Capitulo 7

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- Si, Nicholas, tú, Connor y yo. 
- ¿Quién es Connor? – Inquirí, medio confundida. 
- Su hermano.
De pronto recordé la conversación que ella había tenido con Nicholas ayer y que había mencionado a un tal “Connor” como su hermano. 
- Oh – Musité – Me encantaría – Sonreí amable. 
- ¡Le diré a Nicholas para que organicemos todo! – Me abrazó de nuevo, dando brinquitos como una niña pequeña. 

Así era ella: Dulce, tierna, cariñosa, afectuosa, frágil y entusiasta. Es una niña pequeña encerrada en el cuerpo de una persona no tan adulta de veintiún años. 
- Oye – Musité, cambiando de tema repentinamente – Quiero ir a ver el famoso puente de los suspiros, quizá pueda tomas algunas fotografías. 
- Il ponte dei suspiri… ¿Por qué quieres ir allí? No es la gran cosa – Dijo – Más bien deberías ir a la plaza de San Marcos, muchos toman sus fotografías allí. 
- Lo sé pero no quiero algo común, ya me conoces – Me encogí de hombros.
- Bueno… también podrías ir al Palazzo Ducale, le podrías tomar bellas fotos.
- ¿Al qué? Blake… ¿Te molestaría hablarme en un idioma que entienda? – Ella rió. 
- Al Palacio del Duque. 
- Gracias. ¿Me llevarás al Puente de los suspiros? – Puso los ojos en blancos ante mi insistencia. 
- Está bien, te llevaré mañana. 
- Gracias Blake, eres la mejor – Y esta vez fui yo quien empezó el abrazo. 

Seguimos caminando por las calles de Venecia, mirando casi todas las tiendas de ropa que allí había. Almorzamos en un pequeño restaurante y luego llegamos cansadísimos al departamento. Eran las siete y media de la tarde cuando llamaron a la puerta. 
- ¡Es Nicholas! – Anunció jovialmente Blake y se levantó como un rayo dando grande zancadas hacia la puerta. 
Dirigí mi vista hasta allá, desviándola del televisor, anhelante de ver el perfecto rostro. 
- ¡Amor! – Blake se lanzó a sus brazos en cuanto la figura de su novio fue palpable y él la recibió cálidamente. 
La pequeña fiera se removió incómoda. 
- Ven, pasa.
Desvié mi mirada de nuevo al televisor queriendo aparentar que no la había despegado de allí.
- _____, hola – Mi nombre en su voz era tan melodioso y distinto al resto de voces que habían puesto en su sonido mi nombre, lo hacía parecer bello, único. 
Me giré para mirarlo. 
- Hola, Nicholas – Le sonreí. 
- ¿Cómo va tu primer día en Venecia? – Preguntó.
- Cansado – Reí al recordar que había usado el mismo adjetivo cuando él me había preguntado acerca del vuelo y creo que él también lo recordó ya que empezó a reír de la misma manera que yo. 
- Ojala los demás no sean siempre así – Comentó y sonrió, luego miró a Blake para entablar una conversación con ella. 
Entonces yo me giré de nuevo pero, a decir verdad, estaba más pendiente de conversación que del programa italiano que se proyectaba en la televisión. 
- ¿Estas nerviosa, cielo? – Le preguntó a Blake. 
- ¿Sobre qué? – Preguntó ella confundida. 
- Sobre tu entrevista de trabajo mañana. 
- ¿Mañana es siete? – La voz de Blake sonó alarmada – ¡Dios, lo olvidé!
Entonces me giré de nuevo para mirar. 
- ¿Tienes una entrevista de trabajo? – Pregunté, realmente emocionada. 
- Si… Oh, Dios – Se quedó en silencio durante unos segundos – ¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento! – Se acercó a mí – Es que no recordaba lo de la entrevista, perdóname. 
Tardé un segundo en comprender por qué me pedía disculpas.
- Oh no, Blake, no. No te preocupes, está bien – Le sonreí – Iremos otro día a visitar el puente. 
- ¿No estás enojada? 
- ¿Yo? Para nada, al contrario. ¿De qué es el trabajo que solicitas? 
- Enfermería en el hospital de la Isla de Torcello… ¡Tengo una idea! – Dijo exaltada, como si la primera parte no le interesara mucho, se giró a ver a su novio – Amor, ¿Podrías llevarla a Il ponte dei suspiri? 
Los ojos se me abrieron de par en par ante la sorpresa y luego miré el rostro de Nicholas, tan bello como el de un ángel. Él también me miraba con sus ojos azules. 


The Restricted Journal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora