Océano de Enfermedades-Edward Cullen.

08

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀 𝐌𝐀𝐑𝐈𝐍𝐀.

Veía la rosa blanca en mis manos mientras sentía la mano de Alex en mi espalda, ha estado conmigo todos estos días mientras estábamos de duelo incluso se quedó en mi casa, tuvo que pedir que enviarán todos mis medicamentos.

-Cariño..si quieres retirarte sabes que puedes.- Dijo Alex en mi oído mientras me abrazaba por la espalda.

Efectivamente mamá Sue dijo que si me quería retirar en el cementerio podía, pero sentiría que le estaría estaría de lado el despedirme de papá.

Fije mi vista en mis hermanos quienes dejaron sus rosas en el ataúd el cual en unos minutos más iban a ir bajando, note como ambos estaban tiritando para luego irse corriendo de ahí mientras que en sus ojos habían lágrimas.

Iba a seguirlos pero uno de los chicos de la manada me detuvo haciendo que lo mire confundida al igual que Alex.

-Tienes que dejar tu rosa.

Sin suponer aquello, me solté de el para acercarme a dejar encima mi rosa, acerqué dos dedos a mis labios para besarlos levemente y luego apoyar estos en el ataúd para luego ver como este bajaba lentamente.

Con Alex nos despedimos de mi madre para irnos a la ambulancia la cual estaba afuera del cementerio, mientras salíamos podía ver como volvían los chicos que habían ido atrás de mis hermanos.

-¡¿Dónde está Leah y Seth?!- Solté mientras me acercaba a ellos con la mirada de Alex y mamá en mi.

-Sera mejor que te vayas.- Respondió Sam Uley antes que uno de los chicos a su espalda.

-Son mis hermanos, y te recuerdo que tu ya le rompiste el corazón a mi hermana una vez, no necesito que ella te vuelva a tener en su vida.- Decía mientras lo apuntaba con mi dedo índice.

-Estas loca si piensas que te haré caso, este es mi problema no tuyo.- Dijo el antes de comenzar a caminar a mi madre y prima quienes veían la escena.

Tome una conchita de mi bolso para lanzarla en dirección a su espalda la cual tuvo su punto, pude ver como el se daba la vuelta pero Alex se ganó al frente mío haciendo que Sam se devuelva a donde mí familia.

Con Alex nos subimos a la ambulancia mientras que yo le decía al chófer que comenzará a manejar al hospital de Forks, jugaba con mis manos en el camino sentía que en cualquier momento se me iría el aire.

Alex al ver aquello me saco mis cables de oxígeno para colocarme una mascarilla de oxígeno, pude ver que me extendía su celular el cual estaba reproduciéndose orgullo y prejuicio, tome el celular con una sonrisa mientras veía que el se ponía a mi lado para hacer que apoye mi cabeza en su hombro.

No sabia cuantos minutos habían pasado pero me había quedado dormida, haciendo que unos enfermeros me despierten pero al tener mis ojos abiertos todo volvió a mí, haciendo que me ponga nerviosa, no quería salir de la ambulancia.

-Cariño, ven, vamos a ir a tu habitación y podremos llamar a tus hermanos.- Decía el mientras tomaba mis manos haciendo que los enfermeros que estaban afuera de la ambulancia retroceden.- No quiero que ninguno de ustedes la toque o le inyecte algún tranquilizante, es mi paciente y yo se como ayudarla.

Ambos comenzamos a caminar mientras que yo trataba de esconderme en el, sus brazos eran mi único apoyo ahora, mi madre estaba en el apoyo de Emily y mis hermanos entre ellos, pero yo tenía a Alex.

Al llegar a mi habitación el me hizo sentarme en mi cama mientras llamaba a la doctora que me correspondía, el comenzó a verme la presión al igual que mi temperatura mientras esperábamos tranquilamente.

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Me estaba por dormir hasta que ambos sentimos unos golpes en la puerta y Alex fue a abrir rápidamente, pude ver que hablaba con el doctor mientras qué yo trataba de mantener mis ojos abiertos.

‐Señorita Clearwater.

Levanté rápidamente mi mirada al reconocer aquella voz, ellos se habían ido.

-¿Como ha estado últimamente?- Preguntó el doctor Cullen observando mis últimos análisis.

-Solo dolores de abdomen.- Hablé llamando la atención de Alex y el doctor.

Alex se acercó a mi para levantar mi playera, pude ver como en su rostro se formo una expresión sorprendida.

-Doctor, infección en el tubo algo grave.

Aquello me dejó sin habla, el que tenga una infección en el tubo podía matarme, la operación junto con la anestesia.

-Podemos programarla para mañana en la tarde.- Dijo el doctor viendo su libreta.

-Claro, mañana la prepararé y voy a avisar a su familia.- Dijo Alex para luego de salir de la habitación anotando en sus apuntes.

Me quedé en la habitación con el doctor, tenía miedo de preguntar y que la respuesta me dolerá.

‐Edward esta en buenas condiciones, me dijo que le avisará que si estabas en buenas condiciones.- Dijo el doctor mientras dejaba de lado su libreta.

-No quiero que le diga nada de esto, de la operación y todo.- Dije mientras jugaba con la sabana de mi cama.

No quería verlo.

Pero a la vez si lo quería ver.

-El realmente te extraño, Marina.

-Y yo también, pero me hizo mucha falta estos meses que se ausentó.

Pude ver como su rostro estaba algo afligido, se despidió para luego salir por la puerta yo por mi lado solte un suspiro lastimado.

-Ese suspiro se puede dar a entender que es por algo amoroso.

Lleve mi vista a la puerta viendo una melena rubia y rostro pálido.

-¡¿Rose?!

-La misma.

Pude ver como se acercaba para poder abrazarme mientras que yo le correspondía, sentía como acariciaba mi cabello en el proceso.

Gente que volvió mamá Rose.