The Restricted Journal.

Capitulo 8

- Chiaro. Per me non c’è nessun problema – Respondió a una rápida velocidad y luego sonrió.
- Gracias, Nicholas – Dijo Blake y luego me miró. 
- Español, por favor – Dije y ambos rieron. 
- Que sí, que no hay ningún problema – Dijo mi amiga. Miré a Nicholas.
- ¿Seguro que no tienes cosas que hacer y te estoy quitando el tiempo solo por mi capricho? Porque puedo esperar a que Blake tenga tiempo, no hay prisa, de verdad. 
- No – Me respondió – Por mi está bien, a menos de que no quieras ir conmigo – Rió tímidamente. 
- No… digo, si – Sacudí la cabeza – Quiero decir… gracias por querer llevarme. 
- A Nicholas le fascina ese lugar, seguro que está más que encantado… Él te puede dar el Tour – Bromeó. 
- Y para mí sería todo un placer – Se rió el interpelado y sonrió ampliamente, en la que por un lacónico segundo, me perdí. 
- Gracias – Musité todavía embobada y me giré de nuevo a mirar la televisión. 

Me había asustado un poco un inusual hecho, desvié completamente mi atención de mi mejor amiga y su novio a propósito, debido al pensamiento que la reacción había producido y me puse a pensar esto: ¿Por qué encontraba atractivo a Nicholas? Si, lo era… pero lo que realmente me preguntaba era: ¿Por qué todo en él causaba una sensación extraña en mí?
Miré de reojo a la feliz pareja a mis espaldas y pude ver la sonrisa de Nicholas volar hacia Blake. Entonces llegué a una conclusión fácil… estaba deslumbrada por él, por supuesto, era el joven más apuesto con el que me había topado en toda mi vida. Me reí discretamente, que suerte la de Blake. 

- ¿Te quedas a cenar? – Preguntó ella luego de un rato – ¿Sabes? Con _____, se me ocurrió una idea hoy ¿Por qué no salimos un día los cuatro juntos? Nosotros tres y Connor – Explicó ella sin esperar la respuesta de su novio a la primer pregunta. 
- No cielo, no puedo quedarme, hoy hay cena familiar – Torció el gesto – Y respecto a lo de la salida de los cuatro… suena estupenda, le comentaré a Connor hoy. 
¿Debería preocuparme? Sabía que Blake ocultaba muy dentro de ella la idea de emparejarme con alguien pero al pensar en el hecho… ¿Qué tan malo podría llegar a ser si se trataba del hermano de Nicholas? Seguro que también era apuesto. 
- Hasta mañana, vendré a desearte buena suerte antes de que te vayas – Le dijo Nicholas a su novia y luego besó su frente. 
- Gracias amor. 
- _____ – Me giré a mirar a Nicholas de nuevo al escuchar mi nombre – Mañana tenemos muchas cosas por hacer, espero que no te canses – Sonrió de costado.
De pronto, sentí una emoción que no pude explicar, un ligero entusiasmo allí, cerca de donde se encontraba la fiera enjaulada. 
- Hasta mañana – Le dije devolviéndole la sonrisa. 
Blake y Nicholas salieron hasta la puerta en donde tardaron más de cinco minutos en despedirse, traté de no pensar en ello porque, a fin de cuentas, su manera de decirse adiós era algo que a mí no me incumbe. 
Luego oí la puerta cerrarse, Blake se sentó a mi lado en el sofá y luego suspiró. 

- ¿No es perfecto? – Preguntó. 
- ¿Qué cosa? 
- ¡Mi novio! – Dio a entender con aire orgulloso. 

Yo simplemente reí sin dar a responder, aún cuando Blake me lo había preguntado, no podía decirle lo que pensaba. Sí, sí es perfecto pero por alguna extraña razón, mi boca no podía soltar esas palabras enfrente de mi amiga. 
- ¿A qué hora te irás mañana? – Pregunté. 
- A las seis.
- ¿De la tarde?
- De la mañana. 
Abrí los ojos como platos y la miré. 
- ¿A las seis de la mañana?… ¿Y a qué hora vendrás? 
- No lo sé – Musitó y luego torció el gesto – La Isla de Torcello está un poco lejos… quizá venga como alrededor de las cinco de la tarde. 
- Pero… si sólo te harán una entrevista. ¿Por qué tardarás tanto?
- Porque si me aceptan, me quedaré para que me capaciten o algo así – Se encogió de hombros. 
- Voy a extrañarte – Hice un puchero. Ella rió.
- Me extrañarás más si consigo el trabajo porque no saldré de allá hasta las ocho de la noche – Volvió a reír y esta vez yo me uní a su risa. 
- Blake… estoy cansada, me acostaré ya – Dije. 
- ¿Tan pronto? Pero… si son las ocho de la noche.
- Nueve menos veinte – Corregí – Y… estoy muy cansada, lo único que quiero es dormir. 
Bueno… de lo que había dicho, solo la primer parte era cierta porque, la verdad, es que tenía un cierto miedo de volver a soñar la misma pesadilla que me atormentó la noche pasada. 
- Esta bien, buenas noches 
- Buenas noches – Dije mientras me levantaba del sofá y comencé a caminar hasta mi habitación.
- ¡Ah! Mañana tienes que levantarte temprano – Me avisó – Nicholas vendrá antes de que yo me vaya y luego te llevará al Puente de los suspiros. 
Me detuve antes de entrar a la habitación. 
- Gracias – Mascullé y sonreí. 

Me introduje a mi habitación y me arropé para dormir, luego me acosté en la suave cama y me cubrí con las sábanas. Me quedé mirando el techo en total oscuridad y alcanzaba a percibir el sonido del televisor proveniente de la sala. 
Sentía el entusiasmo crecer con cada minuto que pasaba, mañana iría al famoso Puente de los suspiros, un lugar que he querido visitar desde que Blake se vino a vivir aquí pero había otra razón que alimentaba mi entusiasmo. Y era que pasaría un buen rato con Nicholas pero aun no sabía por qué esa idea me entusiasmaba tanto.
Los golpes en la puerta me despertaron y entonces me percaté de la voz de Blake del otro lado.