Gaara Y Naruto ~ GaaNaru ~

La Ciudad Laberinto 🧜‍♂️

Naruto escapaba de los tritones oscuros, sintiendo que el corazón se le iba a reventar. Había conocido en persona a esa especie marina, era plenamente conciente de lo crueles y poderoso que podían llegar a ser.

Ni siquiera él con el poder de curación y del fuego que poseía, podía evitar ser torturado y sentir intensos dolores físicos, si así lo deseasen esa especie.

Las sirenas eran mucho más crueles aún. Hace un año tuvo la desgracia de swr capturado por ellos, y hasta que pudo escapar vivió el verdadero infierno en el océano. Luego de semejante padecimiento, podía afirmar que sabía lo que significaba la palabra tortura.

Ahora, aquellos que lo habían torturado durante los tres meses que permaneció en cautiverio, lo habían encontrado y no pararían hasta volver a atraparlo.

Naruto prefería morir antes de volver a caer en sus garras. Sabía que ese tipo de especies marinas, cada tanto salía de su habitat paradisíaco, para capturar sirenas y tritones pertenecientes a la otra especie, para llevarselos y nunca más dejarlos volver.

Nunca nadie pudo escapar, hasta que el tritón dorado fue capturado. Él fue el único que pudo escapar y seguir cuerdo. Ésto se debió al intenso sufrimiento que Naruto padeció tras la muerte de sus padres y la desapareción de su amigo.

Sin embargo abora estaba siendo cazado por cinco tritones oscuros y la desesperación amenazaba con devorarlo.

Así llegó a las puertas de una extraña estructura que al parecer se trataba de la entrada a un sitio habitados por criaturas desconocidos incluso por la especie oscura.

Naruto sabía que adentrarse al interior de ese lugar podría significar la muerte para él, debido a que no solo no sabía con qué se toparía sino que además era conciente que no sería nada bueno.

Sin embargo sus perseguidores estaban en extremo cerca, al punto de poder oírlos hablar. Angustiado traspasó las puertas de ese sitio adentrandose a lo desconocido.

No bien lo hizo vió edificios de mas de ochenta metros de altura, muros de espejos que medían entre cien y quinientos métros de altura cuyos reflejos estaban vacíos.

Espejos que no reflejaban absolutamente nada de nada. Aquello llamó su atención, pero las voces de sus enemigos lo devolvieron a la realidad.

Naruto avanzó con cierta precausión adentrándose hacia ese lugar que parecía ser un gigantezco laberinto.

Los edificios cuyas fachadas poseían un peculiar aspecto, dejaban a Naruto pálldo del susto, sin animos de adentrarse a sus interiores. No le apetecía descubrir a sus habitantes.

Las voces de los tritones oscuros estaban más cerca suyo aún ¿Cómo era posible que hayan decidido entrar tambien a ese lugar?

Las lágrimas humedecieron su rostro al sentir que no podría escapar de ellos ésta vez. De solo pensar en lo que le harían empezó a temblar mientras se abrazaba a sí mismo.

Pero un repentino destello rojo pareció en el muro de espejo que tenía frente suyo. Un destello rojo, como una luz alargada que se movía continuamente de un lado hacia el otro como queriendole decir algo.

Brillaba con intensidad y no dejaba de moverse. Aquello llamó la atención a Naruto quien dejó de llorar para mirarlo. Pero al sentir que uno de sus perseguidores les decía al resto que lo había encontrado, se desesperó.

Buscó con la vista una posible salida, pero no encontró ninguna. Su corazón se le estrujó de la desesperación. Se mataría, no volvería a caer en las garras de esos lunáticos.

Pero el destello rojo no paraba de moverse. Iba de arriba hacia abajo billando con mayor intensidad. Pese a su desesperación, Naruto miró hacia arriba sin poder divisar el final del muro.

En un impulso decidió empezar a subir junto con el destello de luz. Así llegó a la cumbre del muro donde pudo pasar al otro lado. Pudo  ver que en realidad estaba en un gigantezo laberinto de espejos. Era una ciudad extraña.

Pero inmediatamente vió a su derecha la continuación del muro de espejo, donde el destello rojo seguía moviéndose y brillando con gran intensidad.

Los alaridos de los cinco tritones de la oscuridad resonaron en todo el lugar alterándole aún más los nervios al tritón dorado.

-¿Qué demonios fue eso?
Fue cuando lo vió, un tritón del tamaño de los muros, es decir de 100 métros de altura, apareció despedazando a cada uno de los invasores.

Desde donde se encontraba, Naruto pudo ver que cómo los mataba sin dificultad siendo inmune a los increíbles y destructivos poderes de los tritones oscuros.

Aquel tenía las escamas color blanco, sus ojos grises y sus cabellos blancos, su blanca piel de porcelana contrastaba con la osuridad del lugar.

Así como apareció, y tras acabar con las vidas de los invasores, regresó al interior de uno de los edificios cuya gigamtesca entrada medíia quinientos metros de altura.

Naruto estaba paralizado, ni siquiera podía dejar de temblar. El destello rojo seguía moviendose a lo loco y brillando de forma encenguecedora. Solo así el rubio pudo reaccionar y seguirlo.

- Oye ¿quién era esa bestia? Por dios, si es un monstruo - Naruto le hablaba al destello de luz que parecía entenderlo - Por lo visto serás mi guía ¿verdad? - como respuesta aquel destello de movió de un lado para el otro a medida que descendía junto con Naruto.

El rubio empezaba a recuperar el control a medida que iba descendiendo. Aunque el terror seguía en su interior, ahora era más llevadero.

Al llegar al suelo respiró profundo. Se sujetó en el muro de espejos unos momentos para tomar aliento.

El destello rojo se acurrucó en su mano, aquello llamó la atención del rubio. Esa luz roja parecía tener conciencia propia, de echo era lo único bueno y lindo de ese monstruoso lugar, que por cierto no podría dejar debido a que desconocía cómo salir de allí.

-¿Por qué existes tú ? - quiso saber Naruto mirando aquel destello rojo - ¿De dónde surges? No lo entiendo, ya que aquí es todo oscuro. En fin, al menos me salvaste la vida. Gracias.

Aquel destello siguió acurrucado sobre su mano derecha con la que él se apohaba al muro de espejo, pero en respuesta brilló con mayor intensidad unos instantes. Naruto sonrió por primera vez en tres años, desde la desaparición de su amigo Gaara.