Capítulo 15: Kara-oke

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—¿Y bien, a dónde planean llevarme?—Decía emocionada la mayor de las Danvers.

—Depende de lo que quieras hacer, Alex. ¿De qué tienes ganas?—A Lena le agradaba Alex y parecía que era recíproco el sentimiento.

—La verdad es que yo me muero de hambre.

—Estoy igual que tú, hermana—En la fiesta del terror Kara no había podido tomar ni agua, la fiesta de los Luthor sí que había sido todo un suceso.

—¿No se supone que estaban en una fiesta?

—Sí, pero no comí. Más bien yo era la comidilla…—Lena pensó que tenía que encontrar la forma de hablar a solas con Kara, no la notaba del mejor ánimo y sabía que se debía a Lex. No deseaba que Kara se aleje o que todo fuera diferente entre ellas. Kelly podía notar la preocupación en el rostro de Lena, así que consideró que entre más rápido cambiaran de ambiente, sería mejor.

—Podríamos ir a un restaurante italiano, no sé… También queríamos ir a un karaoke.

—Sé a dónde tenemos que ir, hermosa Kelly. Conozco el lugar perfecto, un lugar que disfrutamos Kara y yo.

—Excelente. Me parece que tendrás que ser mi copiloto, Alex.

—Seré lo  que tú quieras.

—¿Perdón?

—Puedo ser tu DJ, tu Google maps, lo que necesites.

—Muchas gracias.—Kelly y Alex iban en la parte de adelante, Lena y Kara por fin juntas.

—Kara, tenemos que hablar de lo que pasó en la fiesta.

—Ya hablaremos después, Lena.

—¿Por lo menos estás bien?

—Sí, me siento tranquila ahora. Estar con ustedes mejora todo—Kara le sonrió a Lena, pero era una sonrisa apagada y eso le dolió a Lena. Intentó mantener la vista adelante y concentrarse en Alex y Kelly que parecían pasarla mejor.

—A 500 metros gire a la derecha—Alex había hecho su mejor imitación de voz de asistente de Google. Kelly reía mientras manejaba, no imaginaba que pudiera existir una persona más graciosa que Alex Danvers. Miró por el retrovisor y notó que atrás todo parecía un tanto incómodo. Lo mejor sería integrarlas al buen humor que le provocaba Alex y hacer reír a Kara.

—Eres muy buena dando indicaciones, Alex. Con Karla no estaba segura de si estábamos yendo a la dirección correcta o estábamos saliendo del país—Kara reaccionó de inmediato.

—Hey, escuché eso, Kenny.

—Era la idea, a veces no escuchas, Karla. Ni siquiera cuando te gritan.

—Concéntrate en manejar, Kenny. Tal vez por eso a veces no entiendes mis indicaciones.

—¿Por qué se cambian los nombres, tú entiendes, Lena?

—No, creo que es algo exclusivo de ellas.

—Exacto, sólo Kenny me puede llamar Karla y sólo yo puedo llamarle Kenny.

—No lo pude decir mejor, Karla.—Alex no entendió nada, pero quería tener algo así con Lena.

—Lena si no te molesta, te llamaré… Lena.

—No esperaba algo tan creativo, me sorprendiste. A mí me gusta llamarte Alex.

—Aunque sólo tú puedes llamarme Alex… Kara me puede decir hermana y tú, Kelly, tú puedes decirme lo que quieras, hasta groserías si quieres.

—No tengo intenciones de insultarte, me gustaría poder llamarte por tu nombre.

—Mi verdadero nombre es Alexandra, pero puedes decirme Alex aunque no seas Lena. Eres la excepción a la regla.

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