12

6.6K 706 57
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀 𝐄𝐃𝐖𝐀𝐑𝐃

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀 𝐄𝐃𝐖𝐀𝐑𝐃.

Veía a Marina tallar sus ojos los cuales con el tiempo se iban tornando rojos por su llanto.

En el silencio incómodo que había en la sala era fuerte, me levanté para extender mi mano hacía ella, quería hablar a solas con mi chica quien parece no molestarle llorar frente a todos.

Al sentir que la tomó comencé a caminar mientras la ayudaba con su oxígeno para que este no le fuera incómodo, al llegar al pasillo de las habitacionese dirigí a la mía para abrirla y entrar.

-Marina.. debes calmarte, yo se muy bien que Alex esta bien -Trate de persuadir su mente, lo cual parecía bastante difícil, su mente ahora mismo era una nube llena de comentarios tanto como negativos y positivos.

-¿Que me calme? -Pregunto sarcástica, okey mejor me siento y espero a que se calme, porqué con lo que escuche en su mente mejor me quedo aquí sentado en cama.

No quiero que me tire un libro.

Tarde, no me tiró un libro pero tomó uno para lanzarlo al suelo.

Con mí velocidad sobrenatural llegue para tomarlo antes de que impacte con el suelo. Ella comenzó a respirar más agitada y dejé el libro en el estante para tomarla por los hombros.

-No me toques -Se quejó con voz quebrada alejando mis manos.

Sentí un extraño cosquilleo al escucharla. No quería que esté mal y sus pensamientos revoltosos sobre todo junto y mezclado me herían.

-Yo... Quise ignorarlo todo y estar bien pero se me complica ¿Okey? -Puso una mano en su pecho tratando de regular su respiración -Yo... -abanicó su rostro - con el beso de Isabella, más ahora lo que dijo Rose y Alex... No puedo -Tapó su rostro comenzando a llorar.

La envolví en un abrazo, comenzando a acariciar su cabello. Ella no se aguantaba los sollozos, lloraba de una manera descontrolada y mí corazón inerte se quebraba por eso.

Ojalá pudiese aliviar todo ese dolor con solo un beso. Sentía una impotencia enorme al no poder hacer nada y sentirme culpable de todo.

No había querido besar a Bella, ella me besó a la fuerza, si estuve con ella fue porque quería protegerla de Victoria y luego ya no quería ni verla, lo único que mis ojos deseaban admirar era a Marina.

Océano de Enfermedades-Edward Cullen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora