A la mañana siguiente desperté con el bello sonido de la voz de mi hijo llamándome.
—Mamá, mamá, mamá.
Me estiré y me senté en la cama, miré alrededor y recordé donde nos habíamos quedado.
—Dime amor ¿Qué pasa?
—¿Por qué nos quedamos aquí mamá?¿quien es él?
—Nos quedamos aquí porque es mas seguro quedarse en casa de un amigo que en un hotel.
—Aaaah… entonces, él es tu amigo.
—Sí Dan, él es mi amigo.
—¿Y por que nunca hablaste de él antes mamá?
—Veras, en la vida uno conoce a muchas personas, con algunas se mantiene el contacto y con otras no. Por un largo tiempo perdí el contacto con él, por eso no te había hablado sobre él, pero ahora retomamos el contacto.
—¿Y por que no lo hicieron antes?
—Estábamos demasiado ocupados bebé. Tu sabes que el hospital gasta gran parte de mi tiempo y él también tiene su trabajo, hijo.
—Ya veo… me cae bien mamá. Me dice campeón.
—¿Ah si? ¿Y eso como lo sabes?
—Tenía que ir al baño, cuando lo estaba buscando me vio y me preguntó “¿Qué buscas campeón?” Yo le dije que necesitaba ir al baño y él me dijo dónde estaba. Antes de entrar me dijo “oye campeón, cuando termines ve por tu madre, los estaremos esperando en el comedor.”
Apenas Dan termino de hablar cuando alguien toco la puerta, “pase” dijo mi hijo. Antes de que pudiera decir que no, la puerta se abrió y vi como a Jake lentamente se le abría la boca, me miró la parte del cuerpo que me quedaba descubierta, abrió mucho los ojos y se lamio los labios. Seguía en pijama, era de dos piezas de algodón, los pantalones se sostenían peligrosamente de las caderas y la parte de arriba era una polera sin mangas, dejaba ver sus brazos, tenía los músculos justos, recorrí su cuerpo sin pudor, sin pensar.
—Ya íbamos a ir al comedor, le acabo de decir a mi mamá lo que usted me dijo en el pasillo.— dijo mi hijo sacándome de mis pensamientos.
Jake despego sus ojos de mí, sacudió un poco la cabeza y le contestó —Ya veo…
Me levanté de la cama y dejé que me viera completa, hacia mucho, demasiado tiempo que un hombre no me miraba así. Se que es horrible que haya hecho algo así, pero se sintió tan bien, me sentí viva de nuevo, sensual, bella y deseada. Llevaba puesto un babydoll negro de seda con encaje en los pechos.
—Mamá ¿Puedo ir a jugar con Amber mientras te alistas?
Solo asentí.
—Si campeón, ve, esta en la cocina— respondió Jake sin quitarme la mirada de encima.
Dan salió feliz de la habitación. Jake cerró lentamente la puerta.
—Los niños estarán solos en la cocina, eso es peligroso.— mi respiración era pesada y me temblaba la voz.
—Descuida, Olivia estará con ellos. Es la mujer que me ayuda con el quehacer de la casa y con Amber.— su voz era gruesa, cargada de deseo. Sus ojos brillaban. Caminó lentamente hacia mí, como un león asechando, parecía que en cualquier momento se lanzaría hacia mí.
—Jake, yo, creo que me debería ves…— me tomó por la cintura y me pegó a su cuerpo— tir.— termine la palabra en medio de un suspiro.— Yo no puedo, no debo-
—Pero quieres, lo veo Steph— me interrumpió —me deseas, te mueres porque estampe mis labios a los tuyos.—comenzó a acercar su cara a la mía, podía sentir su aliento sobre mi rostro —deseas que te bese el cuello, esas hermosas tetas— el olor a menta de su aliento se mezclaba con el perfume de su cuerpo —que te tire sobre esa cama y te haga gritar mi nombre, me deseas y aunque no lo quieras admitir, nunca has dejado de ser mía.

ESTÁS LEYENDO
Inolvidable
Romansa¿Cómo sabes si estas enamorada? ¿Cómo sabes si la otra persona te corresponde? ¿Cómo darse cuenta a tiempo cuando una persona será inolvidable? El reecuentro con un antiguo amigo pondrá mi mundo de cabeza y me enseñará a valorar lo que realmente im...