Capítulo 7: Desilusión.

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Kara se encontraba un jardín hermoso donde parecía que se celebraba una boda. Avanzó y pudo notar que Lena llevaba un vestido de novia y a su lado estaba Kelly...
Lena la vio y le sonrió, parecía estarla esperando, por fin se dio cuenta que ella era la novia y no Kelly.
Quedaron lado a lado y Lena tomó su mano mientras le sonreía. Lena se veía radiante, había desaparecido la tristeza de sus ojos y ahora sólo había alegría.

—Te amo, Kara.

—Lena, eres lo mejor que me ha pasado. Te amo.—Cuando por fin fueron declaradas mujer y mujer ante la ley, llegó el momento de sellar su matrimonio con un beso. Se miraron mientras reían de los nervios y unieron sus labios de forma delicada, amorosa y tierna. Lena se despegó de ella y le habló.

—Vamos, amor. Se nos hace tarde.

—¿Tarde para qué?—Lena avanzó y cuando estaba por alcanzarla para descubrir a qué se refería, su alarma la despertó.

—¡Maldita sea!—Esa expresión hizo que Alex fuera inmediatamente a su habitación.

—¿Despertamos de mal humor?

—No. Fue como de frustración, estaba teniendo el sueño más bonito del mundo y sonó esta cosa. Menos mal fue después del beso o ya hubiera roto todo.

—¿Qué beso? Cuenta, cuenta.

—Soñé que me casaba con Lena. Ay, qué mujer tan hermosa. Sin duda me encantaría verla vestida así y por supuesto me encantaría ser la otra novia.

—A ver, espérate. Más despacio, cerebrito. Anoche ya no tuvimos oportunidad de platicar. ¿Qué haces soñando con Lena? No sé qué te está pasando últimamente, pero te andas enamorando de cualquier nueva mujer que conoces.

—Sólo de ella. Sé que es difícil de creer, pero resulta que Lena y la chica del supermercado son la misma persona.

—¡No te lo puedo creer!

—Imagina mi sorpresa cuando la vi ayer en la fiesta y más cuando me dijo su nombre. Además fue muy amable e insistente en traerme a casa.

—Esa mujer es toda una cajita de sorpresas. ¿Tuvieron oportunidad de hablar sobre tus libros?

—Sí... Ella los leyó y le gustaron, en especial... —Alex la interrumpió.

—Déjame decirlo, su favorito fue el tercer libro.

—Increíblemente sí. Además adivina quién consiguió su número personal.

—Estoy orgullosa de ti, hermanita. Parece que tuviste una noche maravillosa.

—En realidad no. Hubieron momentos agridulces, pero elijo quedarme con lo mejor y Lena en definitiva lo es. Independientemente de todo, es mi crush.

—No me gustaría que sufras por amor, hermana. Menos porque nunca has sabido lo que eso significa.

—Estoy consciente de que las posibilidades entre Lena y yo son una en un millón, pero lo mismo habría dicho de volver a verla.

—¿Y qué pasó con James?

—Pues creo que se terminó nuestra amistad, por decirlo así, porque no creo que ni siquiera hayamos tenido eso. Como no dejaba de insistir, me vi en la necesidad  de ser demasiado honesta.

—Vaya. Es una pena que haya tenido que ser así, pero es mejor. De seguir eso se harían más malos entendidos  y ahí sí que sería imposible cualquier cosa con Lena.

—Le dejé en claro a Lena que nunca tuve interés en James y fue muy comprensiva conmigo... Entenderás porqué es difícil frenar mis sentimientos cuando se trata de ella. Lo peor es que ella tiene cero interés en mí... Cosa que a mí corazón parece no importarle porque suspiro por cualquier cosa que ella hace.

Caminos inesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora