Caminos inesperados

Capítulo 5: El encuentro

Dos semanas después...

Lena decidió que era momento de hablar con James ya que no le gustaba el rumbo que estaba llevando su amistad. Lo encontró en la sala leyendo un libro lo cual le resultó un poco habitual en James.

—Hola, Jim...

—Lena. Me da gusto verte. Kelly no está en casa, pero seguro no tarda mucho en regresar.

—Lo sé, vine a visitarte a ti...

—Oh... No esperaba esto

—¿Estás evitándome?

—No. ¿De dónde sacas eso?

—No he sabido de ti desde la última vez que estuviste en mi departamento. No es que espere que nos veamos o hablemos todos los días, pero sé de tu existencia por Kelly.

—Lo siento, he estado un poco ocupado.

—¿Estás seguro que es eso? Porque me puedes decir claramente lo que te pase. Siempre hemos hablado todo y encontrado una solución.

—Perdón, Lena. Parece que no me canso de ser torpe contigo... Es lo único que puedo decirte.

—Sé que no es tan sencillo lo que estamos viviendo, pero me he esforzado porque sigamos manteniendo nuestra amistad. Sin embargo, a ti parece no importarte.

—No es eso, Lena...

—Si no es, parece. James, te quiero y te agradezco tantas cosas... Pero no voy a estar detrás tuyo. Si no tienes nada más por decir, me parece que no tengo nada que hacer aquí.

—Espera, Lena. Tienes razón. Si te he estado evitando... Lo siento. Creí que era lo mejor para ti si no nos veíamos por el momento. No deseaba que mi presencia te causara ningún molestar.

—¿Y no crees que era mejor si me preguntabas? Puedo tomar mis propias decisiones y elegir lo que sea mejor para mí. No sé el porqué de que todo mundo me quiera proteger, he dejado de ser una niña hace mucho tiempo, no me voy a quebrar.

—Entiendo que estés molesta, Lena... Nunca he querido perder tu amistad y sé que me equivocado una y otra vez contigo. Lo siento. La verdad es que tienes muchas razones para no querer ser mi amiga.

—Honestamente, sí... Lo único que he querido de ti es la confianza que siempre nos tuvimos. Sé que estás disfrutando tu vida... Y lo único que puedo decirte es que me alegro por todo lo que estés viviendo.

—Gracias, Lena. No quiero perderte... Pensaba que hacía lo correcto y te pido una disculpa. Todo será mejor de ahora en adelante. Lo prometo. Toma asiento, por favor.

—Está bien. ¿Ahora lees?

—Estoy intentando mejorar el hábito de la lectura.

—Eso me parece muy bien.

—¿Y tú estás leyendo algo en este momento?

—¿Recuerdas los libros que me regalaste? Estuve un tanto ocupada, pero por fin estoy iniciando el tercer libro.

—¿Qué te han parecido hasta ahora?

—Me han resultado entretenidos hasta ahora. Ya veremos qué pasa con el tercero...

—Me alegra que parezcan ser de tu agrado.

—Gracias. ¿Qué tal te va en todo?

—Parece que mejor de lo que esperaba, gracias por preguntar. ¿Tú cómo vas?

—Mejor cada día. Decidí remodelar por completo mi departamento.

—Seguro quedó increíble.

—La verdad es que me gustó mucho, todavía faltan algunos detalles, pero ya será más adelante. Estaba pensando en hacer una pequeña reunión el sábado para celebrar. Puedes traer a quien quieras, lo digo de verdad. Es momento de retomar todo.