Capítulo 15

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Narra Gerard

Frank insiste con lo de la dichosa cita, me ha dicho que mañana preparará algo especial en su apartamento, él estaba necio con que saliéramos, pero no, no quiero, no faltará quién me reconozca y diga: "Ahí está el drogadicto vocalista de una banda que intentó suicidarse". No sé qué es lo que tiene planeado Frank y qué pretende con todo esto. Ha insistido en que me quiere, que siente algo más por mí, quiero creerle, pero ¿en serio se fijaría en mí cuando tiene a Jamia? Ni siquiera le he comentado que aquella noche en que desaparecí lo vi con ella, tal vez porque tengo miedo de que me diga que todo es verdad y que la ama a ella y que sólo ha estado conmigo estos días por lástima.

Quiero creerle, pero es que soy tan poca cosa, aún así estoy emocionado por pasar el día de mañana con Frank, por lo que sea que tenga preparado.

Doy vueltas en mi cama, no puedo conciliar el sueño, siento ese cosquilleo en mi estómago ante lo que ocurrirá mañana. Ahora mismo quisiera que Frank estuviera aquí conmigo, él me ha dicho que estará para mí cuando lo necesite, pero no quiero atosigarlo, no quiero cansarlo de mí, si no es que ya lo está.

Nunca había estado en el nuevo apartamento de Frank, luce tan lúgubre, tan oscuro, hay poca iluminación. Frank no ha dicho nada, a decir verdad no se ha mostrado tan atento conmigo como lo había estado haciendo en las últimas semanas.

Ahora mismo estoy aquí, en el sofá de su sala, él ha ido por algo de vino. Es raro que vaya por vino, sabe perfectamente los problemas que tengo con el alcohol, pero bueno, no creo que un trago me haga daño.

Frank llega con las copas y la botella de vino, me ofrece un poco, aunque prefiero dejar la mía en la mesita de centro. Frank luce raro, viste una camisa blanca arremangada, pantalones negros y zapatos, rara vez lo veo con zapatos. Bebe rápidamente su copa de vino, coloca la copa vacía en la mesa y se aproxima hasta mí, me mira fijamente con esos ojos avellana que me hipnotizan y me besa en los labios y yo siento que el corazón se me va a salir del pecho, sin embargo el beso comienza a tornarse un tanto "sucio", pues Frank lleva sus manos debajo de mi ropa, yo no sé ni siquiera cómo actuar. Me despoja de mi ropa y pronto me hallo ya sólo en ropa interior.

- Dios Gee, quiero follarte ya mismo – Dice entonces. Me le quedo mirando, mientras veo cómo comienza a desabrocharse el pantalón – Vamos putita ¿Te vas a poner difícil conmigo? - Menciona y yo no sé qué decir, ¿por qué me está hablando así?. Durante las últimas semanas se había mostrado tan dulce conmigo, comprensivo y ahora sólo piensa en follarme como todos.

Entonces antes de que yo diga nada me voltea, quedando así a espaldas de él, mientras que siento cómo va bajando mi ropa interior.

- No sabes cuánto he esperado para cogerte, Gerard. Amo a Jamia, pero verás, ella es una santurrona, no me deja que la coja así como te cogeré a ti – Menciona Frank y yo me quedo procesando sus palabras. ¿Entonces todo lo que ha dicho en los últimos días ha sido una mentira? Claro que lo fue, claro que ama a Jamia, ¿por qué habría de quererme a mí?. Era obvio, sólo me quería para esto, sólo para esto sirvo. Nunca nadie me ha tomado en serio, ¿por qué Frank habría de ser la excepción?.

Ni siquiera estoy excitado a pesar de que Frank está tanteando mi entrada. Sólo quiero llorar, salir corriendo de aquí, pero no digo nada. Siento cómo las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas.

- No llores putita, si te encanta que te la metan – Dice Frank, tomándome de los cabellos y restregando mi rostro contra el sofá. Siento que me ahogo, pero no digo nada, sólo sollozo, sollozo cada vez más fuerte, cierro los ojos. Quiero que esto termine. Vuelvo a abrir los ojos y puedo notar que estoy vestido, completamente sudado, estoy en mi habitación, pero realmente estoy llorando. Todo ha sido una horrible pesadilla, pero parecía tan real. ¿Frank en serio me quiere? Necesito que me lo diga.

No sé por qué busco mi celular y el número de Frank, necesito oír su voz, necesito que me diga que de verdad me quiere. El teléfono suena un tono, nada, dos tonos, nada, tres tonos, nada. Decido colgar, en qué estoy pensando, es de madrugada, debe de estar dormido, o tal vez está con ella, tal vez lo estoy interrumpiendo. Ya no quiero pensar. Me vuelvo a meter entre las sábanas, pero mi celular comienza a sonar, es Frank. No sé si contestarle, fui un idiota al llamarle a esta hora, sin embargo necesito oír su voz, por lo que decido responder.

- ¿Gee? - Dice él, pero no respondo, no sé qué decirle – Gee ¿Estás ahí? ¿Estás bien?

- Frankie, perdón, no debí llamarte

- No Gee, sabes que estoy para lo que necesites ¿qué pasa?

- No, nada. En serio perdóname Frank

- Puedes confiar en mi Gee. Dime qué pasa. No marcaste a las 3 de la mañana por nada. Si necesitas que vaya puedo hacerlo – Menciona y en serio quisiera que estuviera aquí ahora mismo, abrazándome, pero no voy a molestarlo

- Estoy bien Frankie. Nos vemos mañana

- ¿Seguro que no me necesitas?

- No Frankie

- Bueno, sabes que te amo Gee. Mañana será un gran día. Descansa – Pero ya no digo más y cuelgo, qué idiota en marcarle, pero necesitaba oírlo decirme que me ama, porque yo lo amo, lo amo demasiado.

Burbuja (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora