Capítulo 21

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Narra Frank

La cagué, de nuevo la cagué y lo lastimé, lastimé a Gerard. Sé que él está tan sensible, que le está costando horrores salir de su depresión, que insiste en menospreciarse y que no importa cuántas veces le diga que lo amo, él simplemente no lo cree.

A veces me da impotencia y cierta tristeza el que Gerard no crea en mis palabras, porque en verdad lo amo, pero a él le cuesta tanto aceptarlo. Sé que la más mínima acción puede llegar a lastimarlo como lo hice en ese maldito centro comercial. Gee no quería salir pero yo le insistí en que lo hiciéramos. Llegamos al centro comercial, caminábamos entre las tiendas y entonces la vi, ahí estaba Jamia, tenía tanto tiempo sin verla que inconscientemente solté la mano de Gerard para ir hasta ella, incluso por unos minutos, en tanto nos poníamos al día, me olvidé de él, de mi Gee, ni siquiera lo integré a la plática, cuando lo recordé él ya se había dado la vuelta, me dijo que sólo iba al baño, y yo, estúpido ni siquiera lo acompañé, dejé que se fuera, quedándome con Jamia. Y sí, lo admito, estando conversando con ella se me fueron los minutos volando, hasta que ella dijo que tenía que irse, fue entonces que miré mi reloj, habían pasado al menos unos 20 minutos desde que Gerard se fue, por lo que tras despedirme de Jamia decidí ir a buscarlo a los sanitarios, pero nada, entonces le marqué, pero no obtuve respuesta, continúe insistiendo y entonces caí en cuenta que lo había arruinado, que seguramente Gerard pensó otra cosa al verme tan feliz con Jamia y ya se habría ido.

Decidí dar una vuelta por todo el centro comercial, con la esperanza de encontrarlo, pero nada. Marqué de nuevo a su celular pero no obtuve respuesta, por lo que decidí marcar a Mikey, quien dijo que no había llegado a casa, mencionó que le marcaría y entonces me devolvería la llamada, sin embargo minutos más tarde me dijo que tampoco le respondía, que le marcaría a Ray para ver si sabía algo. Comenzaba a preocuparme al no saber nada de Gee, porque él no está bien y ¡Dios!, sólo esperaba que no intentara hacer una tontería.

Recibí de nueva cuenta una llamada de Mikey diciéndome que Gee estaba bien, que se encontraba en casa de Ray, quise ir a buscarlo, pero me dijo que no era buena idea, que esperara al día siguiente, pues al parecer Gerard había tenido una crisis y no estaba bien, pero mierda, yo necesito estar con él, soy su novio.

Me sentí tan impotente por no poder estar con Gerard, por haber sido yo el detonante de su crisis.

Pero tenía que hallar la forma de demostrarle mi amor a Gerard, de que se diera cuenta que no estoy con él por lástima ni ninguna de esas paranoias en su cabeza, por lo que encontré la mejor forma de hacerlo.

Demoré un poco en llegar a casa de Ray, pues tenía que preparar mi sorpresa para Gerard, ya era algo tarde, casi la una, por lo que lo llamé para saber si Gee seguía en su casa, me dijo que sí, por lo que me apresuré a ir hacia allá.

- Frank, qué gusto verte – Menciona Ray al verme ahí, parado frente a su casa

- Igual Ray, espero que ya pronto podamos retomar la gira y las grabaciones

- Eso espero también, espero que Gee esté mejor pronto

- No hay nada que deseé más, créeme – Le respondí

- Gee está en la habitación, pasa

Ingresé a la casa de Ray, dirigiéndome hasta su habitación, toqué la puerta, no tenía seguro, por lo que decidí entrar, encontrándome con mi Gerard, hecho bolita, vistiendo una pijama que le quedaba un poco grande, claro, era de Ray.

- Hola Gee – Menciono, Gerard se voltea, dejándome verlo. Su negro cabello como siempre revuelto, sus mejillas con un intenso color carmín y sus ojos un tanto hinchados y enrojecidos, deduzco que estuvo llorando y me siento tan mal por ello.

- Frankie – Es lo único que dice, por lo que me acerco hasta él para abrazarlo – Perdóname por irme así...

- No mi amor, no tengo nada qué perdonarte. Discúlpame tú por haberme portado como un idiota

- No Frankie, yo soy el idiota

- Claro que no mi amor, no lo eres – Le digo separándome de él para mirarlo a los ojos – Te traje una sorpresa, mi vida – Manifiesto y puedo ver como sus verdes ojitos brillan

- ¿Qué es? - Pregunta ilusionado. Me levanto un poco la playera sólo para dejarle ver el tatuaje que me he hecho en el abdomen sólo para él. Son dos golondrinas, una trae un antifaz, cómo a él le gustaba maquillarse en nuestra última gira, y la otra unas cruces, como él me las pintaba en los ojos. En medio de ambas golondrinas se encuentran nuestras iniciales "G & F". Esta fue la mejor manera que encontré de expresarle mi amor a Gerard, puedo notar como sus ojitos se iluminan, lleva sus manos hasta mi abdomen y comienza a tocar con cierta delicadeza.

- ¿Somos nosotros?

- Así es mi amor, sólo quería demostrarte con esto cuanto te amo. No miento, créeme – Le digo y él se abraza a mí, para posteriormente comenzar a besarme y yo amo probar el sabor de sus labios, nunca me cansaré de ello

- Gracias Frankie

- Gee, no tienes nada qué agradecer, lo hice porque te amo, te amo demasiado – Y entonces vuelve a abrazarme y a besarme y noto como sus traviesas manos intentan despojarme por completo de la playera que me he levantado para mostrarle el tatuaje y vaya, me muero por hacerlo mío, pero estamos en casa de Ray.

- Házmelo, Frankie – Me dice al oído, restregándose a mí

- ¿No prefieres que vayamos a mi apartamento, mi amor? - Gerard sólo se sonroja y se separa de mí

- Perdón, Frankie – Dice mirando hacia abajo, por lo que lo tomo de la barbilla para que me mire a los ojos

- Hey, Gee, no hay nada que perdonar. Me muero por hacerte mío, pero no quiero que Ray nos escuche – Gerard sólo me sonríe y vuelve a bajar su mirada, por lo que lo atraigo a mí para abrazarlo – Te amo Gerard, te amo tanto, y nunca me cansaré de decírtelo – Manifiesto perdiéndome en sus preciosos ojos verdes, él sólo me sonríe y entonces nos fundimos en un profundo beso.  

Burbuja (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora