XIX

3 1 0
                                    

Pasó el tiempo y Jake debía ir con frecuencia a las quimioterapias. Como había anunciado el doctor, adelgazó y su cuerpo se deterioraba cada vez un poco más, varias veces me dijo que no lo soportaría, que ya estaba cansado.

—No digas eso— le dije mostrándole molestia, aunque en realidad estaba aterrada, eso había dicho mi abuelo meses antes de morir y mi madre también lo había dicho, para mi significaba que la persona se estaba rindiendo y que dejaría de luchar. —no permitiré que te rindas ¿Entendiste? Lucharemos hasta el final, hasta que todo termine.

—¡TU NO SABES COMO SE SIENTE ESTA MIERDA! ¡YA NO AGUANTO MAS! Ya no quiero más.— dijo y se echó a llorar.

Hacía poco tiempo que su actitud había cambiado y sabía que era por el castigo físico que significaba estar en quimioterapia.

—Tienes razón, no tengo idea de como se siente, ni siquiera logro ponerme en tus zapatos, pero lo que si sé, es que todo esto pasará, lo lograrás. Y quiero que tengas siempre en tu mente esto: haré lo que tenga que hacer para que no te rindas.

Me miró.

—Discúlpame mi amor, la tomo contra y ti, cuando tu siempre me estas apoyando y dándome ánimos… perdóname.

—No te preocupes, solo prométeme que no te rendirás.

—Te lo prometo.

Me acercó a él y me besó.

A los días estábamos hablando en la sala de estar, lo vi pálido y de repente cayó al suelo, el terror se apoderó de mi, llamé rápidamente a una ambulancia, estaba temblando.

—Mami— me llamo Amber. —Papi se va a morir.

—No cielo, papi va a estar bien, te lo prometo.— le respondí aguntandome las lágrimas.

La ambulancia llegó a los pocos minutos, al llegar al hospital el doctor de Jake me informó que lo más probable era que tuviera anemia y que era algo normal en personas que se sometían a la quimioterapia.

—James, por favor, como amigos, ¿hay algún otro tratamiento? ¿algo menos agresivo y más eficaz en contra del cáncer?

—Está la inmunoterapia, hay muchos estudios en los que el cáncer desaparece, hace que el sistema inmunologico detecte y destruya las celulas cancerosas. Pero como todo medicamento, tiene contraidicaciones, puede traerle a Jake problemas cardíacos, aunque claro, el es un hombre joven… sí quieres lo podemos intentar.

—Sí, hagamoslo. Jake no tiene adicciones. Es un hombre sano, excepto por el cáncer.

—Si vemos que su corazón comienza a tener problemas, suspenderemos el tratamiento.

—De acuerdo.

—Tienes que saber Steph, este es un tratamiento muy caro. Necesitarás alrededor de cuarenta mil dólares.

—Haré lo que sea por mi marido, si esa es la mejor opción, tendré el dinero, no te preocupes.

Entre a ver a Jake, estaba pálido y tenía pánico de que no resistiera.

A los días despertó, se sentía un poco mejor que antes, pero seguía mal.

Un día llegue a visitarlo y vi que tenia un tipo de sobre entre las manos.

InolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora