Caminos inesperados

Capítulo 29: Recupérate pronto.

—¿Cat, me mandaste llamar?

—James ¿Hace cuánto trabajas conmigo?

—Hace cinco años, casi seis. ¿Por qué?

—Me sorprende que en todos estos años no te hayas dado la oportunidad de conocerme, no realmente.

—Claro que te conozco, Cat. Sé que eres muy exigente con el trabajo, pero en el fondo eres una excelente persona.

—Deberías saber que no me gustan los escándalos ni conflictos internos. Aquí se viene a trabajar y a ser la mejor empresa de medios.

—Lo sé, siempre nos entendimos muy bien.

—Hasta que tiraste el profesionalismo por la ventana. ¿Creíste que nunca me iba a enterar de lo de Kara?

—¿A qué te refieres exactamente, Cat?

—A todo lo que tu mente maquinó para hacerle daño a Kara. Yo desconocía todo el trasfondo, pero no puedo creer que le hicieras algo así a Lena. ¿No la quieres o qué?

—Yo la amo, Cat. Hice todo esto porque la amo.

—Pues qué fea manera tienes de amar, James. Nadie quiere un amor como el tuyo y deberías considerar ir a terapia, porque tienes muchos problemas internos que resolver. Sea lo que decidas hacer, tendrá que ser lejos de aquí.

—¿Me estás despidiendo?

—Aquí sólo hay dos formas de hacer las cosas: Firmas tu renuncia y resolvemos esto amigablemente, o me veo en la necesidad de despedirte, pero será todo más tardado y complicado. La decisión está en ti.

—No puedes hacer esto, Cat.

—¿Me estás diciendo a mí que no puedo hacer algo? Te equivocaste de persona, James.

—Podemos solucionar las cosas.

—No, no podemos. Honestamente no quiero alguien que se deja llevar por sus emociones al punto de olvidar sus principios. Nunca debiste mezclar tus problemas profesionales con tu trabajo. No es mi responsabilidad lo que está pasando contigo, yo sólo actúo en base a los hechos que hay. Así de simple, así de sencillo.

—Pensaba que tú y yo teníamos una amistad.

—Para empezar, no estoy en el lugar en el que me encuentro porque me deje llevar por mis emociones, James. Yo sé separar lo profesional de lo que no lo es y para terminar, no me interesa tu amistad, Lena debe estar pensando lo mismo de ti.

—¿Qué va a pasar con Kara?

—Eso no es de tu incumbencia, James. Ahora, no me hagas perder mi valioso tiempo y retírate por favor. No me hagas tener que llamar a seguridad, ahorremos el drama y seamos adultos.

—Está bien, Cat. Te firmaré mi renuncia.

—Muy bien, James. Reconozco que eres un gran fotógrafo, pero hay cuestiones que pesaron más que tu talento. Espero que aprendas la lección en tu nuevo empleo y que dejes de cometer tantas equivocaciones—James firmó su renuncia y recogió sus cosas, nunca pensó que fuera a perder su empleo, aunque no necesitara de su trabajo para subsistir, reconocía que iba a extrañar mucho trabajar en CATCO.

Lo único que esperaba era haber tenido éxito con Lena y Kara, era lo único que le interesaba.

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Lena fue a la casa de los Olsen hecha una furia, se había estado conteniendo desde la pasada noche y el resto de la tarde del día de hoy.

—Lena, ¿Por qué no me avisaste qué venías?