Remus observó asustado a Sirius, quien lo miraba sin ninguna expresión en su rostro.
-¿Qué? -Remus preguntó. -¿Qué pasó? ¿Estás en problemas?
-Puede que si. -Respondió. -Puede que ambos lo estemos.
Remus sintió que su corazón latía a la velocidad de la luz mientras miles de escenarios pasaban por su mente.
¿Qué habían hecho? ¿Algún paparazzi los vio? Quizás su madre estaba por llamarlo, pero ¿Por qué?
Intentó recordar sus últimos movimientos durante toda la semana, que hizo, con quien, a dónde fue, con quien habló, que posteó en sus redes sociales.
-Sirius que... -Ni siquiera sentía que las palabras podían salir de su boca, había comenzado a temblar.
-Mary propuso contratar una especie de referí para su debate de mañana. -Dijo de manera seria el chico del cabello largo. -Y Mcgonagall aceptó.
Remus lo miró confundido y con la boca abierta, sintiendo como su alma volvía poco a poco a su cuerpo.
Luego, la ira llegó.
-¡¿Qué mierda tienes en la cabeza pedazo de imbécil?! -Gritó Remus. -¡¿Se te quemaron tus putas neuronas?! ¡¡PENSÉ QUE SE VENÍA UNA GUERRA POR MI CULPA!!
-Un poco exagerado pensar en guerras, Rushuania. -Sirius rio suavemente, cosa que se arrepintió al ver la cara de Remus.
-¿Exagerado dijiste? -Preguntó observándolo fijamente.
-N-no. -Sirius habló rápidamente. -Lo siento, no pensé que te pondrías así, no imagine que te pondrías a pensar tanto en eso, no fue mi intención.
Remus suspiró pesadamente, cerró sus ojos y contó hasta diez lentamente.
-Un día de estos te voy a matar. -Dijo Remus logrando calmarse. -¿Cómo se te ocurre decirme algo así de la nada? Ni siquiera sabemos si debemos debatir con Mary. Pensé que te habían expulsado o que me habían visto contigo y habrían creado una historia. Creí que mi madre no tardaría en llamarme para...
-Remus. -El castaño se sorprendió al escuchar por primera vez su nombre de la boca de Sirius. -Escúchame, lo siento mucho. -Dijo suavemente. -Te juro que no pensé que te pondrías así.
-Esta bien. -Remus dijo rápidamente. -Me asustaste solamente.
-Eso veo. -Sirius comentó, analizando al más alto. -¿Estás bien? Te notó algo presionado.
-Lo estoy. -Dijo rápidamente, no queriendo hablar del tema. -Solo me gustaría que terminemos el proyecto para mañana.
-De acuerdo. -Sirius asintió entrando al lugar y cerrando la puerta detrás de él. Remus le ofreció sentarse en el sofá mientras sacaba su computadora para ver en qué se habían quedado. -¿Puedo preguntarte algo?
-¿Qué pasa?
-¿Por qué pensaste que podría ser expulsado? -Remus tragó saliva al escuchar la pregunta de Sirius.
-Porque... -Decidió ser sincero ya que no tenía ánimos de pensar en alguna excusa. -Te escuché hablando con Peter la semana pasada.
-¿Me escuchaste? -Sirius lo observó y sonrió con esa sonrisa típica de él. -¿Por qué exactamente?
-Porque no ibas a la biblioteca a hacer el trabajo. -Respondió Remus de mala gana. -Además no te creas tan importante. Tenía que devolverle un libro a Peter y tú estabas con él.
-Claro. -Sirius borró su sonrisa y se acomodó en el sofá.
-¿Entonces? -Preguntó el castaño. Sirius lo miró confundido. -¿Me vas a decir por qué casi te expulsan?
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Amoríos extranjeros
FanfictionRemus Lupin, primer y único hijo de la presidenta de la gran República de Rushuania, Hope Lupin. Es enviado al Instituto Superior Hogwarts con la esperanza de aprender lo suficiente para ser el futuro presidente de su país, tal como su madre. Siriu...