Desesperación🕯

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Le hicieron toda clase de análisis, así fueron detectando todo lo que Shinki tenía. Así Gaara decidió pagar su curación, mientras empezaba a investigar sobre ese pequeño y todo lo que a él respecta.

Su hermano Kankou lo ayudaba, así descubrieron que la madre de Shinki murio en el parto y su padre en un accidente de auto cuando ella estaba embarazada de Shinki.

El niño estuvo criandose con su tío materno hasta que este fue encerrado en la prisión por ladrón.

Así, cuando Shinki tenía cuatro años fue entregado a un orfanato donde padecía frío y hambre, mucho hambre.

El pequeño no soportaba ser tocado por nadie más que Gaara, menos aún pinchado. Por tal razón Gaara no podía despegarse de su lado, y cada vez que debía ser atendido por los doctores y enfermeras el pelirojo era quien lo calmaba y le hablaba para que todo salga bien.

Transcurrieron dos meses y medio hasta que a Shinki le dieron el alta, tras curarle las heridas superficiales y más recientes. Pero le dieron una dieta para que pueda terminar de curarse y dejar la desnutrición de lado.

En tanto Kankou logró que su hermano menor obtenga la tenencia definitiva del pequeño Shinki, quien no daba crédito a los lujos que veía en lo que sería su nuevo hogar.

Sin embargo el pequeño no se despegaba de Gaara, aún no se sentía para nada seguro y durante las noches prefería dormir en la cama de Gaara aferrado a él ya que las pesadillas lo asaltaban siempre.

Aunque el dormitorio que Gaara le preparó a Shinki era hermoso y muy grande, el pequeño pasaba allí durante los días nada más.

La necesidad que Shinki sentía por un padre, despertaba poco a poco el instinto paternal en Gaara quien comenzaba a sonreír más seguido gracias a su pequeño hijo adoptivo.

Pasaban la mayor parte del tiempo juntos. Gaara le iba enseñando toda clase de juegos, tenía tutores que le brindaban la mejor enseñanza.

Cuando Shinki y Shikadai se conocieron se hicieron muy buenos amigos ya que ambos tenían la misma edad.

Eran una linda familia, ya que Gaara se empeñaba a ser opuesto a su padre intentando que su hijo se olvide todo lo malo que pasó, para poder empezar de nuevo.

Pero lo cierto era que Shinki estaba muy pero muy lastimado, por lo tanto necesitaba demasiada atención y dedicación de su parte.

- Gaara ¿en serio piensas criar a Shinki como propio? - le preguntaba Kankou algo incrédulo al respecto.

- Claro que sí, después de todo él ya es mi hijo. Además nadie lo podría entender mejor yo, por lo que viví. Descuida Kankou, haré de Shinki un niño feliz y un futuro adulto muy pero muy exitoso.

- Lo lograrás hermano, verás que así serás. Además se ve que estás haciendo un gran trabajo con él.

Ambos veían a Shinki reír mientras jugaba con Shikadai, se lo veía felíz en verdad.
- Hago mi mejor esfuerzo hermano. ¡Shinki! ¡Ven aquí!

-¡Padre! - el pequeño Shinki corría a él riendo con sus brazitos abiertos.

Gaara se acuclillo esperandolo, hasta tenerlo en sus brazos para incorporarse con Shinki en brazos quien le rodeaba el cuello con sus brazos. El pelirojo lo besaba con intenso amor logrando que su hijito ría a carcajadas.

- Mi pequeño niño, te quiero muchisimo ¿sabes?
- Y yo a tí papá.

- ¿Qué quieres hacer hoy Shinki? Shikadai debe volver a casa ya.
- Pasar el tiempo contigo.

- En ese caso, mientras trabajo tú dibujarás para mí. Ambos estaremos en mi despacho ¿si?
- Si papá.

Shikamaru junto a Shikadai regresaron a casa, mientras que Kankou iba a su estudio. Gaara trabajaba desde casa la mayor parte del tiempo, salvo raras excepciones.

Pero no bien quedaron solos, el timbre volvió a sonar. Shinki ya estaba en la sala de arte preparando sus cosas para ir al despacho de su padre.

-¿Qué te olvidaste Kankou? - decía riendo Gaara al abrir, pero al ver quien era su sonrisa se heló en su rostro.

- Hola maldito, seguramente te olvidaste de mí y creíste que te dejaría vivir feliz.
- Padre ¿qué demonios haces aquí?

- ¿Me dejarás pasar a tu mansión?
- Nunca

- Como gustes, vine a informarte que fuiste decretado incapaz para ocuparte de un niño. Así que vendrán a llevarselo a esa pocilga donde pertenece.

- ¿Qué estás diciendo maldito enfermo?
- La verdad

El padre de Gaara reía como una hiena mientras unos hombres pretendían entrar a su mansión. Sin embargo Temari llegó junto con Shikamaru y la policía para arrestar a su padre y a los matones que había llevado con él.

Cuando el viejo quiso resistirse, Kankou se le presentó para golpearlo en pleno rostro.
- Desobedeciste una orden directa de mí, una jueza. Ordenaré que te pudras en la cárcel.

El hombre reía burlistamente mientras era conducido al interior del auto patrulla. Pero antes de subir le dijo a Gaara.

- No creas que esto acaba aquí. Pueden matarme a mí y sin embargo te quitarán a Shinki debido a que no es tu hijo biológico maldito monstruo.

Sus locas risotadas se perdieron dentro del auto, dejando a Gaara histerico y con intensos deseos de matarlo literalmente.

- Descuida Gaara, Temari, Shikamaru y yo los protegeremos tanto a tí como a Shinki.
- Gracias hermano, muchas gracias.

Shinki nunca se enteró de nada, debido a que el mayordomo se ocupó de distraerlo para mantenerlo a salvo tal como su patrón se lo ordenó.

Para cuando Gaara entró y los demás se fueron, el niño corrió a los brazos de su querido padre. El pelirrojo sujetó a Shinki en sus brazos y sin poder evitarlo empezó a llorar de la desesperación.

- ¿Por qué lloras papá?
- Porque te quiero mucho mi pequeño, porque te quiero mucho.


Gaara Y Naruto ~ GaaNaru ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora