Gaara Y Naruto ~ GaaNaru ~

El Niñero🕯

Gaara había estado buscando niñero para Shinki, pero hasta el momento no le gustaba ninguno ya que todos eran imperfectos a sus ojos.

Habían pasado dos años desde que lo hubo adoptado, dos años en los cuales pasó unicamente a su lado, haciendo el mínimo trabajo. Esto le había recomendado el psicólogo para que Shinki pierda el temor y confíe en su persona.

Ahora, dos años después, el pequeño Shinki era feliz junto a su padre Gaara. No asistía a la escuela ya que a Shinki ni al mismo Gaara les gustaba la idea. Por tal razón estudiaba en casa con los mejores y más prestigiosos tutores que le enseñaban de todo acorde a su edad.

Pero Gaara debía volver al trabajo a full y para ello necesitaba de la presencia de un niñero. No quería ninguna mujer en su mansión.

Cuando empezaba a resignarse a no conseguir a nadie llegó aquel hermoso rubio de ojos celestes como el cielo solicitando el empleo. Gaara, con solo verlo, sintió que se le asceleraba el pulso.

Hermoso, al punto de contratarlo para mi cama

Pensaba Gaara mientras le hacía las preguntas de rutina a las que el rubio fue respondiendo una a una dejando a Gaara más que fascinado. Al punto llegó a encantarlo que empezó a hacerle preguntas que nada tenian que ver con lo estrictamente profesional.

- Dime Naruto
Uzumaki ¿eres casado?
- No
- ¿Estás comprometido a alguien?
- No, a nadie
- ¿Tienes pareja?
- No

Aquellas pregutas empezaban a asombrarlo ya que no se las esperaba.

-¿Tienes hijos?
- No pero tengo experiemcias cuidandolos....

- ¿Qué tendencia tienes?
- ¿Cómo dice?
- ¿Te gustan los hombres, las mujeres o quizás ambos?

Naruto quedó en una pieza al oír esa pregunta ya que no se la había visto venir.

-Responde las preguntas Naruto - Gaara se mostraba severo ya que aquella información era la que más le interesaban a él y no lo otro - ¿Cuál es tu tendencia sexual?

Rojo como un tomate, Naruto bajó la mirada y dijo:
- P-Prefiero a....a....a los hombres.....ya que no....no me gustan las mujeres.

- Perfecto - Ante esto, el rubio lo miró más que asombrado pero en silencio - Una última pregunta ¿Tienes familia?

- No, no tengo a nadie
- Bien, quedas contratado. Viviras en mi mansión.
-¿En serio lo dice?
- Si, muy en serio. Trae tus pertenecias cuanto antes.
-Si....si señor Sabaku

De la emoción Naruto empezó a llorar a lo que incomodó a Gaara quien no sabía qué era lo que le estaba pasando.

-¿Sucede algo malo?
- No señor Sabaku solo que...me emocioné por el trabajo
-¿En serio?

- Si, es que en verdad lo necesito, no tengo nada ni a nadie
- Calmate y ve pronto por tus cosas, quiero que Shinki te conozca lo más pronto posible.

Así lo hizo Naruto, además el departamento donde se estaba quedando ya había sido alquilado a otra persona. Sí o sí debía dejarlo.

Dos horas más tarde el rubio era conducido por el mismo Gaara a su nueva habitación que a ojos del recién llegado, aquella era muchisimo más grande que el departamento donde estuvo viviendo durante los últimos cinco años.

No paraba de asombrarse del lujo del lugar, jamás había estado en una mansión ni siquiera había pisado la zona privilegiada antes que ahora.

- Este será tu cuarto, está junto al de Shinki y frente del mío.
- Bien
- Deja tus cosas aquí, los criados las guardaran en el ropero. Ven conmigo.

Gaara llevó a Naruto a la sala de juegos donde estaba Shinki quien al ver a su padre dejó todo y corrió a sus brazos.

Naruto sonrió al ver el intenso amor que padre e hijo se tenían.
- Shinki, él es Naruto y a partir de hoy estará contigo siempre.

Naruto se acuclilló para estar a la misma altura que el pequeño y empezó a hablarle con dulzura. Shinki se ocultó tras de su papá al principio, pero poco a poco fue tomando confianza.

Así acabó acercandose a Naruto quien sonreía con intensa dulzura.
-Hola Shinki
- Hola Naruto.
- Eres hermoso ¿sabes?
- Mi papá también lo es

Aquello hizo que Gaara enrojeciera hasta la raíz de sus cabellos y que Naruto sonriese.

- Si, tu papá es hermoso también - dijo Naruto mirando a Gaara quien sintió cómo el calor se iba adueñando de su cuerpo.

Naruto sostuvo a Shinki en sus brazos y se colocó de pie. El pequeño le rodeó el cuello con sus brazitos sonriendole feliz.

- Bien hecho Naruto, lograste la aprobación de Shinki.
- Bienvenido Naruto
- Gracias pequeño.

- Vamos a tomar algo para celebrar esto y luego iremos a comprarte ropa Naruto.

-¿Qué? ¿Comprarme ropa? - preguntó asombrado el rubio
- ¡Si! - exclamó feliz Shinki

-P-Pero....no es....
- Si Naruto, si que lo es. Te preparemos como es debido, así podrás formar parte de este mundo. Como Shinki.

-¿Formar parte de este lado? ¿Habla en serio?
- Muy en serio
-Pero ¿por qué?
- Porque así lo decidí yo y se que Shinki me apoya ¿verdad hijo?
- Si papá. Eres hermoso Naruto - Shinki le dio un beso en la mejilla.

Naruto no sabía cómo reaccionar ante esto, pero veia a su patrón mas que decidido y él sabía que no debía desobedecerle.