Gaara Y Naruto ~ GaaNaru ~

Te Amo🕯

Gaara sentía que iba a morir de la angustia ya que nunca antes imaginó que sus hermanos le hicieran eso. Siempre los consideró sus aliados y los vio como protectores suyos. Pero ahora sentía que empezaba a asfixiarse.

El pelirojo contempló a su hermana asorado debido a que aún no daba credito a lo que escuchaba.

—¿Hablas en serio Temari? ¿Después de todo lo que nuestro padre me hizo, planeas apoyarlo?
— Pienso ayudarte aún siendo cruel, te protegeré incluso de tí mismo hermanito. Es por tu bien.

Gaara miró a Kankou en busca de apoyo, pero su hermano estaba a favor de ella y no de él. Suspiró apesadumbrado al comprender aquello.

—Ya veo — dijo finalmente — En ese caso les pediré que se retiren de mi casa y jamás regresen.
— ¿Perdón? — dijo incrédula Temari — ¿Oí mal?

— No Temari, oíste bien. Vayanse de mi propiedad y de mi vida.
— Perderás a Shinki ¿acaso dejó de importarte?

— No Temari, no lo perderé pero a partir de este momento dejaré de contar con ustedes. Se que le ganaré al maldito de nuestro padre. Solo que lo haré sin su ayuda.

— Queremos ayudarte hermano — dijo Kankou
— No se nota y no pienso caer en su juego. No voy a elegir a nadie.

— Gaara, ese niñero es...
— La persona que más amo y no lo hecharé ni a él ni a su hijito al frío de la calle solo por un capricho de ustedes.

— Hermano — dijo Temari — Te recuerdo que esta mansión es una herencia de nuestra madre. Significa que nosotros tenemos tanto derecho como tú a entrar aquí.

— No Temari, ustedes tienen sus respectivas mansiones. Eso me da prioridad y lo sabes.
— Usaremos todo lo que esté a nuestro alcance para conservar nuestra herencia — dijo Kankou.

— En ese caso nuestra relación se acabó definitivamente — dijo un dolido Gaara
— No es esa nuestra intención Gaara, no estás entendiendonos — comentó Temari — Solo intentamos protegerte.

Pero Gaara les dió la espalda y ordenó a su mayordomo conducir a sus hermanos a la salida.

Sabía que se le venía terribles problemas ahora que ya no contaba con la ayuda de ellos pero tampoco estaba dispuesto a aceptar que lo controlen así.

Después de todo era su vida, y esos días había experimentado la felicidad de ser amado y tener una familia. No dejaría que nadie arruine aquello tan hermoso.

Fue a buscar a Naruto y lo encontró en la habitación abrazando a los niños frente a la chimenea. Los tres dormían profundamente.

Pero al ver las andrajosas ropas que ambos rubios llevaban puesta junto a las valijas, frunció el ceño. No les permitiría irse a ningún lado.

Agarró las valijas y le ordenó al mayordomo tirarlas con todo su contenido. Ambos rubios tenían las ropas que él les hubo comprado y solo usarían esas y las nuevas que compren en el futuro.

Luego los despertó a los tres, Shinki sonrió feliz al verlo. Pero los rubios se asustaron. Aquello le dolió a Gaara más que la traición de sus hermanos.

—G-Gaara...nosotros.... — empezaba a decir Naruto pero el pelirojo lo interrumpio.

— No dejaré que me abandonen ni tú ni tu hermoso hijito. Los quiero en mi vida para siempre.
— ¿Qué? Pero tus hermanos...

— No me importan ellos ni nada más que ustedes. Ahora quitense esas ropas y coloquense las que les compré.
—¿Estás seguro Gaara?

— Totalmente
— Pero....
— Shhhhhhh — el pelirojo colocó su dedo en los labios del rubio con sensualidad — No digas más Naruto. Te amo y te lo voy a demostrar.

Ambos se besaron mientras los niños les daban privacidad.