—¡¿A tu casa?! No Jake, ¡no me iré a tu casa! ¡LLÉVAME AL HOTEL YA!
—Baja la voz, despertarás a los niños. ¿Qué tiene de malo? Somos amigos ¿o no? ¿O acaso tienes miedo de que te empotre contra la pared y te vuelva a hacer mía?— me miró con esa maldita sonrisa seductora que tiene. Sentí que mi bajo vientre se prendió en llamas y apreté mis piernas.
—Claro que no.— miré por la ventana para disimular mi sonrojo —Pero ando con Dan y no quiero que piense algo que no es.
—Tranquila, no lo hará, mañana le explicaremos que solo somos buenos amigos y que es mejor estar en casa de un amigo que en un hotel. Es un niño muy inteligente. Además, yo también ando con mi hija y no quiero que piense que su papá es un Don Juan.
—Ah ¿no lo sabe?— lo molesté.
Sonrió —No. Nunca me ha visto con una mujer.
—Entonces, has sabido ocultarlas— reí.
—No ha sido necesario— se puso serio —No he estado con nadie en años, he tenido citas— eso me molestó un poco —pero nunca pasan de la primera... Supongo que soy muy exigente... La verdad, es que... Creo que no puedo evitar compararlas con una chica que se me clavó muy adentro... Hasta el día de hoy no he logrado olvidarla y creo que nunca lo haré.
No se porque, pero eso me dolió, no sabia que estaba enamorado y menos así de enamorado —No creo que sea muy difícil encontrar a alguien que te sea infiel con quien se le ponga en frente.— Dios... Seguía siendo una perra.
Me miró confundido. —¿Qué me sea infiel? Ah, hablas de la mamá de Amber.— dijo divertido, yo no lograba ver donde estaba lo gracioso. —No, no me refería a ella.— me sentí aliviada por un segundo, pero... Eso quería decir que había otra... Quizás una mujer tan maravillosa que Jake jamás la pudo olvidar... Quizás era hermosa, atractiva, con un cuerpo envidiable, debe ser muy inteligente, fuerte y a la vez femenina, debía ser una mujer exitosa con una vida perfecta... Un momento, yo me parecía un poco a eso, ¿que tenía ella que yo no? Quizás ella tenía eso que él siempre buscó, eso que a mi me faltaba, aunque no supiera que era... Quizás era sumisa, siempre me reclamó por mi carácter... ¿Pero a mi que me tenía que importar? Yo estaba infelizmente casada, tenía mi vida hecha y no tenía nada que reclamar, además, aún no olvidaba aquella frase que marcó tanto nuestra "relación" "el que se enamora pierde", lo repetía como un mantra a diario y debía volver a hacerlo de ser necesario. —¿Estas celosa?
Me sacó de mis pensamientos —¡Claro que no! No seas ridículo.— su gesto cambió a serio nuevamente.
—Si, sería ridículo ¿no? Tú estas felizmente casada.
—Si... Claro...
Lo que quedaba de trayecto lo hicimos en silencio. Al cabo de unos minutos Jake anunció.
—Llegamos.— abrió el estacionamiento de su casa y guardó el vehículo.
Bajé y fui a sacar a Dan del asiento trasero.
—Yo lo llevo, así no haces tanta fuerza.
—Pensaba despertarlo, ya no me lo puedo.
—Peor. Pobre, viene profundamente dormido y tú lo piensas despertar. Yo lo llevo, tu lleva a Amber a su habitación, es la primera a mano derecha.
Así lo hice. La pequeña niña era muy liviana. Entré a la casa de Jake y era muy bella, la tenía muy bien decorada, pero se notaba que faltaba el toque femenino.
Caminé por el pasillo y entré a la habitación que me indicó Jake, la llevé a su cama, la cuál era de una plaza con dosel, estaba llena de peluches y bellas muñecas de trapo. La acosté, busqué bajo las almohadas un pijama y al encontrarlo la cambié de ropa, la arropé, le di un beso en la frente y acaricié su cabello. Esa niña despertaba un enorme cariño en mi. La miré dormir, le dejé una luz tenue y salí de la habitación. Cerré con cuidado y di la vuelta, Jake estaba ahí, casi me da un infarto del susto. Su mirada reflejaba mucha ternura.
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Inolvidable
Romance¿Cómo sabes si estas enamorada? ¿Cómo sabes si la otra persona te corresponde? ¿Cómo darse cuenta a tiempo cuando una persona será inolvidable? El reecuentro con un antiguo amigo pondrá mi mundo de cabeza y me enseñará a valorar lo que realmente im...