Capítulo 11

101 13 1
                                    

Narra Frank

Estoy desesperado, necesito que lleguemos ya a ese sucio motel, y es que hace apenas algunos minutos Mikey recibió una llamada donde le dijeron que vieron a Gerard ingresando a un motel localizado a las afueras de la ciudad, al parecer llevaba consigo unas botellas de alcohol, por lo que todos decidimos subirnos en la Van para dirigirnos hacia aquel lugar, me sudan las manos, necesito que lleguemos ya, necesito abrazar a Gerard, decirle que lo amo, quiero estar con él.

El camino se me hace eterno ¿Cómo diablos llegó Gerard hasta acá? Arribamos al motel y en verdad es un lugar tan deprimente, quién podría imaginarse que ahí se encontraba Gerard. Ingresamos, Mikey pregunta por Gerard Way, parece que no hay registro de él, quizás dio un nombre falso, por lo que Mikey comienza a describirlo y sí, los encargados del lugar dicen que hay un chico con esas características en este sucio lugar. Nos dan el número de habitación y salgo corriendo hasta encontrarla, tocando la puerta con desesperación y gritando el nombre de Gerard, pero nada. Entonces Mikey y Ray llegan también, tocan pero nada, tengo miedo que haya hecho alguna tontería. Mikey regresa a la recepción para pedir una copia de las llaves, pero yo no puedo esperar más, no me importa si causo destrozos en ese sucio lugar que es más que deprimente, por lo que empiezo a empujar la puerta, pero Ray me detiene, "ya viene Mikey con la llave", me dice. Siento que Mikey tarda una eternidad en ir por esa maldita llave, de un momento a otro ya está ahí tratando de abrir, pero está tan nervioso como yo que no puede hacerlo, entonces Brian nos hace a un lado, toma la llave y abre la habitación. Me adelanto y soy el primero en entrar a ese sucio lugar.

Me siento desfallecer ante la escena frente a mí, pues ese maldito sueño que tuve hace un par de días pareciera haberse hecho realidad, y es que hay montones de botellas regadas en el piso y ahí, tirado se encuentra Gerard, mi Gerard, con las muñecas cortadas, desangrándose, pronto me aproximo hasta él para tomarlo en mis brazos, no quiero que me deje, no quiero que se vaya cuando me he enamorado tan profundamente de él. Sollozo como un idiota y me acerco a su pecho y su corazón ahí está, latiendo, tan débil. Tomo mi playera y arranco algunos trozos de tela para atarlos a sus muñecas, cubrir sus heridas y evitar que se siga desangrando. No quiero soltarlo, por lo que me aferro más a su cuerpo inerte. Mikey está ahí a un lado de nosotros, parece que Brian llama a una ambulancia, mientras que Ray inspecciona la sucia habitación.

No quiero soltar a Gee, no quiero hacerlo nunca, no quiero que se vaya. Trato de hablarle con la esperanza de que me escuche.

- Gee ¿Me escuchas? Gee por favor no te vayas, no me dejes – Digo acercando su cuerpo más a mí, sin embargo sus ojitos no se abren, quien sabe cuánto tiempo llevaría así. Espero no mucho, espero que esa maldita ambulancia no demore más, no quiero perderlo, no quiero que se vaya, porque si él deja de respirar, yo igual lo haré. Este mundo es horrible y lo único hermoso para mí es él, mi Gee, con todas sus imperfecciones que lo vuelven tan perfecto a mis ojos. Lo amo demasiado.

Luce tan pálido, sus labios resecos, algunos mechones de su negra cabellera en su rostro. Quiero que abra sus ojitos, quiero que me deje amarlo tanto, curar sus heridas, estar con él ahora y siempre, hacerlo feliz.

Ni siquiera sé cuánto tiempo ha pasado desde que encontramos a Gerard en ese deplorable estado, no he querido soltarlo, pero pronto unas manos tratan de alejarme de su lado. Los paramédicos han llegado ya, rápidamente lo suben a una camilla para sacarlo de este asqueroso lugar, los sigo, no quiero separarme de él, pero al estar afuera de la ambulancia me impiden irme a su lado, es Mikey quien lo acompaña y yo, yo me quedo como un estúpido mirando cómo se lo llevan en la ambulancia mientras las lágrimas corren por mis mejillas.  

Burbuja (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora