Inolvidable

XIII

Me gustaría decir que desde ese día fuimos felices, me divorcie sin problemas, y vivimos una vida larga y plena juntos, pero la vida real no es así, las cosas no son tan simples, ni tan fáciles, la realidad es dura y lo pude comprobar a los días siguientes.

A la mañana siguiente nos despertamos y lo primero que hicimos fue follar como si no hubiera un mañana, lo hicimos en la cama, en la isla de la cocina y mientras nos duchabamos. Cocinamos y desayunamos juntos, nos despedimos y él se fue a su trabajo y yo a casa del amiguito de Dan para llevarlo al colegio, Susana, la mamá del amigo de mi hijo los tenía listos a todos para ir al colegio, así que me ofrecí para llevarlos a todos. Dan lo pasó increíblemente bien, fue una noche excelente para ambos al parecer, obviamente no le comenté nada, tenía que abordar ese tema cuidadosamente, además, si lo pensaba bien, prácticamente engañé a Leo y no sabía que podría pensar Dan respecto a eso… ese pensamiento me atormento durante todo el resto del día, ignoré los mensajes y llamadas de Jake, me sentía cada vez más y más culpable, ¿que había hecho? un momento de debilidad y me convertí en lo que siempre odié.

Los días siguientes llegué a una conclusión, tenía tres opciones, uno: seguía con Leo por culpa y no le decía nada al respecto de aquella maravillosa noche, dos: decirle la verdad y esperar a que su enojo fuera tal que no quisiera verme nunca más en su vida, me diera el divorcio y no le mencionara nada a Dan,  o tres: pedirle el divorcio y no decirle nada de lo que pasó. La respuesta fue sencilla, la primera opción quedaba descartada porque mi conciencia no me dejaría vivir y la tercera también porque siempre he creído que las mentiras se terminan descubriendo y prefería que supera por mi lo que hice a que se enterara de otra forma, decidí llamarlo para que nos juntáramos, estaba nerviosa, no sabía cómo reaccionaria, llegué al lugar que decidí seria el mejor para decir algo como lo que le tenía que decir, esperé y después de alrededor de cinco minutos llegó.

—Hola mi amor— me saludó e intentó besarme, pero no lo dejé. Me miró confundido.

—Leo, tengo que decirte algo, pasó algo… bueno… la verdad es que hice algo… algo malo.

—¿Qué podría ser tan malo mi amor? Dime, no tengas miedo, nada que tu hayas hecho puede ser tan malo.

—… yo… me acosté con otro— le solté.

—¡¿Qué?! ¡¿te acostaste con otro?! No te creo, tu no eres así. Dime Steph, dime que solo estas bromeando, que dices eso solo porque no estas segura de volver conmigo.

—Lo siento, pero es la verdad… me acosté con otro y… la verdad es que te cité aquí para contarte esto y decirte que entendería que te quisieras divorciar y que te daré el divorcio sin reclamar absolutamente nada.

—¿Divorcio? ¿Como piensas que me voy a divorciar? Esto es solo una crisis y la superaremos amor, yo cometí un error y ahora tu también,  estamos a mano, tu me perdonarás, yo te perdonaré y seguiremos siendo felices juntos. Es más, estas perdonada, dejemos todo esto en el pasado y sigamos hacia adelante, volvamos a ser la pareja que éramos.

—Leo…— ¡MIERDA! ¿que se supone que le debería decir después de eso? jamás pensé que reaccionaria de esa manera, fui una perra, me acosté con otro y no solo una vez, toda la noche y parte de la mañana tuvimos sexo, quizás si sabe que no fue solo una vez… —creo que no lo entendiste bien, me acosté con otro, pero no fue solo una vez.

—¿Quieres decir que tenias una aventura? ¿Estabas teniendo una aventura mientras estábamos juntos? ¿Cuándo nuestro matrimonio iba tan bien?

—¡No! No tuve una aventura, estuve con él durante toda una noche y parte de la mañana del día siguiente,  pero en estos días que hemos estado separados.— se que no está bien, pero me hace sentir mejor el saber que por lo menos estábamos separados.