A la semana siguiente decidí ir a ver a mi madre a su hogar permanente, el cementerio. Pero no quería ir sola como siempre, así que decidí llamar a Jake, él me había dicho que si necesitaba compañía, él lo haría, que simplemente lo llamara y así lo hice, aceptó inmediatamente después de escucharme. Le dije que iríamos en mi auto, así que el solo debía espérame fuera de su casa. Cuando llegué estaba listo, subió como mi copiloto, saludó a Dan chocando los puños y me saludo a mi con un beso en la mejilla.
Nos fuimos hablando de trivialidades y por supuesto, mi pequeño llevaba la dirección de la conversación. Llegamos al cementerio en el cual reposaban los restos de mi amada madre. Antes de entrar nos bajamos a comprar flores; elegí, como siempre, los colores favoritos de mi madre, morado y rojo, también unas cuantas flores naranjas y otras amarillas para darle más color al ramo, a ella siempre le gustaron los colores llamativos y que las cosas tuvieran muchos colores. Nos pusimos en marcha nuevamente, mi madre estaba al final del cementerio, literalmente, llegamos al final de la calle principal y doblamos a la derecha, llegamos al final nuevamente y doblamos a la izquierda, estacionamos el vehículo, caminamos alrededor de 2 metros y llegamos.
En aquella tumba hay varios de mis familiares, está mi abuelo, la esposa de mi abuelo y su madre y dos tíos, aparte de mi mamá, pero para ser completamente honesta, siempre voy a ver solo a mi madre, quizás suena feo de mi parte, pero si ella no estuviera ahí, yo no iría jamás a verlos, es más, ni siquiera sabía la ubicación de la tumba antes de que mi madre falleciera.
Al llegar, Dan se encargó de las flores, yo boté las flores secas y el agua de los floreros y Jake… tomó un trapo, lo humedeció y se puso a limpiar todo. En aquella tumba había una puerta de vidrio con marco de metal, la cual se debía abrir para limpiar adentro y siendo honesta, jamás lo hacía, solo una vez lo intenté y vi el nido de arañas que habitaba allí, lo cerré bruscamente y no lo volví a abrir, detesto las arañas. Sin embargo Jake lo abrió. Le advertí que no lo hiciera, le dije del nido de arañas, pero él hizo caso omiso a mis palabras, me pidió que sacara los floreros que había afuera y fue sacando una a una las cosas que habían dentro, tomó un balde de agua y lo lanzó a la placa en la cual aparecían los nombres de mis familiares. Salieron corriendo todas las arañas que allí habitaban, yo grité y me subí a una banca que había detrás de mi, Dan se rio fuerte, llegó a abrazarse el estomago, cuando se calmó ayudó a Jake a matar a esos desagradables seres, mientras tanto, yo se los apuntaba desde arriba del banco y gritaba cuando veía a alguna cerca de la banca. Después de cerciorarse de que no quedaba ninguna, tomó el trapo nuevamente y dejó todo limpio. Al terminar, notó que yo seguía subida en aquella banca.
—Baja Steph— dijo aguantándose claramente las ganas de reír. —Ya no queda ninguna viva, te lo juro.
—Lo sé.— le respondí.
—Entonces ¿Por qué no bajas de ahí?
—Le tiene miedo a las alturas.— le respondió Dan.
—¡No le tengo miedo a las alturas!— me defendí, no soy una cobarde. —Simplemente no quiero tropezarme y romperme la cara.— dije cruzándome de brazos, sabía que lo más probable era que me viera como una pequeña niña haciendo un berrinche, pero no me importó.
Jake sonrió. —Ven— me dijo y sujetó mi cintura con sus manos. Abrí los ojos como platos, más por su tacto que por otra cosa, pero él pensó que era miedo de caer. —Tranquila, afírmate de mi, nada te pasara, te lo prometo.— Así lo hice, puse mis brazos alrededor de su cuello y me bajó, quedamos abrazados y nos miramos a los ojos, no deben haber sido más de unos cuantos segundos, pero se sintió como una eternidad perdida en el verde de sus ojos.
—Listo.— dijo Dan —¿pongo las flores? ¿O lleno los floreros con agua primero?
Lo miramos al mismo tiempo y lentamente nos soltamos.

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Inolvidable
Romance¿Cómo sabes si estas enamorada? ¿Cómo sabes si la otra persona te corresponde? ¿Cómo darse cuenta a tiempo cuando una persona será inolvidable? El reecuentro con un antiguo amigo pondrá mi mundo de cabeza y me enseñará a valorar lo que realmente im...