Inolvidable

XVI

El día Domingo fui a ver a mi padre. Debía enterarse por mi que me divorciaría.

—¿Puedo saber que pasó para que tomaras esta decisión tan drástica?— fue lo primero que dijo después de que le diera la noticia.

No sabía que responderle, no le tenía tanta confianza como para contarle absolutamente todo. Confiaba en él, sí, pero no como confiaba en mi madre, quien sin dudas lo habría sabido todo, con lujo de detalles antes que cualquier persona.

—Nuestro matrimonio hacia mucho tiempo que ya no estaba funcionando. Eso es todo.

—De seguro son cosas que se pueden solucionar Stephy, no hagas cosas apresuradamente.

—No papá, lo nuestro no tiene arreglo. Y no vine a pedirte permiso, vine a contarte antes de que te enterarás por terceros. Si no estás de acuerdo es problema tuyo. Ya me cansé de estar intentando cumplir con tus expectativas, me divorciare y es mi última palabra.

—No te pongas a la defensiva Stephanie, solo no quiero que cometas un error del que después puedas arrepentirte. Tienes que estar muy segura de que lo que hagas, lo harás porque quieres. No me gustaría verte después arrepentida, llorando porque quieres estar con Leo.

—Eso no sucederá papá, yo no soy tú, porque sé que lo que estás diciendo es por ti. Yo no soy tú y Leo está muy lejos de ser mi madre.

Se quedó en silencio, me miró por unos cuántos minutos sin saber qué responder luego de lo que le había dicho. Mi intención jamás fue herirlo o faltarle el respeto, solo quería dejarle en claro que no me arrepentiria, mi historia no era la de él.

—Lo siento si te molestó lo que dije, pero quiero que estés seguro de que no me arrepentiré.— le dije para sacarlo de sus pensamientos.

—No me puede molestar algo que no es cierto.— me respondió.

Alcé una ceja.

—Si claro papá, lo que tu digas. Si con eso logras dormir en las noches... en fin, vine a decirte lo del divorcio. Ya lo conversamos, así que iré a ver a mi abuela y a mi primo.

Mi abuela vivía con mi primo, Philip, quien era mas alto que yo por lo menos por dos cabezas, pero menor que yo por 5 años; moreno de ojos negros, cabello negro azabache liso, semblante serio, lo que no significaba que fuera un amargado, ni un aguafiestas, de hecho eratodolocontrario; muchas veces ha sido la voz de la razón en la familia. Él, por muchos años fue el hermano que no tenía y aun lo veo así, como un hermano. Ellos vivían literalmente frente a mi padre, así que siempre aprovechaba de ir a visitarlos.

—Espera Stephy, respóndeme algo y quiero que seas completamente honesta conmigo.

—Bien, pregúntame.

—¿Amas a Leo?

—No papá, no lo amo.

—¿Estás completamente segura de eso?

—Sí, nunca lo amé y el cariño que sentía por el murió hace muchos años. Si cometí un error, fue haberme casado con él.

—Entiendo. ¿Él esta de acuerdo con esto?

—Sí papá, ninguno de los dos quiere seguir este matrimonio, ninguno de los dos ama al otro.

—Bien. Una última pregunta— asentí —¿Hay alguien más? ¿Existe alguien para ti o para él que los haya decidido a tomar esta resolución?

Lo quedé mirando unos segundos, tarde o temprano sabría de Jake, ¿pero era conveniente que supiera de él de esa forma? No estaba segura, pero decidí ser honesta con él, después de todo, no podría hacer nada al respecto y si en el futuro decidíamos estar juntos, tendría que aceptarlo si quería que siguiera yendo a su casa.