007 Club nocturno

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Ya era de noche.

El clima era perfecto, con una brisa nocturna suave que evita a tener mucho calor o frío.

Remus estaba caminando por las calles de la ciudad, vestido casi de incógnito y acompañado muy de cerca por Alice, Lily y su guardaespaldas.

El lugar se veía vacío y daba miedo.

—¿Segura que estamos bien? —Preguntó Remus.

—Se llama club subterráneo por una razón. —Dijo Marlene quién iba justo en frente.

En cuanto llegaron a la entrada, ella fue la encargada de decir lo que parecía ser una contraseña al guardia de la entrada, lo que les aseguró la entrada a todos.

Remus se sorprendió al ver que sólo él, Lily, James y Mary habían llevado a sus guardaespaldas.

Sabía que Sirius se había escapado del suyo, pero le sorprendía que Marlene tampoco lo llevase.

El club era interesante.

Estaba repleto de luces parpadeantes, lo que había mareado a Remus al principio, pero rápidamente se acostumbró.

Era difícil saber que clase de club era, puesto que las personas tenían diversos tipos de ropas y "disfraces" en la pista de baile.

Pero nadie con teléfono, lo cual dejó a Remus más tranquilo.

—Es genial. —Lily habló por encima de la música, mirando a Remus. —Por fuera ni siquiera notas que es un club nocturno. La única forma de conocer el lugar porque conoces a alguien que lo conoce, lo que significa...

—Nada de prensa. —Remus completó, sonriendo.

—Exacto. —Lily sonrió ampliamente, acomodando su top negro. —Podemos hacer lo que queramos sin que la prensa se entere.

El castaño asintió. Vio por el rabillo del ojo algo que llamó su completa atención.

Una cabellera rubia movía su cabeza al ritmo de la música del club, sentado en la barra, bebiendo un trago.

—Peter también está aquí. —Remus habló por lo alto, sorprendido. La pelirroja volteó a la barra.

—No me sorprende, hace años que está en Hogwarts. —Respondió ella encogiendose de hombros. —Ahora que tiene toda la libertad de salir por la noche, seguro aprovecha este club.

—Tienes razón. —Remus asintió.

—Dudo que el ayudante de la profesora se nos quiera unir a celebrar. —Bromeó Lily.

Remus rio ligeramente. A veces olvidaba que no todos habían hablado con Peter como él lo había hecho y, a pesar de que el rubio era sólo dos años mayor que el resto, todos lo veían como una figura mucho más adulta y responsable.

—Remus. —La voz de Alice se hizo eco entre la música y la gente. —Voy a estar con los demás guardias, siempre vigilandote, pero dándote espacio. —Remus asintió ante sus palabras y la vio alejarse hacia un rincón del club, junto con otras personas que, Remus asumía, se trataban de más guardaespaldas.

—Los otros se fueron por aquí, vamos. —Lily tomó el brazo de Remus y lo arrastró por entre medio de la multitud.

—Tardaste años, Rushuania. —Sirius apareció una vez que Lily se detuvo, algo alejada de la pista de baile.

—Ugh, no sé ustedes, pero muero por beber algo. —Marlene habló. —Dorcas, ¿Me acompañas a la barra? —La chica morena asintió con una sonrisa y ambas desaparecieron de la vista de los demás.

Amoríos extranjerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora