My Enemy (Silco X OC)

Capítulo 19: Castigo.

Silco.

Frustración. La frustración, los celos, el enfado, la impotencia... La cobardía. Esos sentimientos me devoraban por dentro lentamente.

Debí aclarar las cosas. Debí decirle que fue Nina quien le contó a Jinx su secreto.

Pero no pude, por alguna razón, las palabras simplemente no salieron de mi boca, fui un estúpido cobarde. O tal vez tuve miedo de que no me creyese a mí antes que a Nina.

Por otra parte, el dolor que me causó la fría mirada de Victoria... "Fue un error confiar en tí"

Todavía tenía ese nudo en mi garganta.

Estaba enfadado, celoso, no podía soportar la idea de saber que lo que dijo Nina era verdad. Por Dios, imaginarme que se veía con un hombre era una cosa, pero confirmarlo me destrozaba por dentro.

¿Y por qué? No tenía derecho, lo sabía, pero no podía evitar que la rabia fluyese por mis venas como si sustituyese a mi sangre.

Dios, ¿qué coño me estás haciendo...?

Dejando de lado ese tema, consolé a Jinx todo lo que pude, brindándole todo el apoyo que un padre puede dar en estos casos.

Yo no era perfecto, pero amaba a Jinx con todas mis fuerzas, y haría lo que fuese por no ver ni una lágrima cayendo de sus ojos.

Ella había salido a despejarse, quería estar sola, supuse. Mientras que yo me quedé en mi oficina, intentando enfrascarme vanamente en el trabajo.

Sabía que no me podía concentrar por lo que había pasado, por mucho que intentase negármelo a mí mismo.

-¡Joder!- Maldije, tras tirar todo lo que había en el escritorio, llenando el suelo de trozos de cristal (pues había roto un vaso) y múltiples papeles.

Recordé las pequeñas manchas púrpuras en el cuello de la albina y tragué saliva, apretando la mandíbula con rabia.

Nina tenía razón, pero no podía culpar a Victoria por vivir su vida.

Lo que más quería en este momento era golpear a alguien. Pero no podía dejar que la rabia me consumiera, tenía que conservar la calma.

"A la mierda" Pensé.

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Ekko.