Gaara Y Naruto ~ GaaNaru ~

Amar A Un Famoso I ⭐

Siempre había creído en el amor, más en concreto en su amor pero Gaara había jugado con su corazón mintiendole en todo, ya que lo único que buscaba era tener sexo con él.

Naruto ingenuamente creyó en el modelo más hermoso y popular del momento, aceptando su falso amor y permitiéndole entrar a su corazón. Sus padres habían muerto en un cruel accidente, hacia tan solo un mes.

El rubio estaba muy sensible y vulnerable, en esos días en los que conoció a Gaara. Todo parecía tan genial que Naruto se lanzó de llenoa sus brazos.

Pero cuando supo que estaba embarazado, se sintió tan feliz que corrió a contarselo a Gaara, padre de sus bebés. Porque eran mellizos.

Pero cuando llegó a la casa del pelirrojo lo encontró en la cama aparentemente dormido, pero desnudo con otro joven sobre de él, desnudo también.

Cuando el rubio vió aquello se indignó y rugió debido a los celos, pero el otro chico de negra cabellera y oscura mirada de blanca y pálida piel volteó y lo miró con burlista expresión.

— ¡¿Quién demonios eres tú?! ¡¿Qué haces con mi novio?!
— Shhhh, él duerme luego de muchísima acción. Vete, ya que estorbas.

Naruto se sintió tan traicionado que obedeció la orden del desconocido sin percatarse de ciertos detalles, como ser la inmovilidad de Gaara o su expresión de intenso dolor.

Sin poder despertar el pelirrojo murmuraba.

Naruto...por favor...no te vayas...no me dejes con él. Naruto... ayúdame por favor...

Sai sonrió con crueldad al ver lo idiota que resultó ser el novio del famoso modelo Gaara. Había logrado lo que quería, alejarlo de ese aristócrata ingenuo para siempre. Había ganado la apuesta.

Sonriendo se incorporó y se vistió mientras Gaara reaccionaba, la droga que le había dado Sai aún estaba en su organismo. Esto lo tenía atontado. Miraba a ese chico que lo hubo engañado totalmente.

Sai reía burlistamente mientras se vestía cuando su celular sonó.

— ¿Qué quieres? Si, ya acabé con ésto — Sai miró a Gaara — Gané la apuesta ¿Sabes? Te lo dije. Claro, nos vemos allá. Adiós.

Al colgar reía como una hiena. Gaara lo miraba con dolor intenso ya que en verdad había confiado en Sai, ahora se sentía un verdadero idiota.

— ¿Por qué Sai? ¿Por qué me hiciste esto? Creí que en verdad éramos amigos.

— ¿Amigos? ¿Tú y yo? ¿Por qué sería amigo de quién me robó un gran contrato de trabajo? Gaara tú me quitaste lo que era más importante para mí, por eso acepté ésta apuesta que tu padre hizo.

Ante esas palabras el pelirrojo abrió sus ojos enormemente. Lo último que se habría imaginado, fue que su propio padre haya sido participe de la destrucción de su relación con aquel que tanto amaba.

Sai lanzó burlistas carcajadas al ver el asombro en su rostro.

—¿En verdad te sorprende saberlo? Un monstruo como tú ¿Se creyó querido por su padre? Que ingenuo resultaste ser.

— Cállate
— Tu padre te odia, solo le sirves porque lo haces ganar mucho dinero. Incluso ese aristócrata rubio tampoco te amaba en verdad o jamás se habría tragado menuda mentira.
—¡Cállate!

Sai se fue lanzando alocadas carcajadas burlistas.
— Ahora sabes lo que se siente al quitarte lo que tanto quieres.
—¿Estás haciéndome esto por un contrato de una agencia Sai?

Sin responderle el pelinegro se fue dejándolo solo y denigrado. En tanto, Naruto volvía a su mundo aristócrata dónde criaría a sus hijitos dándole lo mejor de lo mejor. Pero su alma estaba desecha debido a la infidelidad de Gaara.

Sin embargo no dejaría de amarlo aunque había aprendido la lección.

No enamorarse de un famoso adulado por las chicas y los chicos.

Naruto se acariciaba su vientre mientras lloraba en silencio mirándose en el espejo de cuerpo entero.

— Al menos me dejaste dos hermosos recuerdos ¿Cierto Gaara?