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Después de haber salido del motel, nos dirigimos hacia la parada de autobús, a los pocos minutos llegó el que nos servía, nos subimos, estaríamos en 10 minutos en la puerta del colegio. Dos paradas antes de nuestro destino Jake se paró.

—No queremos que nos vean llegar juntos ¿verdad? En dos paradas más te debes bajar, ve atenta o te puedes pasar.— asentí. Me besó y se bajó.

Me sentía en una nube rosa y no podía sacar la estúpida sonrisa de mi rostro.

Le mandé un mensaje a Emily apenas me bajé.

>>¿Dónde estás?

>>A una cuadra, ¿llegaste?

>>Si, te estoy esperando.

>>Tienes que contármelo todo, ¿A donde te llevó? ¿Que hicieron? ¡TODO!

>>Sí, sí, ¡apúrate!

Llegó al poco tiempo.

—Pero, ¡¿Qué te pasó en el cuello?!— dijo antes de saludarme.

Saqué mi espejo de bolsillo de mi estuche de maquillaje y ¡Grandísima mierda! Tenía un enorme chupón adornando gran parte de mi cuello.

—¿Tienes base?— le pedí a mi amiga, yo no usaba ese tipo de maquillaje, era más sencilla, utilizaba rímel, delineador y lápiz labial, ni siquiera sabía usar bases o polvos y a decir verdad, seguía igual en ese aspecto.

—Vamos al baño, yo te tapo eso mientras me cuentas como te lo hiciste o mejor dicho, como te lo hizo.— me dijo mi mejor amiga.

Así lo hicimos, le conté todo, sí, todo, con detalles, menos las cosas que hablamos con Jake, eso era privado, sólo entre los dos, quedó impactada, pero no pudimos terminar de hablar porque empezaron a llegar los demás estudiantes y muchas pasaban al baño antes de entrar a clases.

Salimos del baño y nos dirigimos a nuestros respectivos salones de clases.

—Nos vemos en el receso— le dije. Me abrazó y entró. Yo hice lo mismo, al entrar los vi a todos bastante entretenidos al rededor de un teléfono celular. Supuse que había un nuevo video viral. No le di gran importancia. Me senté en mi puesto habitual y saqué mi estuche y el cuaderno de la asignatura que correspondía. Llegó Mason, me miró subiendo y bajando las cejas repetidamente, seguramente su amigo ya lo había puesto al corriente de las últimas 2 horas y seguido de él llegó Jake, no pude evitar sonrojarme, le sonreí y me guiño un ojo sonriendo de lado.

Mason me saludó con el típico beso en la mejilla y se fue a ver lo que estaban viendo nuestros compañeros, quedé sola con Jake.

Pude ver un gran chupón en su cuello.

—Me dejaste una marca.— me dijo.

—Y tú a mi.

—Yo no te la veo.

—Emily me la tapó con maquillaje.

—¿Por qué?— parecía un poco molesto y decepcionado.

—Esto es solo entre nosotros ¿no? Si los dos llegamos con chupones en el cuello ¿no crees que todos se darían cuenta?

InolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora