Capítulo 3: La cita

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Kelly fue a buscar a su mejor amiga y a ofrecerle su apoyo de necesitarlo.

—Lena, no estaba segura de si venir o no. Si deseas estar sola, soy capaz de entenderlo. Sólo quería que sepas que cuentas con mi apoyo y amistad. —Lena lo único que hizo fue abrazarla fuertemente.

—Gracias por todo, Kellogg's. Pasa por favor.

—¿Cómo te encuentras?

—No te voy a mentir, duele. Al menos deseaba saber qué se sentía intentarlo, aunque así como se dieron las cosas, estoy segura que es mejor que no haya pasado nada.

—No me gusta verte así, Lena. Si pudiera hacer cualquier cosa para que te sientas mejor, lo haría.

—Ya lo haces. Tu compañía y cariño son más que suficientes. Lo único que me da cierto alivio es que al menos pude decirle que estaba enamorada de él, es algo que no deseaba seguir callando. En ese sentido me siento como liberada, quizá hasta me resulte más fácil olvidar mis sentimientos por él. —Kelly contempló la posibilidad de ser honesta con sus propios sentimientos, más descarto rápidamente la idea. No era el momento ni el lugar, ya bastante tenía Lena lidiando con un Olsen para tener que hacerlo con dos.

—Siempre estaré para ti, Lena. Confío en que pronto estarás bien y que en algún lugar del mundo está la persona que es para ti. Aquella que te ame, sí, pero que también seas capaz de amarle.

—Gracias, Kellogg's. En mis futuros planes sólo está continuar con mi vida y sacarme a James del corazón. Estaré fuera de servicio en cuanto amor se trate, al menos por el momento.

—Lo entiendo tienes que vivir tu duelo y ya después pensarás en darte o no otra oportunidad. Aunque estoy segura que lo terminarás haciendo, hay demasiado amor en ti.

—A veces siento que me ves como una especie de osito cariñosito, Kellogg's. No soy así.

—No es que te vea tan así, Lena. Es sólo que tú amas y respetas a todas las personas. Incluso no me sorprendería que termines siendo amiga o algo así de la chica que conoció James.

—Ciertamente, no lo vería como algo malo. Por lo que me contó James, parece una buena persona. Diría que me causó una buena impresión.

—Como dije, no me sorprende. Casi cualquier otra persona reaccionaría diferente, pero no, tú nunca has sido cualquier persona.

—Es que no veo la necesidad de actuar diferente. James y no nunca tuvimos una relación... ¿De qué podría responsabilizarla, de existir? No, Kellogg's. Me niego a vernos como rivales de amor o cosas de esa especie.

—Lo sé. Eres incapaz de rebajar y ya no digamos de atacar a otra mujer. Mucho menos por otro hombre.

—Exactamente, no haría eso ni siquiera por James. Tampoco fui capaz de ver así a Lucy, independientemente de como hayan terminado la relación.

—Entiendo el punto de no ver al amor como una batalla campal... Aunque yo no podría ser amiga de ella estando en tu situación.

—De todas formas es un decir. No la conozco, no sé si la voy a conocer y de hacerlo, no sé cómo nos vamos a llevar. Aunque te confieso que por alguna extraña razón,  ella me causa un poco de curiosidad...

—Tal vez contemple la posibilidad de conocerla llegado el día. Igual ya sabes... no me resulta fácil conocer personas...

—Sé que te cuesta un poco confiar... Pero una vez que lo haces, eres la mejor persona que cualquiera pudiera conocer.

—Sólo lo dices porque eres mi mejor amiga.

—Te lo digo porque es la verdad, ojalá un día seas capaz de verte de la forma en que yo lo hago.

Caminos inesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora