Capítulo 3

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Narra Frank

Gerard ha estado distante de mí desde aquel día en el que respondí que no a su pregunta de si acaso me gustaba. He tratado de acercarme, pero él evita todo contacto conmigo, cuando estoy cerca, bajo cualquier burdo pretexto se aleja y esto me está carcomiendo por dentro, porque necesito hablar con él, explicarle las cosas y que todo vuelva a ser como antes, aunque realmente no quiero volver a eso, no quiero sólo ser su amigo, quiero ser su todo, quiero que él sea sólo mío, quisiera que se enamorara de mí, pero qué puedo hacer para que él me volteé a ver con ojos de amor. Él siempre tiene a alguien a su lado, últimamente al asqueroso de Bert que no se le despega y odio que ese tipo esté siempre encima de él.

Y es que Gerard es tan hermoso que cualquiera, sea hombre o mujer, daría lo que fuera por estar a su lado, es por ello que nunca falta quien quiera estar con él, pero yo sólo quiero alejar a toda esa gente y que me mire sólo a mí.

Estoy aquí, en el bus, en mi cama. Debo confesar que si bien amo tocar y amo a la banda, odio que tengamos que pasar días, semanas, incluso meses viviendo en un sucio autobús, cuando bien podríamos estar en un hotel con camas cómodas, con una ducha caliente y no conformarnos con lo que tenemos aquí, pero no somos una gran banda, no podemos aspirar a tanto.

El autobús está desierto, todos los chicos han salido y yo me encuentro aquí, tratando de descansar un poco, aunque en estas incómodas camas es tan complicado. De un momento a otro escucho que alguien ha entrado al bus, oigo forcejeos, jadeos, por lo que recorro sólo un poco la cortina para encontrarme con una desagradable imagen, pues se trata del asqueroso de Bert, quien está con Gerard, con mi Gerard, lo besa y trata de desnudarlo ¿Se lo va a follar conmigo aquí presente?.

- Oh Gee, estás tan rico – Escucho decir a Bert

- Espera, puede haber alguien – Menciona entonces Gerard casi en un susurro

- No hay nadie. Vamos, haz tu trabajo – Señala Bert. Por lo que decido asomarme un poco y puedo ver casi al final del pasillo a Bert de pie, bajándose los pantalones, mientras Gerard yace hincado en el piso. Qué escena tan repugnante, no creo poder soportar esto, tal vez haré ruido, notarán mi presencia, pero en definitiva no me voy a quedar a ver este espectáculo. Sé que Gerard está drogado, por eso lo hace, o al menos eso es lo que quiero creer.

Me dispongo a salir, pero ellos notan mi presencia, noto que Gerard tiene el pene de Bert en sus manos, sin embargo me voltea a ver horrorizado, mientras que Bert sonríe de una forma repugnante.

Escucho a Gerard decir mi nombre, pero no me detengo, doy la vuelta y salgo del bus. Ni siquiera sé cómo sentirme ¿por qué Gerard está con ese idiota? Pronto siento una mano jalar mi brazo, me volteo sólo para encontrarme con los verdes ojos de Gerard mirándome, están rojos y cristalizados al mismo tiempo. Luce tan pálido, más de lo normal, sus labios resecos.

- Frankie, lo que viste...

- Es tu vida Gerard, no tienes por qué darme explicaciones

- Pero yo no lo quiero, Frank – Me dice mirándome con preocupación

- Ya te dije Gerard, es tu vida, no sé por qué lo hagas, pero no tienes que explicarme nada

- Perdón Frankie – Menciona él, pero no me da siquiera tiempo para responder, pues pronto se da la vuelta y comienza a caminar rápidamente sin mirar atrás, no sé a dónde va. Quiero ir tras él, pero no lo hago, me quedo como un idiota, mirando cómo se aleja, cuando lo único que quiero es abrazarlo y que sólo sea mío, mío y de nadie más.

Burbuja (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora