Gaara Y Naruto ~ GaaNaru ~

Sasuke 🧜‍♂️

Sasuke respiraba entrecortado debido a los intensos dolores que esas odiosas cadenas hechas de chakra le ocasionaban.

Los estuvo escuchando todo el tiempo desde que entraron a la sala donde se encontraba. Cuando sintió la luz brillante abrió los oscuros ojos contemplando a los diminutos tritones que habían emtrado al templo de su clan.

El que brillaba como el sol era quien sentía terror por su persona, debido a su descomunal tamaño. Pero los necesitaba. Sasuke no quería morir y menos así. Sin embargo aquel conjuro lo estaba matando.

Cuando las miradas de Sasuke y Naruto se cruzaron, el rubio volvió a gritar intentando huir despavorido, pero Gaara lo tenía sujeto de su muñeca izquierda impidiendole así poder escapar.

-¡Sueltame Gaara! - rugía el rubio
-Calmate Naruto
-¡¿No ves que me moriré del susto?!
-¿Y tú no ves que él no puede hacerte nada?

Gaara recordó los momentos en que fue testigo, del otro lado del espejo, del continuo sufrimiento de Sasuke a manos de su padre y su hermano mayor al que llamaban Itachi.

Su padre lo consideraba un inútil y nunca valoraba lo que Sasuke hacía. Solía golpearlo bastante. En cuanto a Itachi, solo sentía envidia hacia su hermano menor debido a que Sasuke solía ser el centro de las miradas de todas las sirenas.

Sirenas de todas las edades buscaban llamar su atención, pero Gaara podía ver el intenso estress que eso le ocasionaba a Sasuke. Lejos de ser beneficioso para el tritón, resultaba ser su maldición.

Incluso fue testigo del continuo acoso que padecía por una loca sirena rosada llamada Sakura, quien tenía la misma edad que Itachi pero se obsecionó con Sasuke.

Vió cómo en una ocasión ella lo sorprendió, y valiendose de su fuerza y tamaño al ser más grande que él, lo violó. Sasuke nunca más fue el mismo luego ese ataque por parte de ella.

Ahora Gaara lo contemplaba padecer así, sabía que moriría si no hacían algo al respecto. Apretó los labios con furia, él podía entenderlo perfectamente. Comprendía su dolor y sabía que Naruto también podía comprenderlo, si tan solo dejara el miedo atrás.

- Mi amor por favor, intenta dejar el miedo de lado y centrate en Sasuke. Hay que salvarlo.
- ¿S-Salvarlo dices? Por dios Gaara apenas puedo seguir respirando.

Naruto en verdad estaba pálido. Sasuke cerró sus ojos y tras suspirar profundo achicó su tamaño hasta tener la misma altura que ellos.

Por supuesto que eso le produjo intensos dolores físicos. Cuando volvió a abrir los ojos pudo contemplar el asombro reflejado en los rostros de ambos tritones.

-¿Cómo es posible que hayas podido cambiar de tamaño? - preguntó Gaara
- Por favor...ayúdenme....por favor no....no quiero morir....ah...ah....

Naruto recién dejó de sentir terror e intentar escapar. Ahora empezaba a verlo con mayor detenimiento, Gaara lo soltó para permitirle acercarse más a Sasuke.

- ¿Con que te llamas Sasuke? - le decía el rubio mientras colocaba sus manos sobre el torso del tritón. Gaara sonrió al ver aquello, su dorado amor en verdad lograba sorprenderlo siempre - Tranquilo, te liberaré. Solo confía en mí.

Naruto cerró sus ojos e intensificó su poder logrando que su luz dorada brille con mayor intensidad envolviendo el cuerpo de Sasuke y rompiendo las rosadas cadenas de chakra a su paso.

Cuando las hubo eliminado a todas, prosiguió cicatrizandole sus múltiples heridas, para finalizar devolviéndole la energía vital y el chakra. Sasuke estuvo libre y fuerte al poco tiempo.

Naruto desactivó parte de su poder tras acabar y junto con Gaara lo ayudaron a colocarse de pie. Sasuke respiró bocanadas de aire. En verdad le salvaron la vida.

- Gracias chicos, me salvaron - miró al pelirojo unos momemtos - ¿Eres Gaara? - el pelirojo asintió con la cabeza- No sabía que estabas atrapado dentro del muro de espejos, te habría sacado de allí de haberlo sabido.
- Descuida Sasuke, ya pasó.

- Gracias Gaara - luego miró al rubio quien se sonrojó debido a la increíble belleza de ese tritón - Y tú eres Naruto ¿cierto? - el aludido asintió con la cabeza con timidez - Eres en extremo miedoso para tener un poder tan increíble. Nosotros somos vegetarianos ¿sabes? Comemos algas marinas, ustedes son los carnívoros. En fin, gracias por salvarme Naruto.

Naruto tenía terror de las criaturas gigantezcas, aquello siempre fue así en él. No podía cambiar, era más fuerte que él y Gaara lo sabía. Por tal razón lo abrazó con ternura. Sasuke suspiró hondo antes de seguir.

- Sé que es mucho pedir pero...¿podrían ayudarme a salvar a mi amigo?
- ¿Eh? - a Naruto no le gustó nada aquello pero antes de que pueda negarse, su novio dijo.

- Claro Sasuke, no hay problemas - sujetaba a Naruto con fuerza para que no escape despavorido.

- ¡Oye Gaara! ¿Cómo que no hay problemas? Sasuke ¿Ese amigo tuyo tiene tu mismo tamaño monstruoso?
- Si, así es.
-¡En ese caso no! ¡Ni hablar!¡Me niego! - exclamó Naruto empezando a temblar otra vez.

Tanto Gaara como Sasuke suspiraron con pesar, el intenso miedo que Naruto sentía por las criaturas gigantezcas era irrisorio y sin ninguna lógica.

-Naruto, mi amor sabes que hay que ayudarlo.
- ¿En serio? ¿Por qué?
- Ellos podrán ayudarnos a combatir a las criaturas oscuras después.

-Cierto, no lo había pensado de ese modo - dijo Naruto y Sasuke suspiró profundo mientras que Gaara sonreía felíz - Pero S-Sasuke....p-por favor no regreses a tu tamaño real...por favor...
- Descuida Naruto, no lo haré....miedoso tritón.

- Oye Sasuke ¿todas las criaturas de tu especie pueden cambiar de tamaño como tú? - quiso saber Gaara.
- Si, es algo común en nosotros.
- Interesante.

Los tres salieron del templo de los Uchihas y Naruto desactivó su poder del todo. Estaba algo cansado debido al excesivo tiempo que tuvo que emplear su poder de luz.

Sasuke en verdad sentía curiosidad por aquel tritón miedoso que brillaba como el sol. Jamás hubo conocido a nadie con semejante poder.

Era muy interesante aquello, ojalá perteneciera a su especie. Se solucionarían muchisimas cosas en su mundo.

De reojo los veía a ambos contemplando el intenso amor que se sentía el uno por el otro. Una leve sonrisa se le dibujó en su rostro, fue casi imperceptible.