Capitulo 18

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Al terminar, fuimos a caminar a uno de los tantos canales. A la fiera no le gustó en absoluto que Blake y Nicholas se adelantaran, dejándonos atrás. Miré la unión de sus manos y la compatibilidad entre ambos era como si estuvieran hechos el uno para el otro. 
Las sonrisas entre ambos, las miradas, sus gestos, su aspecto. Todo era como si al juntarlos formaran un equilibrio, el yin y el yang. Algo golpeó en mi estómago, se sintió como si dentro hubieran tirado una piedrita a alguna de sus paredes. Como cuando un bebé patea, pero no en esa forma tierna. 

- ______ – Connor murmuró mi nombre y me giré a mirarlo – Eres muy distraída ¿No? – Rió.
- ¿Disculpa? 
- Te llamé como tres veces y parecía como si te fueras a tu propio mundo – Explicó. 
- Oh, sí, lo siento, perdóname – Gesticulé con la mano. 
- ¿Piensas en algo acerca de ellos? – Adivinó increíblemente rápido, haciendo un asentimiento de cabeza en dirección a mi hermano y mi amiga. 
- ¿Por qué dices eso? – Pregunté sin tratar de ocultar mi nerviosismo. 
- No lo sé, quizá porque te les quedaste mirando con profundidad – Se encogió de hombros. Reí aún más nerviosa. 
- La verdad, si – Admití – Pienso que de verdad, están hechos el uno para el otro – Dije y la fierecilla no estuvo para nada de acuerdo y entre salto y salto, me rasguñó allí dentro. 
El ceño de Connor se frunció y su mirada se posó en el suelo, mirando sus pies al caminar. 
- Si – Farfulló.
- No te oyes muy convencido – Afirmé, sintiendo una gran curiosidad. 
- No, sí lo estoy – Balbuceó, pero se le escondía entre su voz algún cierto matiz de resignación – Blake es muy buena – La miró y sonrió – Tiene una sonrisa muy bonita, como muy sincera, sus ojos grandes y verdes son como si de verdad fueran la ventana de su alma, sus lindos gestos cuando te habla te hacen reír… ¿Has notado que cuando se encuentra con alguien se emociona muchísimo? Y luego ese abrazo que te da, emocionada – Comentó, completamente perdido. 
- Alto, espera… ¿Tú…? – No pude terminar la pregunta, me llevé las manos a la boca cuando Connor me miró con sus ojos abiertos como platos, como si haya soltado un secreto que no quería decir. 
- ¿Qué? – Preguntó con la voz temblorosa. 
- ¡Tú estás enamorado de Blake! – Adiviné. 
Ahora comprendía lo que Nicholas me había dicho el otro día, lo que su hermano estaba enamorado de una “chica misteriosa”. Por supuesto, no quería confiarle eso porque esa chica era su mismísima novia. 
- ¿¡Qué!? – Gritó y pude jurar que vi el sudor perlar su frente. 
- Por favor, soy mujer ¡A mí no me engañas! – No sabía por qué, pero una sonrisa empezó a expandirse por mi rostro.
- ¡Sssshhh! – Gesticuló nervioso, hasta más no poder. 
- ¡Entonces es cierto! – La sonrisa se expandió hasta convertirse en un agujero extenso en mi rostro.
- No digas nada, por favor – Dijo en tono de súplica. Me llevé ambas manos a la boca, tratando de aplacar mi emoción – ______, nadie lo sabe – Murmuró angustiado. 
- Tranquilo, descuida yo no… yo no se lo contaré a nadie – Prometí aun medio emocionada. 
- ¡Soy un pésimo hermano! – Exclamó, sus gestos no mostraban otra cosa que no sea desesperación – ¿Quién se enamora de la novia de su propio hermano? 
- Oye, tranquilo – A juzgar por su expresión, parecía como si estuviera a punto de quebrar en lágrimas. La fiera cantaba de placer y esta vez, yo desconocía el por qué – No eres el único, he oído bastantes casos – Enrosqué mi brazo al suyo, como si ya le tuviera la suficiente confianza para hacerlo, pero él no se quejó.
- Sí, pero no es bueno que me pase precisamente a mí. ¿Sabes lo que es tener que soportar cada beso, o cada caricia entre ellos, cuando por dentro duele? 
