Inolvidable

XV

Al otro día llamé a Emily y le conté lo que había sucedido, por fin era libre y tenía que celebrarlo. Quedamos en hacer una pequeña junta en mi casa el siguiente fin de semana. Seríamos los 3 de siempre, ella dijo que también tenía una noticia que darnos, solo esperé que no nos contara que estaba embarazada, sabía que amaba al idiota con el que estaba, pero también sabía lo inteligente que era mi amiga y ella sabía que aquel hombre no merecía que ella le diera un hijo.

Esa semana pasó mejor que las anteriores, hacían muchos años que no sentía la paz que estaba experimentado en ese momento; aunque a decir verdad, debía admitir que varias veces estuve muy cerca de mandarle un mensaje a Jake o de llamarlo, pero me detenía justo antes de apretar enviar o de apretar la tecla del pequeño teléfono verde que aparecía en la pantalla. Cometí un gran error con él y sabía que no me perdonaría ¿Qué le diría? “Hey, ¿como estas? Me separe, ¿quieres que nos veamos?” Sonaba estúpido. Tenía la opción de disculparme, pero sabía que me cortaría en cuanto empezará a hablar, si es que llegaba a responder.

Durante la semana hicimos los preparativos para nuestra junta, Emily me preguntó si había hablado con Jake, si él sabía que estaba separada,  le contesté que no, si algo tenía claro, era que no querría verme, se molestó un poco, pero dejó de insistir con el tema, le informé que también había invitado a Marge.

Quedamos de acuerdo en el día y la hora y en las cosas que debíamos comprar, decidimos comer carne a la parrilla con ensaladas, ellos comprarían las cervezas y yo pondría el resto del alcohol.

Llegaron los tres un poco antes de la hora acordada y fuimos a comprar la carne y el carbón, compramos de todo un poco, vacuno, cerdo y pollo, también algunas longanizas para hacer choripanes.

Al llegar de vuelta a mi hogar nos pusimos de cabeza a preparar las cosas, Ethan y Flavio encendieron el carbón, Marge y Basil adobaron la carne, Emily hizo las ensaladas y yo preparé el pebre como me había enseñado mi madre a hacerlo.

Cuando las longanizas estuvieron listas, preparamos los choripanes con pebre y aderezos.

Estábamos compartiendo cuando sonó el timbre.

Los miré intrigada y ellos, mis tres amigos, compartieron miradas, algo habían planeado aquel trío, fruncí el ceño.

—Yo voy mami.— dijo Dan dejando su choripán en la mesa. —¡MAMÁ!— gritó después de ver de quien se trataba.

—Ve Steph, deberías abrir tu.— me dijo Marge.

—No sé que planearon, pero espero que sea algún tipo de estriptis.— respondí.

Marge se rio y se tapó la cara con las manos, Basil negaba divertido, Ethan soltó su típica y estruendosa carcajada y Emily me miró divertida.

—Créeme que es mucho mejor que eso.— dijo esta última.

Fui a ver de que o quien se trataba, cuando vi la pantalla, pensé que era una broma, como podían ser tan idiotas, cual de todos ellos pensó que eso era una buena idea.

—¿De que se trata esto?— les pregunte enfadada. —Si querían arruinar la celebración lo lograron.

Se miraron sorprendidos.

—Lo siento Steph.— se disculpó Emily mientras se iba acercando a mi —pensé que esta sería una excelente ocasión para que pudieran hablar y resolver sus problemas.

—¡¿En que estabas pensando?!— le grité furiosa —¡el echo de no tener que seguir viéndole su estúpida cara es la razón de esta celebración!

Me miró confundida.

—¿Qué quieres decir- empezó, pero se interrumpió al ver a Leo en la pantalla. —Oh no Steph, nosotros no somos los causantes de que él este aquí.