Gaara Y Naruto ~ GaaNaru ~

En Las Profundidades 🧜‍♂️

Hola a todos, aquí vuelvo con otra pequeña historia donde las apariencias suelen engañar. Sumerjanse en las profundidades del océano para compartir ésta preciosa historia de amor.

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Sus padres habían sido asecinados por los humanos cuando él tenía cinco años. A partir de entonces el tritoncito Naruto quedó solo en la inmensidad del océano.

Solo y a la deriba sin nadie que cuide de él. La angustia amenazó con exterminarlo ya que las demás sirenas y tritones eran indiferentes a él y a su padecer.

Pero el destino quiso acercarlo a otro tritoncito que a pesar se tener a su padre y a sus hermanos, también padecía la soledad e incluso las grandes injusticias ya que era golpeado continuamente.

Naruto sintió los llantos de aquel tritomcito y siguiendo aquellos ecos lo vió. Estaba oculto entre las algas marinas llorando.

Al verlo, Naruto se asombró ya que podía sentir su intensa angustia. Se le acercó pero el pequeño tritón se acurrucó intentando ocultarse más aún entre la vegetación marina.

El tritoncito dorado empezó a hablarle logrando que poco a poco el tritoncito rojo vaya relajandose.

-Soy Naruto ¿y tú cómo te llamas?
-G-Gaara
-¿Por qué lloras Gaara?
- Porque me duele....me duele mucho....

Recién Naruto pudo ver que estaba lastimado. Instintivamente el rubio colocó su mano derecha sobre la herida de Gaara, y ésta empezó a cicatrizar eliminando su dolor.

Gaara estaba asombrado ya que nunca antes vió a nadie con semejante poder. La sonrisa de Naruto lo alegró. Así comenzaron a hablar haciendose muy buenos amigos.

Todos los días se veían en ese mismo lugar donde se conocieron, conversaban de todo un poco. Así cada quien fue contandole al otro sus penas y dolores morales.

Los años pasaron y entre ellos fue naciendo una amistad muy intensa, al punto de que a Gaara le costaba cada vez más alejarse de Naruto para volver junto a su familia.

Personas que no solo lo despreciaban, sino además lo golpeaban todo el tiempo por conciderarlo un monstruo. A su vez, a Naruto le resultaba muy difícil dejarlo ir a Gaara sabiendo que se dirigía junto a personas que no lo querían y no lo merecían.

Cada día que Naruto veía a Gaara tenía que curarle sus múltiples heridas, provocadas por su padre y hermanos. Habían pasado los años y ahora ambos tritones tenían trece años de edad.

Empezaban a abrazarse de una forma diferente a la que solían hacer tiempo atrás. Incluso llegaron a experimentar un beso diferente a los que se daban en su niñez.

Esa tarde Gaara debía regresar al infierno donde estaba condenado a vivir. Pero Naruto no quiso dejarlo ir, tuvo un mal presentimiento y le propuso irse juntos mar adentro.

Gaara lo miró asombrado ya que también anhelaba poder escapar junto a Naruto. Pero no le pareció nada justo aquello, por su familia que con errores y todo eran sus hermano y su padre.

- Por favor Gaara, ven conmigo. Vamos mar adentro juntos
- Naruto yo....
- Ellos no te merecen Gaara
- Es mi familia
-¡Te golpean todo el tiempo! ¡¿Qué clase de familia son?! ¡Ellos no actúan como una verdadera familia contigo!

- ¡¿Y qué puedes saber tú que estuviste solo la mayor parte de tu vida?! - rugió Gaara, pero lo hizo porque compartía la misma idea que Naruto y en verdad anhelaba irse con él.

Pero estaba haciendo uso de su maxima voluntad para darles una última oportunidad a su familia. Sin embargo a Naruto le dolieron en el alma aquellas duras palabras de Gaara. Las lágrimas humedecieron sus ojos.

Gaara apretó sus manos en forma de puños, sabiendo que lo había lastimado y era algo que jamás habría querido hacer.

- Gaara - susurró Naruto
- Debo volver con mi familia
-¿En serio?
- Por supuesto Naruto, es mi padre y son mis hermanos.
- Sabes que no te quieren.
- Nos vemos mañana Naruto.

Sin decir más Gaara volteó y se alejó. Sus escamas eran rojas, sus cabellos rojos y sus ojos celestes. Su piel blanca pálida. Si increíble belleza dejaba a Naruto sin aliento.

Aquella fue la última vez que el rubio lo vió. Ya que al día siguiente lo esperó durante todo el día pero nunca apareció. Pasaron varios días y Gaara no regresó.

Naruto empezó a sentir la intensa soledad que sintió cuando sus padres murieron. Cuando los hermanos de Gaara lo vieron se le acercaron, lo reconocieron como el único amigo de su hermano menor.

- Si buscas a Gaara pierdes tu tiempo muchacho - dijo Temari
- Nuestro hermano se marchó hace días abandonandonos a todos, a tí incluído - prosiguió Kankou
-¿Cómo que se fue? ¿A dónde se fue? - quiso saber Naruto asombrado.

- Quién sabe - contestó Temari con crueldad - Gaara siempre fue un monstruo, alguien sin sentimientos que solo piensa en sí mismo.

-Eso no es cierto. Gaara es muy noble - lo defendió Naruto
- ¿En serio? ¿Entonces por qué se marchó sin decirte nada al menos a tí? Después de todos eras su único amigo.

Aquello dejó pensando a Naruto sintiendo un dolor intenso mucho más fuerte que el que ya sentía.
- De todas maneras estamos mejor sin él - finalizó Temari riendo con crueldad y ambos hermanos se marcharon.

Naruto no estaba dispuesto a aceptar aquello, no tenía ningún sentido. ¿Por qué Gaara se iría solo, cuando él mismo le propuso irse juntos y el pelirrojo prácticamente se fureció con su persona?

Gaara apreciaba y quería a su familia, al punto de no dejarlos, ni siquiera por su gran amigo Naruto. El tritón dorado comenzó la intensa busqueda de su amigo perdido.

Así pasaron los días, los meses y finalmente tres años sin lograr encontrar rastros de él. Vió que sus hermanos vivían felices junto a sus familiares sin saber nada de Gaara ni importarles siquiera.

Al cabo de esos tres años, hasta Naruto se resignó a vivir lejos de su gran amor. Su corazón jamás dejó de sangrar.

El rubio se volvió un tritón muy antisocial, dejó de reír y su alegría quedó guardada en un rincón de su alma, debido a la intensa soledad que lo acompañó durante esos años.

Ahora, a sus 16 años era un tritón salvajemente peligroso, al que debían tratar con cuidado y precausión. No creía en la amistad y mucho menos en el amor.