Caminos inesperados

Capítulo 34: Despedida

En el capítulo anterior...

—¿Ya tienes pensando en cómo le vas a pedir matrimonio—Le decía Alex a Lena.
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Llegaron al pasillo donde se conocieron, mientras Lena observaba los productos, Kara se adelantó un poco. Un par de niños se acercaron en donde estaban ellas y  se la pasaban corriendo, esta vez no lastimaron a Kara. Le entregaron un sobre a Lena y desaparecieron dejándola con muchas preguntas.
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—Lena Kieran Luthor, estamos en el lugar y pasillo en el que nos encontramos por primera vez... Justo aquí nuestros caminos se juntaron de forma inesperada para nunca separarse... ¿Deseas casarte conmigo?
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—Quiero darte algo.
—¿Es un regalo?
—Sí y no. Lo entenderás después.
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—Ya puedes abrir los ojos—Kara se rio al ver el peluche que tenía frente a ella.
—Oh, vaya. Nunca esperé tener un piolín de bata blanca y con estetoscopio. ¿Será mi nuevo doctor?
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En cuanto realizó la acción escuchó un tierno "Recupérate pronto" aunque no era la voz de Piolín, sino la de Lena.
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—¿Deseas ser mi adorable esposa, Kara Danvers?
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—¿Ya tienen fecha para la boda, Lena?
—No, no hemos hablado de eso.
—En cuanto la sepan, avísenme, por favor. Necesito revisar mi ocupada agenda y ver si les puedo hacer un espacio... No es cierto, es para coordinar lo de la despedida.
—¿De qué hablas, Alex?
—De la despedida de soltera, Kara. ¿De qué otra cosa? No se preocupen, yo me encargaré de todo.

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—Mi hermosa Kelly, disculpa la tardanza.—Ver a Kelly le mejoraba la vida, era la continua alegría de cada día.

—No te preocupes, corazón.

—¿No eras fanática de la puntualidad?

—Lo soy, pero contigo no me importa nada de eso. Además, he aprendido un poco de tu despreocupada forma de ser y creo que ahora me estreso menos. O tal vez sólo me haces feliz y no me importa nada más.

—Me haces feliz también. Y pensar que decían que ser como soy no serviría de nada...

—¿Quién te dijo semejante tontería?

—En realidad, nadie.

—¿Entonces?

—Siempre quise decir eso, se escuchaba increíble.

—Tú eres increíble, Alex Danvers.

—¿Y qué hacemos aquí?

—Pues me reagendaron unos clientes de último momento y pensé que podíamos hacer algo de tiempo juntas. ¿Te gustaría ver casas conmigo?

—Claro, me encantaría saber más sobre tu trabajo e imaginarme que vivo en alguna de estas construcciones.

—Eso es justo lo que le digo a mis clientes. Les pido que se imaginen viviendo aquí y luego que piensen en cómo se verían ahí en diez años. Esto porque algunas personas lo toman como algo temporal, lo cual no está mal, pero es mejor si analizan diferentes escenarios.

—Estoy segura que eres la mejor agente inmobiliaria del mundo.

—Disfruto mi trabajo. No sabes lo satisfactorio que me resulta cuando una persona, pareja o familia encuentran el lugar al que van a considerar un hogar.

—Me alegra que hagas algo que te gusta y apasione tanto, así me siento yo con mi trabajo. Estoy consciente del peligro al que me expongo, pero es algo que le da sentido a mi vida.