Historias cortas sobre uno de mis ship favoritos. Historias donde se refleja el amor eterno entre Naruto y Gaara. Amor que a pesar de todos los problemas jamás se romperá.
*) Gaara x Naruto
*) GaaNaru
*) Naruto x Gaara
*) NaruGaa
Gaara no entendía cómo las personas lograban amarse de forma incondicional ya que él jamás pudo experimentar semejante sentimiento hacia nadie, ni tuvo el placer de conseguir que alguien lo ame con tanta pasión.
Hasta su propia hermana pudo encontrar lo que suelen llamar el amor de su vida. Todos menos él. Aquello empezaba a molestarlo al punto de sentirse discriminado en verdad.
Esa noche salió a caminar mientras fumaba un cigarrillo. Era una fría noche de invierno en verdad. La angustia lo invadió, llevándolo a arrojar la boquilla de su cigarrillo con furia al suelo, al tiempo que el viento empezaba a soplar con mayor fuerza.
Fue cuando una voz de adulto resonó en el silencio de la oscura y fría noche sobresaltandolo. Quien habló fue un hombre mayor de blanca cabellera y jovial mirada. Se le acercó con una sonrisa en su rostro dispuesto a entregarle una tarjeta y dos monedas de oro.
— ¿Andas con problemas del corazón muchacho? — como Gaara lo miró sin responder debido al asombro, el hombre prosiguió — Sé que es así, por eso llego con la solución para tí.
— ¿En serio? — Así es. — ¿Una tarjeta y dos monedas de oro son la solución a mi problema? — Por supuesto muchacho.
Gaara leyó en la tarjeta la frase El Casino Del Amor. Por supuesto que su asombro no hacía otra cosa más que aumentar. El pelirrojo jamás había escuchado hablar de ese lugar. Vió que en la misma tarjeta estaba la dirección de ese enigmático casino.
— ¿Qué demonios es este lugar? ¿Y quién es usted? — Gaara lo miraba con sospecha, pero el hombre lanzó alegres carcajadas al aire hechando su cabeza hacia atrás ante la actitud de Gaara.
— Soy el dueño de ese casino. Podrás ir con esa tarjeta. Cuando te sientas preparado ve al casino en cuestión. Te estaré esperando.
—¿Por qué haría algo así? — Porque estás en plena búsqueda del amor. Y ese sitio podría tener lo que tanto buscas.
Gaara vió cómo ese sujeto se alejaba mientras hablaba. — ¿Cómo te llamas? — le preguntó antes de que se aleje del todo. — Jiraya — contestó y desapareció en medio de la oscuridad de la noche.
El viento se calmaba, y la luz de la luna iba desplazando a la oscuridad. Las luces de los faroles se encendieron de repente en esos momentos.
Gaara volvió a mirar la tarjeta sintiendo cómo la curiosidad empezaba a adueñarse de su persona.
Nosotros podríamos tener al amor de tu vida, solo debes venir y buscarlo. No te arrepentirás.
Aquello lo leyó en el dorso de la tarjeta.
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