- Si – Dije inmediatamente, sin saber por qué, era como si la otra parte fuera la que hubiera hablado. 
- ¿Ah sí? ¿Te has enamorado del novio de tu hermana? 
- En realidad, no, soy hija única – Reí en un suspiro, pero volví a la seriedad de nuevo – Pero te entiendo, extrañamente. Sé cómo se siente, es como si quisieras escapar de la escena cuando ellos se besan, salir corriendo y borrar el recuerdo en tu mente, pero… mientras más lo intentas, se vuelve más nítido.
- ¡Exacto! Vaya, nunca pensé qué hubiera una persona que me entendiera en ese aspecto. 
- ¿En qué aspecto? – De pronto la voz de Nicholas apareció en la conversación, materializando con Blake junto a nosotros. Ambos los miramos con los ojos abiertos de par en par. 
- Nicholas. ¿Recuerdas lo que te dije acerca de la privacidad de las personas? – Inquirí. 
- Es el primer día que se conoces ¿Y ya tienen secretos entre ambos? – Preguntó queriendo sonar divertido, pero pude identificar en su voz algún tono amargo muy bien escondido. 
- ¡¡Uuuyy!! – Bromeó Blake atada de la cintura de Nicholas. 
La fierecilla refunfuñó palabras ininteligibles. Miré a Connor, quién mantenía su mirada fugaz. Primero mirando el piso, luego a mí, después a Blake y por último a Nicholas para después volver al piso. Imaginé que estaba ideando alguna forma de salir del embrollo. 
- ¿Sabes Blake? – Dije como si nada – Creo que invitaré a salir a Thomas – Solté, no muy segura de lo que estaba haciendo, pero si algo había que distrajera a Blake de emparejarme con Connor, era empajarme con alguien más. 
Funcionó, la mirada de todos se posaron en mí. La de Connor, agradecida por haber logrado cambiar de tema, la de Blake que resplandecía emoción, y la de Nicholas, seria, rara. 
- ¿En serio? – Gritó de emoción.
- Si, la verdad es que es un chico muy agradable y muy lindo además – Dije, al fin y al cabo eso sí era verdad. 
- ¿Y? ¿Cuándo? – Se soltó de la cintura de Nicholas y ató su brazo al mío, haciéndome caminar y separándome de Connor. Ellos nos siguieron muy de cerca. 
- No lo sé, quizá mañana – Me encogí de hombros, indiferente. 
- ¿Entonces te gusta Thomas? – Preguntó y miré por la colilla del ojo a Nicholas, quien iba un paso atrás de nosotras junto con Connor; repentinamente atento, de nuevo. 
¿Qué iba a decir? Se decía que si, Blake especularía bastante hasta llegar a los planes de boda, era capaz. Si decía que no, entonces no concordaría en nada con lo que yo había dicho antes y quedaría como… una tonta. 
- Pues… yo… ehmm – Tartamudeé. 
- ¡Chicos miren eso! – Interrumpió Connor, señalando hacia una góndola – ¡Quiero subir! 
- ¡Yo también! – Dijo Blake. 
- ¿Qué dicen ustedes? – Preguntó Connor. 
- Bueno, yo… paso – Contesté, no tenía muchos ánimos de subir y andar sobre las aguas. 
- Yo también – Dijo Nicholas, con las manos en los bolsillos – Vayan ustedes, nosotros los esperamos. 
Capté la situación entonces, Nicholas y yo, solos de nuevo. La fiera brincó de alegría y su grito era completamente entendible: ¡Sí, sí, sí, sí! 
- ¿Quieres ir, Blake? – Volvió una cuestión de Connor. 
- Si, hace mucho que no me subo a uno, pero quiero que Nicholas y _____ vengan también. 
- Perdóname, de verás, yo paso. Puedes ir tú, Nicholas – Dije al interpelado – No se preocupes por mí, yo los espero. 
- No, vayan ustedes – Dijo él – Esperaremos aquí – Sonrió y besó la frente de Blake. 
- Aguafiestas – Se quejó esta, pero igual se alejó junto con Connor hacia la góndola. 
Pero antes, Connor me miró y me guiñó un ojo disimuladamente, entonces caí en la cuenta de que había hecho lo mismo que yo había hecho antes con él, sacarme de una situación incómoda. 
Cuando se perdieron entre la multitud, me giré a mirar a Nicholas. 

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