012 Centro de ski

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Remus observó atentamente las montañas, cubiertas de una espesa capa de nieve y repletas de árboles secos que daban un aspecto único al lugar.

El jet giró un poco y entonces el castaño reconoció el enorme centro de ski a sus pies.

—Ya puedo respirar el aire fresco de la montaña. —Remus comentó. —Esto es exactamente lo que necesitaba.

—Concuerdo. —Lily dijo mientras bebía un coctel de color verde. —¿Quién tiene tiempo de preocuparse por estúpidos periodistas con tantas pistas de ski por aquí? —Luego bajó su voz. —Y algunos lugares para buscar calor.

—Esos lugares son los que precisamente debo evitar. —Remus río. —Se supone que tengo que evadir escándalos, ¿Recuerdas?

—Entonces que no te atrapen, duh. —Soltó en tono obvio y ambos rieron.

Sentado al lado del piloto, Peter utilizó un micrófono para dirigirse a todos los estudiantes dentro del jet.

—Mientras nos aproximamos al centro de ski Hogsmade. —La voz del rubio se escuchó por los parlantes. —Me pidieron que les recuerde que esto no es simplemente un centro de ski común y corriente.

—No puedo esperar para bajar por la montaña más alta. —Dorcas habló, emocionada. —Espero que te guste tragar nieve, princesa. —Agregó observando a Marlene.

—¿Tragar nieve yo? —Marlene río. —Te advierto que sé esquiar desde antes de aprender a leer.

—Espera, ¿Puedes leer? —Sirius dijo, fingiendo sorpresa. Marlene río fuertemente.

Un pequeño maullido obligó a Remus a mirar hacia la pequeña jaula donde Pelusa dormía.

—Hola hermoso. —Remus sonrió al ver a su gatito despierto.

Remus no lo notó, pero Lily reprimió una carcajada al ver como Sirius se había volteado al oír al castaño.

—Como decía. —La voz de Peter volvió a sonar por los parlantes. —El centro de ski Hogsmade es también un sitio muy importante para la diplomacia internacional. Recuerden que tienen algunos tour a lo largo del complejo que les servirán para estudiar para el próximo examen de historia.

—Oh vamos Peter. —Remus dijo en voz alta, sonriendo. —¿Tour escolar? Se supone que estamos de vacaciones.

—La única educación que quiero este fin de semana es aprender a saltar en ski. —Sirius comentó en voz alta también.

—Y también cuál café es el más calentito y más delicioso. —Dorcas se metió.

—No estoy hablando de algo intensivo. —Se pudo distinguir algo de risa en la voz de Peter.

—¿Qué carajo? —Una voz interrumpió la conversación y obligó a todos a observar por la ventana.

El jet estaba aterrizando, por lo que podían ver más claro el centro de ski debajo de ellos.

Es así como descubrieron cientos de periodistas, sacando la mayor cantidad de fotos que podían del jet.

—¿Qué hacen los paparazzis aquí? —Lily preguntó, confundida.

Remus se encogió en su asiento, Arthur no mintió.

Sirius le dedicó una mirada de preocupación al castaño, quien tenía miedo de si quiera mirar por la ventana.

En cuanto el jet aterrizó, todos los periodistas corrieron hasta él, cegando a algunas personas por la cantidad de flashes que se reflejaban en la nieve.

Las puertas del jet se abrieron y un periodista gritó.

—¡Ahí esta! —Remus trató de esconderse en su asiento para que no pudieran verlo.

Amoríos extranjerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora