempo no quiero ver a nadie escribir. - comunica el maestro Williams, devolviéndome a la realidad.

Entrega los exámenes y visualizo la prueba, consta de 20 problemas y cada una necesita ser desarrollada con la fórmula que nos enseñó ayer. ¡Rayos! Olvidé que se necesitaba la fórmula, me golpeó mentalmente por no repasar mis apuntes.
Cierro los ojos tratando de recordar algunas imágenes de mi cuaderno, doy gracias que tengo buena memoria, así que logro recordar algo y me dispongo a resolver el examen.

-Les queda 10 minutos. - nos informa el señor Williams, poniéndome nervioso al instante. Me quedan por resolver la mitad, creo que no lograré acabarlo.

10 minutos después el señor Williams nos informa que el tiempo ha terminado, no logré completar la mitad. Mi madre me va a matar.
Las otras clases me las paso pensativo en lo que le diré a madre, ignorando por completo todo lo que lo maestros explicaban

Salgo de la escuela y voy de vuelta a casa. Sí, no quedo con nadie en la salida, ya que no soy muy sociable, ni popular. A pesar de pertenecer al equipo de fútbol no tengo un club de fans, soy el que pasa desapercibido.


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Al llegar a casa saludo a mi madre, papá aún sigue en su trabajo y regresa dentro de 1 hora, le doy un beso en la frente y subo a mi habitación.
Al bajar nos ponemos a comer y suelta la tan esperada pregunta.

- ¿Qué tal el examen, mi bebé? - a veces adoro sus apodos, pero este fue muy exagerado.

- Bien, supongo - me limito a responder.

- ¿Cómo que supones? - dice, mientras su ceño se frunce poco a poco.

- El examen se debía resolver con la fórmula de ayer y yo no estudié, así que solo respondí la mitad de la prueba. - le comento, mientras meto una cucharada de sopa a mi boca.

- ¿¡Como!? Bastian, anoche te dije que estudies. ¿Que hiciste toda la noche? - grita mientras me lanza la cuchara a la cabeza. De inmediato me toco la zona afectada mientras reprimo el dolor.

- Estuve en llamada con mis hermanos. - le digo en voz baja mientras su ira se calma.

Andy y James son mis 2 hermanos que se mudaron a Francia. Yo soy el del medio, Andy el mayor y James el menor.
Andy es profesor de inglés y decidió llevarse a James con él, para que mejore su francés. Por otro lado me quedé solo, aquí, debido al fútbol.

- Los extraño mucho. - dice mi madre mientras se le cristalizan los ojos.

- Me dijeron que iban a venir para navidad. Creo que tienen un anuncio importante que hacerte - le digo mientras seco una lágrima que viaja por su mejilla - Pronto vendrán los buenos tiempos y vivirás feliz junto a tus hijos y tal vez futuras nuer-

El sonido de una taza estrallandose contra el piso nos hace asustar. Mi madre entrecierra los ojos y se pone en modo alerta, ella es demasiado supersticiosa.

- Mejor hay que comprar de plástico - le digo mientras trato de hacerla reir.

- Bastian, espero que para el próximo examen estudies. Recuerda, nunca es tarde para alzar tus notas. - comenta cambiando de tema.

- Lo sé, ma. Lo haré, te lo prometo.

Siempre saco buenas notas, pero esta vez me desvíe un poco debido a la llamada de mis hermanos. Sin embargo, los exámenes no son cosas difícil para mí, es solo que descuido mis tareas por el fútbol.

Sé que no es excusa, pero si logro mi propósito dentro de 2 días no importa mucho si apruebo mis exámenes.

Recojo todas las cosas de la mesa y las lavo para luego colocarlas en su lugar.
Mi madre deja la comida de mi padre en el microondas para que llegue y la caliente.

Más tarde me voy a mi habitación a ver videos de jugadas de fútbol, siempre lo hago cuando esta cerca un juego.
Mientras veo el vídeo me llega un mensaje en el grupo del equipo.

Mañana fiesta en la casa de Scott. Celebraremos antes el triunfo del domingo, habrán chicas super sexis.

Me debato mentalmente si ir o no, porque el día siguiente es el partido que definirá mi futuro y no quiero celebrar antes de tiempo.
Dejo la respuesta para mañana y me acomodo para dormír.

Dejo la respuesta para mañana y me acomodo para dormír

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Nunca es tarde (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora